viernes, 9 de marzo de 2012

TORMENTA SOLAR NO AFECTÓ LA TIERRA, PERO...


La Crónica


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La fuerte tormenta solar alcanzó ayer la Tierra y dejó una estela de espectaculares auroras boreales, aunque llegó algo más débil de lo esperado, pero su efecto puede incrementarse en las próximas horas y causar interferencias en las comunicaciones.

La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EU indicó que una gran explosión de material procedente de una eyección de masa de la corona del Sol llegó a la Tierra sobre las 11:00 GMT, lo que causó una tormenta geomagnética que puede alcanzar su nivel más alto en las próximas 24 horas.

Esto implica que puede afectar a las comunicaciones por radio de alta frecuencia -como las que emplean los aviones-, los sistemas GPS y algunas interrupciones en el suministro eléctrico, aunque en este caso de menor importancia, dependiendo de los límites de corriente que puedan gestionar, apuntó la NOAA.

“Después de todo lo que hemos dicho, no ha sido un evento tan terriblemente fuerte”, señaló el físico Joe Kunches, del NOAA en una rueda de prensa.

Las predicciones de la NASA habían apuntado a que podía producirse una fuerte tormenta geomagnética, sin embargo, el Observatorio de Dinámicas Solares (SDO, por su sigla en inglés) indicó que el impacto “ha sido más débil de lo esperado” y  provocó una tormenta menor, con una intensidad de uno en una escala de cinco.

ALERTA. Sin embargo, indican que puede intensificarse en las próximas horas, dependiendo de las condiciones electromagnéticas de la mancha solar en la que se originaron las dos grandes llamaradas solares que causaron la tormenta.

El origen de esta tormenta, son dos enormes eyecciones solares del pasado martes, según detectaron del Observatorio de Relaciones Terrestres (STEREO) y el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO), las dos principales misiones de la NASA que estudian el Sol.

La primera, que ha sido catalogada como la mayor de este ciclo de actividad solar y la segunda más grande detectada desde 2006, ha surcado el espacio a más de 2,000 kilómetros por segundo mientras que la segunda, un poco más lenta, avanza a unos 1,770 kilómetros por segundo.

En su recorrido han pasado cerca de varias naves de la NASA, como Messenger, el telescopio Spitzer y STEREO-B, aunque la agencia espacial indicó que no teme por ninguna de sus misiones ni por la Estación Espacial Internacional (EEI).