miércoles, 4 de abril de 2012

RECOMENDACIONES IMSS PARA PREPARAR Y CONSUMIR PESCADOS Y MARISCOS




·         La higiene no sólo debe ser en los sitios donde se expenden los productos del mar, también en el hogar donde se preparan este tipo de alimentos

Para esta temporada vacacional de Semana Santa, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) emite recomendaciones para la preparación y consumo de pescados y mariscos en temporada de vigilia.

Es en este periodo en particular es cuando los derechohabientes y la población en general deben tener especial cuidado con los alimentos que contengan pescados y mariscos, debido a que son productos rápidamente perecederos, por lo que su consumo en condiciones inadecuadas pueden generar enfermedades gastrointestinales como salmonelosis y diarrea moderada o aguda.

Ante esto, la Delegación en Guerrero del IMSS indicó que se deben tomar las medidas adecuadas para que los derechohabientes sepan dónde y qué comer al momento de elegir alimentos de este tipo.

El coordinador de Prevención y Atención a la Salud del Instituto en el estado, Jesús Roberto Valdez Ortiz, comentó que por tradición, desde el inicio de la Cuaresma, se restringe el consumo de carnes rojas, y muchas personas prefieren el pescado y otros derivados.

 “El marisco es un alimento rico en proteínas, vitaminas y minerales. Es nutritivo y bajo en calorías y contiene del orden del 20 por ciento de las proteínas de alta calidad de las carnes rojas”, explicó el especialista, quien refirió que este alimento es de gran beneficio para las personas.

Valdez Ortiz indicó que los brotes de gastroenteritis por consumo de los mariscos están asociados a la bacteria vibrio parahaemolyticus, que se localiza en estos alimentos en el momento de su captura y una vez apresado se multiplica activamente y de manera rápida.

“La transmisión se produce por la ingestión de mariscos crudos o mal cocidos, especialmente de ostras. También se puede transmitir por contaminación cruzada, es decir, por la manipulación incorrecta de mariscos crudos junto a otros alimentos. Los síntomas que producen son diarrea, malestares estomacales, vómito, fiebre y escalofríos”, comentó.

Los crustáceos (langostino, langosta, gamba, quisquilla, camarón, nécora, centollo, bogavante) y cefalópodos (calamar, pulpo) deben consumirse cocidos o cocinados al calor. Si por el contrario, se consumen crudos o poco hechos, deberán congelarse previamente durante al menos 24 horas para evitar la posible transmisión de bacterias, comentó el especialista.

 Las ostras, mejillones, almejas, coquinas y demás moluscos bivalvos pueden consumirse en crudo porque debido a su forma de alimentación (filtradores) no contienen elementos contaminantes, por lo tanto, no pueden provocar la enfermedad.

El especialista reiteró que es necesario que la población ubique que los sitios de consumo de los productos marinos tengan las condiciones de higiene necesarios, al igual preservar la limpieza en el hogar cuando se preparan estos alimentos.