OSCAR MEMIJE FRANCO |
El agua es el componente más abundante e importante de nuestro planeta;
el hecho de que todos los seres vivos dependan de la existencia del agua nos da
una pauta para percibir su importancia vital. El agua promueve o desincentiva
el crecimiento económico y el desarrollo social de una región. También afecta
los patrones de vida y cultura regionales, por lo que se la reconoce como un
agente preponderante en el desarrollo de las comunidades. En este sentido, es
un factor indispensable en el proceso de desarrollo regional o nacional.
La creciente necesidad de lograr el equilibrio hidrológico que asegure
el abasto suficiente de agua a la población se logrará armonizando la
disponibilidad natural con las extracciones del recurso mediante el uso
eficiente del agua.
México, un país rico en recursos naturales, obtiene el agua que consume
la población de fuentes tales como ríos, arroyos y acuíferos del subsuelo.
Estos acuíferos se recargan de forma natural en época de lluvias.
Sin embargo, la temporada de lluvias tiene un temporal promedio de
cuatro a cinco meses lo que genera una limitada captación de agua. Aunado a
esto, del total de agua captada por lluvias, aproximadamente el 70% se evapora.
La desproporción que existe entre la cantidad de agua que se capta por
escurrimiento y las extensiones territoriales que comprenden aunado a la corta
temporada de lluvias hace que la disponibilidad del agua sea cada vez menor.
Si bien el uso de las aguas residuales para el riego de cultivos y
prados está ya muy generalizado en muchas regiones, el riego de los árboles con
aguas negras se ha explorado y explotado mucho menos, en Guerrero aún no
generamos esa acción para reutilizar el líquido vital.
Hay algunas ciudades donde se riegan los árboles de calles y jardines y
las zonas verdes urbanas con aguas de desagüe depuradas y transportadas en
cisternas, y también se han publicado informes sobre casos en que se utilizan de
manera secundaria para regar árboles destinados a la producción. Por ejemplo,
algunas comunidades utilizan aguas residuales o de drenaje, con un
tratamiento elemental, para regar arboledas o sus siembras.
Entre los bienes de uso de aguas residuales urbanas para el riego pueden
marcar el tratamiento y la expulsión de las aguas negras con bajos costos y de
forma inofensiva; la conservación del agua y la reposición de las reservas
freáticas; y la utilización de los nutrientes de las aguas residuales con fines
de producción, en la zona rural se puede reforzar sus actividades agrícolas con
estas estrategias.
El riego de los árboles podría añadirse a estos beneficios. Mientras en
las zonas donde el agua es relativamente abundante, la finalidad principal del
riego de cultivos o bosques puede ser el tratamiento o la eliminación de los
desechos, en las zonas áridas y semiáridas, la reposición de las aguas
freáticas y la producción agrícola y forestal pueden adquirir una importancia
igual o mejor.
De los diversos canales pluviales que se tienen en el puerto de
Acapulco, bien valdría la pena invertir en la infraestructura necesaria para el
riego de árboles y poder generar el pulmón ecológico que tanta falta nos hace,
los beneficios son muchos; cambio climático, limpian el aire, refresca las
calles, proporcionan oxígeno, conservan energía, ahorran agua, ayudan a
prevenir la contaminación del agua, ayudan a prevenir la erosión del terreno, protegen
de los rayos ultravioletas, proporcionan sus copas y un hábitat para la vida
silvestre y generan oportunidades económicas reducen la violencia
Se ha demostrado que los vecindarios y hogares que no tienen plantas o
árboles tienen una mayor incidencia de violencia dentro y fuera del hogar que
los vecindarios más verdes. Los árboles y plantas ayudan a reducir el nivel de
temor.
Estas acciones permitirán hacer frente al cambio climático, a disminuir
los golpes de calor, ya que en días pasados la región de la Tierra Caliente
llegó a los 43 grados, reforestar las ciudades permite que los servicios
ecológicos puedan ofrecer la mitigación
del ruido, la contaminación, dan sombra y brindan embellecimiento. Es cuestión
de tener voluntad, conciencia e interés en generar acciones en favor del medio
ambiente.
No debemos olvidar; reutilizar el agua y sembrar cada día más árboles
para una mejor la calidad de vida de los hijos y de sus descendientes.