Hoy en día, hay dizque
periodistas en eventos de gobierno tras el “apoyo” disfrazado de chayote,
embute o dádiva, mismo que ni siquiera se ganan porque no tienen un medio
informativo donde publicarlo, en más, ni siquiera tienen facebook y twitter.
Estas personas solo andan
fastidiando a políticos o funcionarios para que los apoyen, diciéndoles: “Ya te
publiqué”, “Échame la mano”, “Soy madre soltera”, pero ni siquiera saben
quiénes fueron los precursores del periodismo en Guerrero, especialmente en
Chilpancingo o Acapulco, y lo que es más grave, tampoco saben redactar y cuando
intentan hacer una nota, lo hacen con un sinfín de faltas de ortografías.
A pesar de todo, hay toda
una serie de “personajes” que están pendientes de los eventos del día para
interceptar y sorprender al gobernador, al alcalde, al senador, al diputado, al
regidor, a directores, a funcionarios, vamos, ¡a quien se deje! para pedirle
“apoyo”. Estos extorsionadores (debido a que nunca publican algo) exigen de
manera grosera y prepotente, dinero a su “entrevistado” como si les debieran.
Pero lo más chistoso (o
grave) es que hay, tan solo en Acapulco, casi un centenar de “periodistas” que
cada mes acuden a Comunicación Social del Gobierno del Estado a cobrar por
supuestos convenios o apoyos publicitarios, a los cuales se les destina entre
mil y ocho mil pesos. Algunos, más tranzas, hasta se dicen representantes de
“periodistas independientes o democráticos” y exigen al gobierno apoyos de 20
mil y hasta 50 mil pesos.
Esa fuga de dinero (que es
del erario) se da en gran parte por falta de una buena administración en
Comunicación Social. Desde hace mucho tiempo se ha hecho un diagnóstico real y
fidedigno de quienes son los que verdaderamente ejercen el periodismo.
Ni el mismo gobierno sabe
quiénes son los periodistas de Guerrero, si son profesionales, son empíricos o
se han capacitado conforme han desempeñado la actividad. En la nómina de
Comunicación Social desfilan quienes gritan o critican al gobernador o a cierto
funcionario, pero en muchos casos, no se ejerce con honestidad y apegado a las
reglas periodísticas.
Urge resarcir esta anomalía.
Es necesario dignificar al gremio y esperamos que sea lo más pronto posible.
*Reportero,
ex secretario de la Delegación XXV del Sindicato Nacional de Redactores de la
Prensa