José Manuel Gómez |
La política es la continuación de los actos de guerra, por medios
más sutiles pero con consecuencias igualmente brutales. En el arte de la guerra,
Sun Tzu dice que los conflictos son ganados esencialmente por medio del engaño
y la manipulación, la victoria será para quien logre aplicar mejor estos
conceptos en sus estrategias. Los gobiernos y los poderes facticos en todas sus
manifestaciones se lanzan a la construcción de “cortinas de humo” desde el
corazón de los medios masivos, bien para legitimar sus acciones de moral dudosa
o solo para desviar la atención hacia cuestiones mas triviales, en aras de
alienar a las masas que viven en la opresión y la miseria, producto de su
corrupción y sus negros intereses.
Jean Baudrillard se aventura a decir que en el mundo posmoderno no
hay realidad, sino simulacro de la realidad, una suerte de realidad virtual
creada por los medios de comunicación. Por su parte Geovanni Sartori advierte
que un mundo concentrado sólo en el hecho de ver, es un mundo estúpido. El homo
sapiens, dice, que anteriormente se caracterizaba por la reflexión, por su
capacidad para generar abstracciones, se está convirtiendo en un homo videns,
una criatura que mira pero que no piensa, que ve pero que no entiende campo
fértil para que un gobierno con un aparato mediático eficiente pueda sembrar
simulaciones.
El filosofo José Ortega y Gasset comenta en La Rebelión de las Masas
que hoy, el hombre medio posee una enorme cantidad de información a su
servicio, acumula datos pero inversamente a lo que cabría imaginar, es más
hermético, más inflexible en sus opiniones e ideas. Es un sabio-ignorante
incapaz de reconocer, de dejarse orientar por los que verdaderamente tienen un conocimiento
de las circunstancias. Desde el trono de su sala creen que con solo encender la
pantalla de su televisión reciben la verdad absoluta y solo reciben pedazos de
una realidad mutable merced de los caprichos de las elites.
No se trata de una cuestión tan simple como que no se diga la verdad
en los medios, o que nos interesen los cotilleos íntimos de las celebridades, es
acerca de lo que percibimos a diario, y de los elementos de los cuales formamos
nuestras opiniones, al respecto el premio Nobel Mario Vargas Llosa considera
que la creciente banalización del arte y la literatura, el triunfo del
amarillismo en la prensa y la frivolidad de la política son el resultado de una
idea nociva, la de que el fin ultimo de la vida es el gozo y el placer. A este
paso llegaremos al momento en que no podamos distinguir nuestros sueños de
aquellos que se transmiten a través de pantallas de alta resolución.