@ramiroatondo
O bien esta columna se
podría llamar otra de gobernadores y nos vamos
Escuchar a Granier
alcoholizado presumir su ropa y zapatos, a sabiendas de que el brazo de la ley
no lo alcanzará, no deja de ser sintomático de esta realidad alternativa que
vivimos.
El “nuevo” PRI, el de los
negocios entre cuates, el de los arreglos en lo oscurito que hasta los partidos
de oposición le compran, mientras el país se cae a pedazos.
Bien podríamos establecer
una relación entre la fealdad manifiesta del gober precioso y el ex de Tabasco,
y su infinito apetito por los dineros públicos. Aunque no necesariamente en
muchos de los casos tengan que desviar el presupuesto. Para hacer dinero basta
la posición.
Sería imposible que el hijo
del gober precioso en igualdad de condiciones que cualquier hijo de vecino se convirtiera de verdad en todo lo exitoso
que dice ser, si su padre no hubiera sido gobernador. El éxito radica en la
oportunidad. Si no pregúntenle a los hijos de Martita.
Claro que a él eso le
importa un carajo como lo hace notar en este video:
http://www.youtube.com/watch?v=3k-LAgBzs-Y
Casi lloro al escuchar cuando dice que estar en esa posición (la de
hijo de gober) implica mucho sacrificio, implica muchas responsabilidades (sic)
todos los logros, o éxitos que tengamos nosotros como familia, los minimizan
¿no?
Y luego dice que es pesado estar en este tipo
de posición. Ajá.
Verbo mata carita. Eso lo
entendieron los ex gobernadores hace muchos años. Porque del físico no iban a
vivir. Eso es claro.
Vamos, que todos sabemos que
los políticos abusan de su posición y las cárceles están llenas de gente que
roba un pan y no recibe sentencia por años. Pero aquí el asunto es de
cantidades. Si robas poquito al bote. Si robas mucho al jet set.
Aparte surge el curioso
fenómeno del blanqueamiento de apellidos. Los nietos de políticos famosos por
sus trapacerías hoy son protagonistas de Caras, Quién y Hola. Mi abuelo o mi
padre robó. Yo no tengo la culpa. Sufro las consecuencias desde mi bungaloo en
Suiza.
En México esa es la cultura.
Política igual a dinero a raudales. En una sociedad donde no hay movilidad
social una de las pocas oportunidades está en la política. Que exhibamos su escandalosa riqueza no sirve de nada. No
hay un marco jurídico que permita meterlos a la cárcel y no lo existirá en el
corto plazo.
Lo que nos queda es
organizarnos en pequeñas, medianas, grandes organizaciones ciudadanas donde el
paso a los políticos profesionales esté vetado.
A mí me daría una infinita vergüenza ser vecino de
alguien famoso, sabiendo que mi padre se robó la lana con la que vivo.
¿No les pasará por la cabeza
el qué pensarán esos vecinos de ellos? Porque esos vecinos sí se ganaron su
lana en base a cualidades excepcionales.
Imagino una plática entre ellos:
-¿Y tú como le hiciste para
comprar este depa de diez millones de dólares?
-Inventé un dispositivo
nuevo para regular la calidad del aire, ¿Y tú?
¿Yo? Aun mejor. Soy hijo de
un político mexicano.