En Estados Unidos se sigue viviendo una dualidad en cuanto a su posición frente al uso legal de drogas: por un lado el presidente Barack Obama rechazó la semana pasada, durante la Cumbre de las Américas, que la legalización sea una solución al problema del narcotráfico. Sin embargo, en una acción totalmente contraria, se dio a conocer la existencia de una máquina expendedora de la yerba, en Santa Ana, California.
“Nosotros estamos conscientes de nuestra responsabilidad en este tema (del tráfico de drogas)… pero mi postura y la de mi gobierno es que la legalización no es la respuesta”, aclaró Obama el pasado 14 de abril.
Encabezados por Joe DeRobbio, un grupo de empresarios de California presentaron el primer modelo de una máquina que vende automáticamente dosis de mariguana.
La máquina, llamada Autospence, es igual a los expendios automáticos de refrescos o de frituras, excepto porque incluye una ranura adicional para pago con tarjeta de crédito o de débito.
El invento toma su nombre de los “dispensarios” o centros de distribución de mariguana con fines terapéuticos en California.
En California, el primer estado que aprobó el consumo de la mariguana por motivos médicos, se calcula extraoficialmente que hay unos 90 mil consumidores de la droga con fines terapéuticos.
El diseñador de la máquina, Joe DeRobbio, presentó las Autospence en su empresa, ubicada en Aliso Viejo.
DeRobbio dijo esperar que las máquinas estén disponibles en edificios, supermercados o farmacias, tal y como hoy se rentan películas en formato DVD.
