martes, 10 de abril de 2012

MIRADA INTERIOR El revés de Chepina en Tres Marías: una lección histórica. El álgebra del voto. Para horrorizar nuestro optimismo. Por: Isaías Alanís



 A Luis Donaldo Colosio, no lo dejaron aprovechar la semana santa que se avecinaba para quitar como coordinador de campaña a Ernesto Zedillo Ponce de León y la historia hubiera sido otra. Esa decisión corría como lumbre entre sus allegados. Zedillo no terminará la Semana Santa. Las maquinaciones oscuras urdieron otra cosa y el magnicidio, planeado en las cloacas del estado se perpetró el 23 de marzo en Lomas Taurinas, en Baja California. Esa tarde un mexicano con sueños dejó de existir. 
A Josefina Vázquez Mota, en plena semana santa, la crucificaron sus enemigos internos y gratuitos. Su calvario inició en la comunidad de Tres Marías, perteneciente al municipio de Huitzilac, en el estado de Morelos. Tres Marías está ubicado a 2805 metros de altitud, fue un paso obligado entre México-Tenochtitlan y los territorios de la llamada Tierra Caliente, principalmente con Cuahunáhuac y todo el Valle Sagrado del Tamoánchan. Con la llegada de los españoles, este cruce de caminos continuó dando de que hablar, pues por esas laderas llenas de bosques, descendieron los conquistadores y durante la lucha independista, reforma y revolución fue escenario de cruentas batallas por su control.

En el municipio de Huitzilac fue acribillado como Colosio, por asuntos de estado el General Francisco Roque Serrano Barbeytia y sus acompañantes; Carlos A. Vidal, Miguel A. Peralta,  Daniel Peralta, Rafael Martínez de Escobar, Otilio González, Carlos V. Araiza, Alonso Capetillo, Augusto Peña, Antonio Jáuregui, Ernesto Noriega Méndez, Octavio Almada, José Villa Arce y Enrique Monteverde, en una emboscada planeada desde los Pinos, el 3 de octubre de 1927 por órdenes de Álvaro Obregón, asesinato colectivo ejecutado por el general Claudio Fox.

Esta brevísima relación sobre el efecto Tres Marías en la política le viene bien al siguiente desliz de Josefina Vázquez Mota, ejecutado por Marco Adame ¿con indicaciones de la presidencia o del Yunque y Cia.? No se debe olvidar que el gobernador de Morelos Adame Castillo, con el peso del Yunque apoyaba a Ernesto Cordero, mientras que su hijo y esposa realizaron labores de proselitismo a favor de la señora que se marea antes de tiempo. Y que a la hora de las elecciones le dieron la espalda a Cordero sumándose al coro de apoyantes de la señora Chepina que ahora ya no sabe para donde jalar. Y que para colmo del ideario necrológico de la izquierda mexicana, Marco Adame y el Yunque tiene como candidato a Graco Ramírez Garrido Abreu, tabasqueño de origen y forajido político desde su juventud, dícese militante del PRD, que despotricó contra AMLO y hoy comparte con él, escenarios en la tierra de Zapata.

Bajo la presión de esta descomposición sistémica del sistema de partidos, desde los Pinos le  intentan dar oxigeno envenenado a la infanta Chepina con monstruos del sistema como Juan Molinar Horcasitas, que tiene en su currículo el peso de la muerte de los niños de la guardería ABC. Nada más. ¿Están llevando a la infanta Josefina al callejón sin salida de la renuncia a la candidatura? ¿Qué hilos se mueven al interior del cártel de los Pinos, que en Tres Marías le dieron otro susto a la todavía candidata blanquiazul?

En Guerrero, las tribus dejaron las hachas por candidaturas seguras. Los priistas andan igual, pero con una condición, se ajustan al reparto de utilidades de cargos de elección popular. Tienen oficio, disciplina y complicidades. El claroscuro es el mapa político en el que se mueven las elecciones. Si el álgebra fuera como la política, el cálculo diferencial sería la respuesta, pues habrá encontronazos que impactarán en las urnas. Las tribus del PRD, se han replegado y todos aspiran a repuntar bajo el esquema incendiario de la presión declarativa, en el que el agua es gasolina y las llamas se abren en línea directa hacia las cuotas de poder que cada corriente espera para su cabeza de grupo y correligionarios.
El exponente diferencial del mapeo actual, puede resultar con cuentas encontradas y quebradas. ¿Cuál va  a ser la realidad electiva del 1 de julio en cuanto a partidos y personajes, si se hayan mezclados y divididos? René Juárez y Armando Ríos Piter, ya la hicieron. Sofío Ramírez y Claudia Ruiz Salinas esperan que el voto diferenciado y el álgebra electoral, no les produzca cuentas adversas. Lo inconsútil de estas diferencias, es que la gente no sabrá qué hacer en el momento de votar. Y se tendrá que remendar la lista y la intención del voto diferenciado. En la capital ¿cuántos priistas votarán por Peña Nieto y Mario Moreno Arcos y que cantidad sufragará por Jorge Salgado Parra y José Luis Peralta Lobato para diputados federales? Aquí las cuentas podrían resultar quebradas. Un juego de asíntotas donde el límite del voto, no comienza en el partido o el personaje, sino en el juego que sepan plantear los propios partidos con militantes y simpatizantes a la hora de emitir su voto.

Para horrorizar nuestro optimismo.
Al partido Nueva Alianza, de la señora Gordillo Morales, no le basta con presentar a un candidato presidencial que ofende a los mexicanos, el partido de los docentes acaba de postular como diputado en el primer lugar de la lista plurinominal de la segunda circunscripción a Fernando Bribiesca hijo de Martha Sahagún de Fox. El delincuente que asaltó el erario público, por la vía del PANAL, se le regalara la impunidad con la diputación. El hijo menor de Martha, y su hermano fueron impunes en negocios de construcciones, en subastas de unidades habitacionales del Fovissste, Infonavit, negocios de Aduanas y un daño patrimonial a la nación que asciende a más de mil millones de pesos.