La
violencia, los homicidios, las ejecuciones y la crisis de inseguridad que se
vive en Guerrero, se generó a partir de que gobiernos emanados del PRD
–Zeferino Torreblanca, Ángel Aguirre y Rogelio Ortega- quienes “controlaron”
esta entidad.
Al
nuevo gobierno que encabeza el priista Héctor Astudillo Flores, ahora le toca
la reconstrucción de daños causados por sus antecesores mencionados, quienes
con pasividad solo observaron el desbordamiento de la devastadora violencia.
Guerrero
vivió diez años con gobiernos del PRD, cuando la entidad casi estaba en manos
del crimen organizado, en medio de la pobreza y en ciertos casos hasta miseria
en municipios pobres como Metlatònoc y Cochoapa el Grande.
Lo
que no se dice es que si en Guerrero ocurren hasta más de dos mil homicidios al
año, éstos se originan por la cruenta guerra entre cárteles del narcotráfico,
quienes pelean palmo a palmo territorios para el trasiego de estupefacientes.
A
48 horas para que el Héctor Astudillo Flores cumpla un año como gobernador de
Guerrero, en la zona de la montaña hay
menos pobreza, la talla de los niños creció por la existencia de comedores
donde se alimentan y nutren.
Los
adultos mayores, estudiantes y madres solteras, reciben apoyos en efectivo, y
la mayoría viven con piso de cemento y techos de lámina. Nadie muere de hambre.
Los campesinos, no solo de la montaña, sino de otros municipios, ya no quieren
sembrar maíz, sino enervantes, porque el narco les paga más.
El
slogan de campaña de Astudillo Flores –Orden y Paz- no ha podido cumplirse a
cabalidad pese al amplio respaldo de la federación.
Existen
muchos pendientes por resolver: los asesinatos del diputado local Armando Chavarría
y del diputado federal Moisés Villanueva, ocurridos durante gobiernos
perredistas de Zeferino Torreblanca y Ángel Aguirre. ¿Un gobernador priista los
esclarecerá?
Sectores
radicales no estarán de acuerdo, pero a un año de haber arribado al Poder
Ejecutivo Astudillo Flores, su gobierno no reprime, no persigue ni encarcela.
El actual gobierno no tiene presos políticos en las cárceles por sus ideas.
Sin
embargo, “organizaciones sociales” le exigen a Astudillo Flores que les otorgue
amnistía a quienes llaman “presos políticos de conciencia”.
La
Fiscalía General del Estado, esclareció el asesinato de dos normalistas de
Ayotzinapa que fueron ultimados por asaltantes; el gobierno astudillista gestionó
la libertad de la ex Comandanta, Nestora Salgado García.
En
medio de cierta crisis de inseguridad con espiral de violencia, hay
desconfianza hacia ciertas autoridades por la impunidad que se enseñorea;
existe la esperanza de que en un plazo indeterminado el orden y la paz sean una
realidad al final del túnel.
Es
posible que Astudillo Flores desea imprimir su propio sello al gobierno que
encabeza; o más bien podría ser uno con mezcla entre los que encabezaron sus
antecesores, Alejandro Cervantes Delgado y José Francisco Ruiz Massieu.
Veremos…
MOJICA:
DOS AÑOS EN FRÍA BANCA.
A
muchos perredistas, como a los drogadictos, diez años en el poder les creó
mucha adicción.
Es
la impresión que ahora da la señora Beatriz Mojica, quien no solo vino a
Guerrero a “reprobar” al gobernador Héctor Astudillo, sino casi le reclama al
mandatario que les de trabajo a militantes del sol azteca quienes desde hace
dos años se encuentran desempleados.
Mojica,
ex candidata perdedora a gobernadora, reapareció en medios lanzando críticas al
gobierno astudillista, el cual, dice, “no tiene control del estado, va a la
deriva, rebasa los dos mil 500 muertos al año y está inmerso en la violencia”.
Beatriz,
perteneció al gobierno de Ángel Aguirre Rivero, cuando ocurrieron los hechos de
Iguala, donde seis personas fueron asesinadas y 43 normalistas de Ayotzinapa
desaparecidos.
Mojica,
nunca protestó por esos horrendos hechos, tampoco criticó ni condenó al
gobierno de su ex jefe Aguirre Rivero ni del ex alcalde de Iguala, José Luis
Abarca; menos acompaña a los padres de los 43 normalistas desaparecidos.
La
ex candidata a gobernadora Mojica Morga, por consigna de sus jefes -hampones de
cuello blanco, Los Chuchos-, vino a Guerrero para ver qué provecho puede
sacarle al gobernador Astudillo Flores, quien ahora es presionado no solo por
agrupaciones policiacas rurales, sino por “lucradores sociales”, en la víspera
de rendir su primer informe de labores… Punto.