martes, 17 de abril de 2012

La agonía del PAN Por: Irasema Guzmán*


Después de dos sexenios en la silla presidencial, llega el momento en que los mexicanos evaluaremos si el PAN debe o no continuar en el poder. ¿Tiene altas probabilidades el partido blanquiazul de permanecer otro sexenio más? Analicemos el escenario.
No es lo mismo ser el principal partido de oposición a ser un partido gobernante. El común denominador de los fundadores panistas era el rechazo al régimen político emprendido por el estado. De antemano, estaban conscientes que su lucha no iba a obtener resultados electorales inmediatos, pero sí una representación a largo plazo que permitiera la apertura del sistema mediante el sufragio efectivo. A partir de una serie de reformas y de pactos, en 1989 el PAN logra por primera vez en la historia un triunfo electoral en el estado de Baja California, el cual dio lugar a triunfos venideros: el trascendental, el de Vicente Fox como Presidente de la República en el año 2000.
Si bien es cierto, la alternancia generó altas expectativas en su momento, pero los males del país no terminarían sólo con expulsar al PRI de Los Pinos; la alternancia trajo consigo nuevos problemas y una nueva forma de dinamismo político. Tras doce años de gobierno, el panorama electoral para el PAN no es nada favorable. Lo que en su momento fueron bastiones del panismo, ahora son municipios e incluso estados, “recuperados” por el PRI (de las 15 entidades con elecciones en el 2010, el PRI y sus aliados lograron la mayor cantidad de votos, el PAN compitió sin alianza con el PRD en 7 elecciones de gobernador, las 7 pierde); estas cuestionadas alianzas PAN – PRD como supervivencia electoral ha generado la pérdida de más electores panistas. Aunado a esto, encontramos a un gobierno federal señalado por organismos internacionales a partir de una lucha contra el crimen organizado, que errónea o no, ha generado la más sangrienta batalla del México contemporáneo.
Hoy en día, hay un partido distante de lo que proclamaban sus fundadores. Ya no es la lucha por culminar la alternancia; sino la lucha electoral, de posicionar a regidores, alcaldes, gobernadores, diputados y senadores para ejercer el control del presupuesto; esto  ha ocasionado que el ciudadano se perciba fuera del centro del ejercicio político. La vinculación social más cercana se da desde los gobiernos locales, si ésta no se ejerce con la formación de cuadros y con una organización de ciudadanía eficiente, el resultado será el voto de castigo, efecto que el PAN ha tenido en varios municipios y en algunos estados.
De cara a las próximas elecciones presidenciales del 1 de Julio, la agonía al interior del partido ha traspasado a una equivocada estrategia de la campaña presidencial, donde se han mostrado más las debilidades que las fortalezas de la candidata, así lo reflejan las encuestas. Ante este complicado escenario, hay altas probabilidades de que el PAN vuelva a ser oposición; tal vez una oposición más crítica y madura tras experimentar el ejercicio del poder político. Llegó la hora del juicio ciudadano al PAN, definitivamente los resultados de las elecciones le van a traer altos costos, como la pérdida de la Presidencia de la República y un menor nivel de representación en el Legislativo. Al PAN se le fue su oportunidad histórica. ¿Y usted le dará su voto de confianza por otros 6 años?

  Twitter: IraGuzman