viernes, 3 de febrero de 2012

MIRADA INTERIOR. EL ESPINAL, CUNA DE TÚMIN, FERIA DEL TRUEQUE EN MORELOS, Isaías Alanís




Fundado en experiencias de otros países, en la región del Totonacapan, en el norte de Veracruz, caro a mis andanzas como promotor, nació en el 2011, una moneda de cambio llamada Túmin, que en lengua totonaca quiere decir: “dinero”. El Espinal es uno municipio de los  212 con que cuenta el estado zeta por excelencia.
“Espinal debe su nombre a los árboles de espino blanco que abundaron alguna época en la cabecera y el municipio con el mismo nombre. Ahora son escasos en el paisaje. La cabecera municipal tiene poco más de dos mil 500 habitantes. El municipio rebasa los 24 mil habitantes, cerca de la mitad son indígenas totonacas. Espinal es un municipio pobre en el que la mitad de su población carece de agua potable y drenaje. La cabecera se erigió a orillas del río Tecolutla que desemboca en el Golfo de México. Se dice que al pueblo lo fundó un pirata de nombre Lorencillo, que luego de hacer sus fechorías en el Golfo navegaba río adentro y se ocultaba en esta región de verdes intensos, cálida y húmeda, con lluvias abundantes en verano…” (Revista Domingo/El Universal).
El principal promotor del Túmin es Juan Carlos Castro, un joven universitario que estudió Ciencias de la Comunidad en el Tec de Monterrey y zapatista por vocación. Al conocer la existencia de otras monedas alternativas: “el “Ithaca Hours”, en Nueva York; “Lets”, en Canadá; “Lionza”, en Venezuela; “Eco”, en España; “Libra Brixton”, en Inglaterra; “Cheimgauer”, en Alemania,  usados no tanto por necesidades económicas sino como herramientas políticas de lucha contra el sistema capitalista. En México está el “Tláloc” y “Trueke”, en el Distrito Federal; “Mezquite”, en Dolores, Guanajuato; y “Cajeme”, en Sonora, que funcionan especialmente en ferias donde se ofertan productos alternativos…”
A las ideas de Castro se unieron; Álvaro López Lobato y Blanca Xanath García. Lo interesante que este proyecto es impulsado por maestros de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI).
Ante el embate de la desmedida comercialización criminal, el Túmin cumple con su función, ser una especie de vale cambiable en dinero. Y una moneda de circulación, que ha tenido la respuesta hostil del Banco de México. Lo extraño de este vale, que no es una emisión de moneda, tiene un éxito en El Espinal y amenaza con multiplicarse en municipios vecinos de la región Norte de Veracruz. El diseño de los Túmin, es alusivo a una economía en rebeldía: aparece la imagen de Emiliano Zapata, por ejemplo.
¿Pero y como funciona? La explicación que dan en el reportaje es muy simple: “Cada quién establece la parte proporcional de pesos y túmin a recibir a partir del 10 por ciento de la cantidad total a pagar. De esta manera, por ejemplo, si la maestra quiere comprar un kilo de carne a otro tumista, en vez de pagar 70 pesos paga 50 pesos y 20 túmin. A ella le sale más barata esta carne, por lo que no la comprará en un supermercado de las ciudades cercanas de Papantla o Poza Rica. El carnicero a su vez usará esos 20 túmin en otro bien o servicio tumista. Así se diversifica y fortalece el mercado espinalense para bien de la población general…”
Este sistema monetario independiente y polivalente en el ámbito de la comunidad espinalense, nació en el 2010. Ha tenido detractores, principalmente de las autoridades bancarias y de la PGR. No así de los túminenses que lo usan a diario como moneda de cambio.
Curiosonamente, en octubre del 2011, el presidente municipal de Zacualpan de Amilpas, Ángel García Yáñez, demarcación perteneciente al estado de Morelos, impulsó la Feria del trueque. Cada domingo, durante el tianguis, los indígenas y mestizos del estado de Puebla, M orelos, Distrito Federal y Estado de México, realizan por tradición como mecanismo de defensa económica el trueque.
Aprovechando esta costumbre arraigada en esa comunidad, se crea la feria anual y dominical, no sólo como una medida económica alternativa, también como un atractivo turístico que atraiga a truequistas cada ocho días; además de intercambiar todo tipo de objetos, productos, artesanías, los asistentes a la feria, dejen una buena derrama económica a los habitantes del municipio. 

En la Montaña de Guerrero  sería viable un proyecto de esta naturaleza?
Basta con asistir al tianguis de Tixtla y Chilapa, donde es común ver a indígenas, principalmente, ofertar sus productos a precios muy bajos o truequearlos por insumos que no hay en sus lugares de origen: cal, semillas o mezcal.
¿El destino del Túmin y otras “monedas” de cambio, será efímero?
Eso lo sabremos muy pronto, mientras tanto, no sería malo ir al Espinal a platicar con los impulsores de esta banca de los pobres, analizar su viabilidad e impulsarla en Guerrero.
¿Sería un trabajo para la Universidad Intercultural, ONGs, y líderes comunitarios? En la mayoría de los pueblos originarios de Guerrero, desde el origen de los tiempos han vivido bajo un régimen social comunitario. Dar tequio y “brazo”, son prácticas vigentes en Guerrero. Una experiencia como la del Túmin en el Espinal, Veracruz y la de la Feria del trueque en Zacualpan de Amilpas, Morelos, se podrían implementar en Guerrero, sobre todo en la región más pobre del estado como lo es la Montaña.