El asesinato cometido contra
el general en retiro, Mario Arturo Acosta Chaparro Escápite el viernes pasado,
ocurrido en la ciudad de México fue, ahora sí, efectivo. Con este crimen se
termina una parte trágica de la historia de este personaje de triste memoria
para los habitantes del estado de Guerrero, donde tuvo a su mando (como en
ningún otro caso) a todas las policías—preventiva y judicial—y una influencia y
poder ante el gobernador del estado,
Rubén Figueroa Figueroa, ilimitado.
A Acosta Chaparro el
gobernador Figueroa lo dejó hacer y deshacer, bajo el argumento de que estaba
combatiendo a los grupos subversivos, esos que habían quedado vivos y
organizados tras la muerte de su líder, el guerrillero Lucio Cabañas
Barrientos.
El argumento era válido para
el gobernador Figueroa quien no quería saber nada de sus plagiarios pues había
estado en sus manos por más de tres meses, todo por querer pactar la paz.
Figueroa era en ese entonces senador de la República y el prospecto del PRI a
la gubernatura del estado para el periodo 1975-1981.
Este relajamiento del poder
gubernamental frente a un militar en funciones de servidor público, produjo una
de las historias mas negras de esta entidad y dejó poco más de setecientos
desaparecidos, cientos más de ejecutados, mutilados, perseguidos, encarcelados
y sometidos a las mas brutales prácticas de la tortura.
Muchos de los que sufrieron
estas calamidades están hoy vivos y pueden dar testimonio de lo que aquí
decimos.
Un conductor de un noticiero
de radio de la ciudad de México comentó sobre el asesinato de Acosta Chaparro:
‘terminó la vida de un represor. El ejecutor fue ejecutado’.
Nadie se alegra de lo que le
sucedió pero nadie—mas que sus familiares—han de haber derramado una lágrima
por su muerte. Acosta Chaparro dejó en esta entidad una estela de dolor y
muerte. Fue el promotor de los más aberrantes delitos cometidos por sus
subalternos a quienes les daba manga ancha para actuar como pago a los
‘trabajos’ que hacían extralegales.
Ya se ha dicho mucho de la
muerte del general y se ha hablado de su actividad como soldado, como
funcionario, como negociador y operador para casos especiales para el gobierno
de la República.
Se dijo que participó en las
indagatorias para dar con el paradero del ex candidato presidencial panista, Diego
Fernández de Cevallos y también actuó como enlace con los cárteles de las
drogas en el estado de Michoacán y fue conocida su relación con los capos mas
importantes del narcotráfico como el llamado ‘señor de los cielos’.
Fue acusado de actos de lesa
humanidad y de vínculos con el narcotráfico y por lo mismo fue detenido y
puesto ante tribunales militares quienes le abrieron un juicio que duró varios
años pero que al final de cuentas fue absuelto de todos los señalamientos y no
solo eso, sino que obtuvo por parte de la milicia un desagravio que lo
reposicionó como militar sin tacha, aunque existen miles de voces que reclaman
todavía justicia, aunque la verdadera justicia (la divina) hizo ya su parte.
Hay pocos personajes de
negro historial que están todavía vivos pero que son difícil de poner ante
tribunales ya que han tejido a lo largo de su historia una red de complicidades
con los poderosos de este país quienes les han reclamado algunos trabajos fuera
de las normas legales.
El general fue ejecutado.
Sin mayores aspavientos le dieron tres tiros sin que pudiera tan siquiera
defenderse. Dicen que alguien lo puso y el general brigadier cayó abatido. Cayó
muerto y calló lo que hizo. La historia sobre la guerra sucia en Guerrero
estará incompleta si es que no se encuentra nunca algún escrito hecho por este
militar que engrosó las filas de los cuarteles militares y policiacos mas
oscuros y tétricos que hayan existido en México como fueron la dirección
federal de seguridad y la brigada blanca entre otras.
Los tiempos de la guerra
sucia nunca podrán ser olvidados mientras existan desaparecidos, aunque sí
estamos seguros que esos lamentables sucesos ocurridos en aquellos tiempos de
los años setentas, estoy seguro que no van a repetirse nunca más, pues aunque
uno esté diriamente cuestionando nuestro sistema democrático, podemos decir que
en algo hemos avanzado.
Periodista/Analista Político