En
total hay 1.453 personas en el mundo cuyos patrimonios superan los
US$1.000 millones. Carlos Slim y Bill Gates están entre los 10 hombres
más ricos del planeta.
En el siglo XXI, Occidente
empieza a perder el monopolio de la riqueza. La creencia de que el
centro de poder económico se desplaza hacia Asia es cada vez más
evidente.
La revista china sobre lujo, riqueza y negocios Hurun Report publicó esta semana una lista de los más ricos del mundo que desafía los resultados de la célebre lista Forbes.
Esta lista recoge los nombres de
aquellos cuyo patrimonio supera los mil millones de dólares. Parece que
la máxima del empresario estadounidense Jean Paul Getty "Si puedes
contar tu dinero, es que no eres inmensamente rico" caló en todo el
mundo.
Actualmente, según Hurun Report, se
registra un total de 1.453 personas cuyo patrimonio supera la
astronómica cifra. Mil millones es el patrimonio mínimo que una persona
debe tener para entrar en el selecto club de la estadounidense Forbes.
Interesante es que la lista pone de manifiesto
una clara inclinación de la riqueza hacia Asia. El continente cuenta con
608 multimillonarios, aventaja así a América del Norte con 440 y Europa
con 324, según citó la revista en una declaración.
Forbes y Hurun Report se pusieron de acuerdo en quién ostenta el mayor patrimonio del mundo: el mexicano Carlos Slim.
La fortuna del primero de la lista llegaría a
los US$66.000 millones lejos de la segunda posición que lo ocupa Warren
Buffet con US$58.000 millones. Lo sigue de cerca el empresario español
Amancio Ortega, creador de la marca de ropa Zara, con US$55.000
millones.
La cantidad total de dinero que suman los
multimillonarios reconocidos equivaldría a US$5,5 billones, casi el
volumen total de la economía japonesa el año pasado.
"En el último año el sector privado experimentó
un aumento de la riqueza", dijo la revista en una declaración. Añadió
que el neto de los activos de las 10 personas más ricas de la lista
creció un 22% durante el año, o unos $250 millones al día. Sorprende el
dato en un momento de crisis de la economía en Occidente y de
desaceleración en países como China o India.
Los sectores inmobiliario, de
telecomunicaciones, de la información, tecnología y el sector minorista
son las fuentes de riqueza más comunes, analizó el informe.
Asia florece
"Algunas personas deliberadamente convierten su riqueza en un secreto porque... ganaron el dinero a través de vías ilegales" |
En esta carrera por el poder, no está claro que
quien gane en el juego de "quién tiene más multimillonarios", esté
relacionado con la prosperidad del lugar.
Sin embargo, los perfiles de los más ricos en
Asia, apuntan a que la globalización ha abierto las puertas a
emprendedores que un día no tuvieron más que sus ideas para desarrollar
grandes imperios y figurar en el selecto club.
Los nuevos ricos que figuran en estas prestigiosas listas son personas muy diferentes a los multimillonarios occidentales.
Como muestra el documental de la BBC "Changing
Fortunes" (Fortunas que cambian, en su traducción del inglés), la
riqueza y el desarrollo de este siglo se ha saltado los patrones
tradicionales. Jóvenes emprendedores con buenas ideas llegan cada vez
más lejos.
Un ejemplo de esto son las varias peculiares
historias de asiáticos como la de Rakesh Jhunjhunwala, inversor indio de
clase media e hijo de informático.
"Hace años, mi sueño era tener suficiente dinero
para comprar un aparato de aire acondicionado", comentó en el programa.
"Ahora, estoy pensando comprarme un avión", añadió.
Algunos visionarios que se anticiparon a los
hechos, consiguieron aumentar su fortuna. "Mi patrimonio aumentó 30
veces su valor entre 2003 y 2009", años en que afloraba el cambio que
iba a experimentar el país asiático.
Rakesh intuyó que las nuevas aspiraciones de las
clases medias llevarían a los nuevos ricos hasta uno de los mercados
más tradicionales de la India: la joyería. Así, invirtió en una empresa
del sector unos US$10 millones. Ahora, la compañía vale más de US$500
millones.
Historias como la de Rakesh Jhunjhunwala existen
también en otro centro de poder como China. En las últimas décadas,
China ha creado 317 multimillonarios, según la revista Hurun Report.
Aún por debajo de Estados Unidos que cuenta con 408, el país asiático
está a la carrera en la obsesión por conseguir el título de "primera
economía mundial".
Rupert Hoogewerf, presidente de la revista Hurun Report
Zhang Yue ganó cientos de millones tras inventar
aparatos de aire acondicionado electrónicos. Su máxima era llevar los
valores tradicionales maoístas al terreno empresarial y ahora, en su
empresa, sus empleados disfrutan de instalaciones con piscinas, billares
y una bolera para incentivar el ejercicio durante el trabajo.
Además, tienen acceso a comida orgánica gratuita
en toda la empresa. "Nuestros empleados apenas reciben comisión por su
trabajo. Así, no es fácil sobornarles como ocurre en otras empresas. Si
quieres hacer negocios con nosotros, tienes que venir limpio", señaló el
empresario.
Uno de los próximos proyectos de Yue, consciente
del medio ambiente, es construir edificios altos en los que conserven
en lo alto jardines para "devolver a la Tierra los espacios que le hemos
quitado".
En un reporte anterior, la revista especificó
que el número de chinos multimillonarios estaba descendiendo por primera
vez tras seis años de crecimiento.
Un secreto bien guardado
La fascinación por los ránkings llegó a China de
la mano del presidente de la publicación Rupert Hoogewerf, también jefe
de investigación. Hurun significa, literalmente, Hoogewerf.
Este contable de profesión apuntó en un
comunicado que el verdadero número de multimillonarios no se sabía y que
podría ser hasta tres veces más alto. Algunos "superricos" prefieren
ocultar su fortuna.
Con tales cifras astronómicas, ¿cómo es posible
que no puedan rastrear esos patrimonios? Y, más allá, ¿por qué alguien
no querría revelar su opulencia?
"Algunas personas deliberadamente convierten su
riqueza en un secreto porque... ganaron el dinero a través de vías
ilegales", aclaró Hoogewerf a los periodistas en rueda de prensa.
Rupert Hoogewerf previamente ayudó a compilar la lista de los más ricos de Forbes
y ha llevado esta fórmula a China que, como los occidentales, no pudo
resistirse a la obsesión por los ránkings de riqueza y otorgó a
Hoogewerf el premio Magnolia que concede Shanghái a los extranjeros más
prestigiosos.