miércoles, 6 de marzo de 2013

Médula La báscula institucional Por Jesús Lépez Ochoa


El reparto de delegaciones federales nos da una idea del peso político de los grupos de poder en el priísmo estatal y las canicas más pesadas en la báscula institucional parecen ser, hasta el momento, las de Rubén Figueroa, pero no debemos irnos con la finta del tamaño presupuestal de la institución que se les confía a los allegados porque hay cuotas que ya fueron pagadas de antemano.
Es el evidente caso del grupo que acompaña a Manuel Añorve baños, que una vez colocado él como diputado federal y su esposa como diputada local, vio mermadas sus canicas y el cambio apenas le alcanzó para que Erika Lührs, su ex secretaria de Desarrollo Social, obtuviera la coordinación estatal de la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra, organismo que carece de reserva territorial y un presupuesto limitado.
A los que no les irá nada mal es a los aliados del PRI, los del Partido Verde Ecologista, que por primera ocasión verán en sus manos la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en la figura de Cristian Uriel Garnica San Román, ex director de Ecología del Ayuntamiento al que Añorve tuvo que despedir por talar un arbolito en el zócalo de Acapulco.
Una cuota importante, no de campaña pero si de poder, es la del gobernador Ángel Aguirre Rivero, su hermano Carlos Mateo asumió la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Morelos, y Jaime, el hermano de Graco Ramírez, gobernador de ese vecino estado, asumió la delegación del Instituto Nacional de Migración en Guerrero. ¿Intercambio de canicas?
La cuota visible del senador y ex gobernador René Juárez Cisneros, es Daniel Pano Cruz en la delegación del ISSTE.
Por su parte el grupo figueroísta se alza con una delegación de estreno para Héctor Vicario Castrejón, la de la nueva Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), dotada de importantes áreas que anteriormente formaban parte de la Secretaría de Desarrollo Social como Vivienda, Hábitat, Rescate de Espacios Públicos y la propia Corett.

Delegado en campaña

Otro figueroísta con menos suerte  (o con mucha si se toma en cuenta el mediocre papel que hizo como candidato perdedor) es Fermín Alvarado Arroyo, a quien le tocó una pizcacha llamada Profeco a donde llevó su folklore campañero al citar no sólo a los medios para que cubrieran su toma de posesión, sino que hasta porra llevó porque al parecer, todavía no se da cuenta que ya no es ni será candidato.
Con esa acción, Alvarado Arroyo es el claro botón de muestra de lo indeseable en las delegaciones federales, cuyo trabajo debe estar separado de sus aspiraciones personales, sus filiaciones partidistas y ganarse las porras de los ciudadanos que ven abusados sus derechos en cada compra que hacen o cualquier servicio que contratan, ¿o qué, va a llevar porra en cada operativo que haga?