Andrés
Manuel López Obrador sabe perfectamente que su última
oportunidad para ser presidente de la República es en 2018. Si no logra vencer
al PRI y al PAN tendrá que irse a “La Chingada” (su rancho querido que se ubica
en Palenque, Chiapas).
Sin lugar a dudas es el
eterno candidato, el más conocido, el más perseverante.
Así como tiene cualidades,
también tiene flancos débiles.
El
gran problema que tiene es su desmedida soberbia.
Hay quienes le han retirado su apoyo, ya que no sabe escuchar. La distinguida
escritora Elena Poniatowska le ha dicho que es “un terco” y que no escucha a
nadie.
Político que no sabe
escuchar representa un serio peligro para un país y sus instituciones. López Obrador es un autoritario y si llega
al poder se corre el riesgo de tener a un dictador, al estilo Nicolás Maduro,
presidente de Venezuela.
Tiene un discurso que
atrae a sectores sociales vulnerables y a empresarios que no han sido
privilegiados en los gobiernos panistas y el de Enrique Peña Nieto.
Líopez Obrador o “El Peje”
–así le llaman algunos– se ha aliado también con organizaciones como la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), a la que
pertenecen miles de docentes que no se presentan a sus aulas a impartir clases
y que han generado vandalismo en estados como Oaxaca, Michoacán y Guerrero.
Presume
que sólo él puede salvar a México de sus desgracias, que nadie más que él tiene
la varita mágica para instalar un gobierno amoroso y que vea realmente por los
desposeídos.
Pero, ¿cómo pretende
instalar un gobierno amoroso si todo el tiempo proyecta odio hacia sus
semejantes?
Cada
vez que puede manda al carajo a las instituciones,
pero olvida que una institución (el Instituto Nacional Electoral) le concedió
el registro a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) como instituto
político. No cabe duda que es un político incongruente con lo que dice y hace.
Durante varios años no ha
trabajado, pero eso sí, ha recorrido todo el país. ¿Y de dónde saca dinero para
hacerlo? Muy sencillo, vive de los impuestos que pagamos los contribuyentes.
Es bueno para cuestionar y
criticar a sus adversarios de postular a personajes ligados con el crimen
organizado y de pertenecer a la mafia del poder. El Peje olvida que él impulsó a José Luis Abarca Velázquez a la Alcaldía de Iguala, quien
actualmente se encuentra recluido en el penal de máxima seguridad de El
Altiplano, por ser el presunto autor intelectual de la desaparición de 43
normalistas de Ayotzinapa, la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre
de 2014.
Así las cosas con el
eterno candidato a la Presidencia de la República.
Comentarios:
E-mail:efrain_flores_iglesias@hotmail.com;
Facebook:
Efraín Flores Iglesias;
Twitter:
@efiglesias