Una de dos o el PRD se
siente muy seguro de ganar las elecciones del próximo 7 de junio en 13 estados
de la República, o de plano las da por perdidas y por eso su dirigente nacional
Agustín Basave Benítez se da el tiempo para venir a Acapulco a tender cortinas
de humo sobre la ola de inseguridad para tratar de exonerar al alcalde Evodio
Velázquez Aguirre de su responsabilidad constitucional.
Reconocidos analistas
políticos ven muy viable que el PRI gane en más de la mitad de los 12 estados
donde se elegirá gobernador –en Baja California sólo se eligen Ayuntamientos y
diputados-, esto tomando en cuenta qué partidos o coaliciones ganaron en 2010 y
qué porcentaje obtuvieron en la reciente jornada para diputados federales.
Los estados donde se
augura que el tricolor tendría prácticamente ganada la elección son Chihuahua,
Tamaulipas, Zacatecas, Hidalgo, Tlaxcala, Quintana Roo y, Durango.
Lo que está en juego son
12 gubernaturas, 955 ayuntamientos, 239 diputaciones locales y 149
plurinominales. No es poca cosa.
Por eso el secretario de
Operación Política de la dirigencia nacional del PRI, Manuel Añorve Baños,
canceló su asistencia a un importante evento de la dirigencia estatal que se
realizó en Acapulco el pasado fin de semana, para trabajar en el respaldo a la
estructura de esas entidades. Se sabe que estuvo en Tlaxcala apoyando al
candidato Marco Antonio Mena Rodríguez.
Por eso sorprende que
Basave se haya tomado su tiempo para venir a decir que Evodio no tiene vela en
el entierro de los acapulqueños asesinados en lo que va de su gobierno y, que
se le pretende responsabilizar como parte de un golpeteo de su otrora aliado
Movimiento Ciudadano que “ya se pasó de la raya”.
Pero asombra más que a un
par de días el dirigente estatal Celestino Cesáreo Guzmán declare a los medios
que el PRD no busca “revivir el pleito con un partido que sólo tiene el 6 por
ciento de los votos en el estado”. ¿Cómo fue que vino entonces su dirigente
nacional en persona a hacer declaraciones contra ese partido? ¿Para qué si no
tenía importancia?
La única explicación para
haber avivado la discordia con sus ex aliados es tender una cortina de humo
sobre la inseguridad de la que se pretende deslindar al gobierno municipal. ¡De
ese grado es la desesperación!
Un dato duro que revela el
por qué, es que la Secretaría de Seguridad Pública reportó haber realizado mil
145 operativos y 62 mil 330 revisiones en las que no decomisó una sola arma,
pese a los 117 homicidios y 49 personas lesionadas con armas de fuego en ese
par de meses, lo que habla del fracaso en la prevención del delito.
Mientras en el
Ayuntamiento de Acapulco se le da más importancia a la disputa con sus ahora
adversarios políticos -a la grilla pues- que a los temas que realmente
interesan y afectan la vida de los ciudadanos.
Acapulco no es el único
municipio con problemas financieros o de inseguridad, tampoco el único
gobernado por un político joven. Vemos en Chilpancingo, por ejemplo, a Marco
Antonio Leyva Mena, que pese a enfrentar la misma problemática no se distrae en
pleitos de redes sociales o en andar trayendo a Manlio Fabio Beltrones para que
lo justifique.
Chilpancingo es además la
sede de las protestas sociales. Esta semana Leyva destrabó el conflicto de la
toma de pozos de agua en Mochitlán, y cuando fue amenazado por delincuentes no
se quedó callado y puso su denuncia ante la PGR.
Hay mucha diferencia de
modos, estilos y madurez política.
De tal manera que la
visita de Agustín Basave nos deja claro que el PRD está haciendo agua y busca
desesperadamente su salvavidas en Acapulco, aunque al parecer el chaleco se les
desinfla solo.
jalepezochoa@gmail.com