domingo, 25 de enero de 2015

ENTRESEMANA Coyotes de la misma loma Moisés Sánchez Limón

Decíamos que en esto de las ambiciones personales por el poder la palabra lealtad es meramente cosmética. Las traiciones son hermanas de la impunidad, moneda de cambio para encubrir y echar bajo la alfombra infamias y diferendos, archivo que cada tres y seis años se desempolva y echa a andar en la guerra de lodo.
La negociación de impunidad ha corrido a cargo de los prohombres de todas las siglas e ideologías. Y, de pronto, quienes transitaron por ámbitos del fundamentalismo y el todo o nada, los ultra que en la elección de 2006 cerraron Paseo de la Reforma, hoy pregonan humildad y honestidad en busca del voto con nuevas siglas pero con las mismas mañas. ¿O no?
El Partido Movimiento de Regeneración Nacional se ha nutrido precisamente de estos dizque luchadores sociales que han transitado por la vida vendiendo espejitos y promesas del Edén, cuando en esos archivos que se encargaron de arrumbar en el supuesto olvido cuando fueron gobierno, tienen toda una colección de ilícitos.
Un ejemplo es Martí Batres Guadarrama, quien como presidente de la Junta de Coordinación Política en la LVIII Legislatura federal de la Cámara de Diputados, desapareció a la Junta de Apoyo Administrativo para ocultar malos manejos presupuestales en los trabajos desarrollados en  el edificio E del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Acusado recurrentemente de malos manejos con fondos públicos, incluso cuando coordinador de la bancada perredista en la Cámara baja, enfrentó un escándalo por jinetear dineros de los legisladores del PRD, a quienes incluso les había negado entregar la parte proporcional del aguinaldo que les correspondía en el año 2000.
Hoy, en calidad de presidente nacional de Morena, insiste en presentarse como ejemplo de honestidad (¿valiente?) de la mano de su jefe político, Andrés Manuel López Obrador, quien igualmente ofrece un mensaje sustentado en la honestidad y olvida la traición al PRD y la negociación de impunidad, porque los prohombres del perredismo no se han atrevido a tocarlo con la hoja de un discurso.
La venta de esa imagen de pulcritud –incluso aparecer en mangas de camisa blanca—habrá quienes se la comprarán, siempre víctimas de la amnesia.
¿Son leales Batres y López? Sus renuncias al PRD estuvieron acompañadas de severas descalificaciones hacia el partido que los encumbró y, en este proceso electoral que se dirimirá el próximo 7 de junio, se aprestan a enviar al perredismo al último sitio en la preferencia del ciudadano que sufraga.
¿Son leales estos diputados del PT, PRD y Movimiento Ciudadano que han renunciado a sus bancadas para integrarse en un remedo de grupo parlamentario bajo las siglas de Morena? Definitivamente no. Son trepadores, oportunistas que han echado sus redes a la mar revuelta del perredismo para acarrear los peces al redil del presidente del Consejo de Administración de Morena.
Es la estridencia y la postura negativa hacia todo lo que se discuta en la Cámara de Diputados, el sello de casa que identifica a estos legisladores que se ofrecen demócratas y presumen no necesitar de prerrogativas para sobrevivir como bancada, cuando no existen como tales porque son un grupo de amigos que cobra sus dietas puntualmente. Así, así, cualquiera se “independiza” y patea al pesebre y desacredita al que le dio nacencia.
Pero, bueno, a esta tarea de los trepadores, impunes y desleales a la causa que los llevó al Congreso de la Unión, presidencias municipales y diputaciones locales, la han azuzado posturas contrarias al sentido común, de la dirigencia nacional perredista, de los ilustres Chuchos que, al unísono de su presidente Carlos Navarrete, se han encargado de desprestigiar al partido y abrir la puerta para que se vaya quien no esté a gusto.
Y se van y se van, entre desleales e impunes convencidos de que sus pillerías no serán aireadas públicamente y mucho menos denunciadas penalmente, porque son coyotes de la misma loma.
O, ¿se atrevería Jesús Ortega a demandar investigar la gestión de Andrés Manuel López Obrador en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal?
¿Alguien sabe el monto de la deuda del PRD nacional? ¿Alguien conoce la declaración patrimonial de Carlos Navarrete, Alejandro Encinas, Martí Batres, Ricardo Monreal y, por citar unos cuantos, Miguel Barbosa Huerta?
Son estos personajes, muestra de la barricada de dizque izquierda que suele demandar cárcel para gobernadores priistas y panistas, la renuncia, incluso, del presidente Enrique Peña Nieto, la rendición de cuentas de gobiernos estatales, mas no comulgan con el ejemplo y, en cambio, transita por la vida política y de la administración pública en la impunidad. Se cubren la espalda y salen a gritar supuestas pillerías ajenas.
Por eso llama la atención que el diputado federal y ex secretario General del CEN del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, haya exigido a Carlos Navarrete Ruiz “no echarle más leña al fuego”, que sume y no reste militantes.
¡Vaya!, Sánchez Camacho –afín a la corriente bejaranista-- pidió a Navarrete ser prudente con sus declaraciones. Coyotes de la misma loma. ¿Y votarán por ellos? Digo.
LUNES. Para entregar distribuidores viales que mejoran la conectividad, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, estuvo en la semana pasada en Puebla, Estado de México y Morelos donde informó que en la administración del presidente Peña Nieto se entregarán 46 nuevas autopistas, con una inversión de 120 mil millones de pesos, de las cuales 13 ya se inauguraron. Y sí, el gobierno Federal desarrolla uno de los programas nacionales de infraestructura en materia de comunicaciones y transportes más ambiciosos. La SCT informó que hay una inversión sin precedente de más de 1.5 billones de pesos; en estos momentos se realizan cuatro mil 900 obras en toda la República Mexicana. Eso no es rollo, las obras están ahí. Decía el slogan, y decía bien, las buenas noticias también son noticia. O lo que es lo mismo, no todo es negativo. Conste.

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