domingo, 10 de abril de 2016

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos

LOS ALCALDES DE TLAPA Y DE Cocula, el primero del PRI, y el segundo del PRD, tienen algo en común. No les costó el cargo como a los otros 79 del estado, pues no hicieron campaña para ello, en razón de que ellos no eran los candidatos. En consecuencia, ninguno de los dos hizo compromisos con la gente de los pueblos que gobiernan.

Y es que ambos ocupan el cargo de presidente municipal por la ausencia del titular, es decir, porque no están los que ganaron la elección del 7 de junio pasado. El de Tlapa se murió cuando era alcalde electo, y el de Cocula está preso por preguntas ligas con la delincuencia organizada, según las autoridades de la PGR.

En efecto, Noé Abundis García llegó a la presidencia municipal de Tlapa, y en la que se afirma se está despachando con la cuchara grande, gracias a que se murió, de manera repentina, Javier Morales Prieto. El hoy alcalde era el suplente. Es decir, el de relleno.

Por su parte, Carlos Alberto Duarte Bahena, ocupa el cargo de presidente municipal, gracias a que el titular, Erick Ulises Ramírez Crespo, está preso en una cárcel federal, acusado de ligas con la delincuencia organizada. También era el suplente.

Sin embargo, a pesar de que llegaron al cargo sin ningún compromiso con los pueblos que gobiernan, ciertamente hay mucha diferencia entre ellos. Por supuesto, mucho tiene que ver su formación, y claro, el compromiso que tienen con el pueblo.

El de Tlapa, por ejemplo, quien asumió el cargo de presidente municipal el 30 de septiembre pasado, no solo es un fracaso como tal, sino una vergüenza para el pueblo tlapaneco y para su partido, pues aparte de inútil, eso dicen, es un completo borracho, y por supuesto, un sujeto ávido de dinero.

No por nada el gobernador del estado no va a Tlapa, y eso que es el “Corazón de la Montaña”. Los eventos de trascendencia los ha realizado en Olinalá, y si bien va a la región, visita otros municipios, pero no el que gobierna, o mejor dicho, mal gobierna Noé Abundis; a menos que vaya una autoridad federal.

Y no es para menos. Lo primero que hizo el alcalde, nada más llegar al Palacio Municipal, fue incrementarse el salario, al igual que los regidores, pues de 50 mil pesos que ganaban antes, ahora el presidente municipal gana 150 mil al mes, y los regidores 120 mil. Es decir, tanto Noé Abundis como el síndico y los regidores que integran el Cabildo, llegaron con hambre de dinero.

Por supuesto, como decía el entonces gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, los funcionarios públicos deben ganar bien “para que no roben”, y para que hagan bien su chamba, pero resulta que ni lo uno ni lo otro. Ni trabaja, y en consecuencia no entrega resultados, ni maneja los recursos con transparencia, responsabilidad y honestidad a favor de los tlapanecos.

¿Y cómo va hacer lo uno y lo otro si, como bien dicen, se la pasa en los bares de Chilpancingo, o de Acapulco? ¿Cómo si no tiene la menor idea, ya no de gobernar un municipio, sino administrar los recursos, con decencia y honestidad los recursos que le llegan? Claro, nos referimos en favor del pueblo, porque de ser un hombre que no tenía dinero, hoy es el nuevo rico de Tlapa. Ojalá y las autoridades se den una vueltecita por ese municipio.

Lo contrario es el alcalde de Cocula. Cierto es que Carlos Alberto Duarte Bahena,  tiene unos cuantos días de haber tomado el cargo, y si bien no ha sacado las uñas, al menos al asumir la responsabilidad de presidente municipal se comprometió a trabajar incansablemente y de manera responsable a favor de los pueblos que hoy gobierna. Cocula, dijo, no solo es violencia, sino también trabajo y ganas de salir adelante, “y en eso nos vamos a enfocar, porque el pueblo lo merece”.

Al menos del edil Carlos Alberto Duarte Bahena, hay un compromiso. Y sin duda, también va hacer negocios con el presupuesto destinado para el desarrollo de Cocula, pues como diría mi compadre, ni que fuera tonto para no hacerlo, pero hay de ratas a ratas, de bandidos y bandidos, y aunque es el mismo delito robarse poquito que robarse mucho, yo le voy a los primeros, aunque los segundos son cínicos, desvergonzados y perversos. Al fin que, es muy cierto, hasta ahora no hay ningún alcalde, o ex alcalde metido en la cárcel por cuatrero.

Y EN OTRO ASUNTO, YO CREO que Vidulfo Rosales se apendejó al reconocer que los 43 normalistas, desaparecidos el 26 de septiembre del 2014 en Iguala, están muertos. Digo, si ese es el negocio del momento, cómo es que lo van a dejar que se les termine así como así? Quienes han seguido el caso saben que diversas organizaciones, incluida Tlachinollan, a la que pertenece el abogado, a quien le gusta litigar en los medios de información, sabe que la desaparición de los estudiantes ha dejado buenos dividendos, incluidos los que integran el GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes) que a través de la CIDH han cobrado al menos dos millones de pesos.

En fin. Hay quienes dicen que todos tenemos cinco minutos de ..., y creo que a Vidulfo Rosales lo entrevistaron en ese momento.


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