viernes, 18 de enero de 2019

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias Guerrero: ¿2021 a la vista?


Faltan 29 meses para que los guerrerenses elijan al sucesor de Héctor Astudillo Flores en la Gubernatura. Hay quienes andan movidos desde ahora. Y se entiende: una candidatura no se construye de la noche a la mañana. El factor tiempo es indispensable en política.
En su libro de memorias políticas ‘Fuego y Cenizas. Éxito y fracaso en política’ (editorial Taurus, Madrid, 2014), Michael Ignatieff señala que “mientras el medio natural de un pintor es la pintura, el de un político es el tiempo, porque debe adaptarse continuamente a sus cambios repentinos, inesperados y brutales”.
En efecto, la política es de tiempos y circunstancias. Desafortunadamente, muy pocos lo entienden de esa manera.
Hoy por hoy, vemos a varios personajes desesperados y cometiendo infinidad de errores, errores que pueden sacarlos de la competencia.
Llamar la atención a toda costa (protagonismo rapaz), no es recomendable. Se deben cuidar las formas, como por ejemplo: no pelearse con todos, mucho menos con los de casa.
En Guerrero tenemos a una clase política propensa a confrontarse por todo, en especial los que militan en los partidos de izquierda, quienes se ostentan como “los defensores de las causas del pueblo” y enemigos de la “mafia del poder”.
La gran mayoría de los políticos guerrerenses actúan más por impulso, sin medir las consecuencias de sus dichos y actos. Y cuando se dan cuenta de sus errores, ya es demasiado tarde.
En la elección de 2011, el PRI tenían amplias posibilidades de regresar a Casa Guerrero, pero a sus dirigentes nacionales no les importó cuidar la unidad interna y permitieron que uno de sus cuadros más importantes se fuera con los de enfrente.
Los resultados fueron adversos para el tricolor. Manuel Añorve Baños fue derrotado por amplio margen por su primo Ángel Heladio Aguirre Rivero, abanderado de la coalición “Guerrero nos une” (PRD-PT-Convergencia).
Cuatro años después las cosas fueron totalmente diferentes. Los partidos de izquierda se dividieron.
Beatriz Mojica Morga no logró convencer a Luis Walton Aburto (Convergencia) ni a Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros (Morena) para que declinaran a su favor. Es más, no contó con el apoyo de los entonces senadores del PRD, Armando Ríos Piter y Sofío Ramírez Hernández.
El ganador fue el priista Héctor Astudillo, quien privilegió en todo momento la unidad de su partido y amarrar importantes alianzas con miembros de otros institutos políticos y con la sociedad civil.
Diez años antes, Astudillo había sido derrotado en las urnas por Zeferino Torreblanca Galindo (PRD-Convergencia-PRS). Las circunstancias políticas no le favorecieron. Aguantó vara y siguió trabajando para consolidar su proyecto.
Luego del aplastante triunfo de Andrés Manuel López Obrador el pasado 1 de julio, hay quienes suponen que Morena ya tiene medio cuerpo en Casa Guerrero.
Lo cierto es que ningún partido tiene asegurado nada en este momento.
Si retomamos los resultados que cada partido obtuvo en la elección local, concluiremos que el PRD gobierna en más municipios de la entidad, seguido del PRI y Morena.
La fortaleza de Morena es a nivel federal, pero en lo local no tiene una estructura sólida que le permita ganarle a sus opositores. Además, en las elecciones intermedias la participación ciudadana disminuye. Y el discurso anti sistema ya no les funcionará a los pejistas.
LOS SUSPIRANTES.-El gran reto que tienen los que aspiran gobernar a Guerrero del 2021 al 2027, además de lograr la candidatura de sus respectivos partidos, es convencer a los electores para que respalden sus proyectos.
En política no siempre se tiene que gritar “quiero ser gobernador” para ser escuchado o tomado en cuenta. Sólo basta moverse “un poquito” y mandar mensajes a los adversarios.
Algunos de los que quieren la silla de Astudillo son legisladores, otros son funcionarios y uno que otro dirigente de un partido político.
Por Morena destacan cuatro personajes: Adela Román Ocampo, Félix Salgado Macedonio, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros y Alberto López Rosas.
Por parte del PRI se mencionan a Mario Moreno Arcos, Manuel Añorve Baños y Héctor Apreza Patrón.
En el PRD nadie ha alzado la mano. Es probable que los dirigentes se esperen al final para apuntalar a uno de los alcaldes que gobiernan importantes municipios o ir en alianza con Morena o el PRI. ¡Zas!
El que quiere aparecer nuevamente en la boleta electoral es el ex alcalde de Acapulco y actual dirigente de Movimiento Ciudadano, Luis Walton, aunque con pocas posibilidades.
Desde luego que de aquí a dos años se irán apuntando otros actores políticos.
Veremos si los antes mencionados logran aguantar los misiles que les habrán de lanzar sus adversarios. Varios serán vetados y romperán con sus partidos.
La sucesión gubernamental en Guerrero se pondrá interesante y ganará el partido que elija a un hombre o mujer popular,con oficio político, sensible y que tenga menos negativos.

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