jueves, 16 de mayo de 2019

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias ¿Esteban y el moribundo PRI?



Mientras en Morena y el PRD prevalece una lucha interna por el control de sus dirigencias en el estado de Guerrero, en el PRI se percibe unidad y trabajo rumbo a las elecciones de 2021.
Su dirigente, Esteban Albarrán Mendoza, hace su mejor esfuerzo para entregar buenas cuentas a los militantes de su partido. Y no sólo eso, desde que asumió las riendas del PRI ha privilegiado siempre el diálogo con todos los sectores y grupos políticos.
El también ex alcalde de Iguala y ex senador de la República, no es un político improvisado. Sabe en dónde está parado y hacia dónde debe de ir el tricolor para mantener el poder en Guerrero.
Diariamente se le ve activo. Si no es en Acapulco, se le ve en la región de Tierra Caliente o en la Montaña encabezando importantes reuniones con la finalidad de tener contacto directo con los comités municipales y los líderes naturales.
Albarrán Mendoza ha manifestado que los recorridos que ha hecho en los municipios son para detectar y anotar a posibles liderazgos que puedan encabezar candidaturas para la próxima elección.
El pasado lunes 13, por ejemplo, estuvo en Chilapa de Álvarez, para sostener una reunión de trabajo con la estructura política de este municipio, para platicar sobre la importancia de la jornada nacional de afiliación y refrendo de la militancia, y así conformar un padrón confiable de cuántos y quiénes son los priistas en activo.
En algunos de sus recorridos, es acompañado por la secretaria general, Gabriela Bernal Reséndiz e integrantes del Comité Directivo Estatal de dicho instituto político.
Hay quienes aseguran que el PRI está en el peor momento de su historia o en agonía. Tal vez hace un año el efecto AMLO casi lo borró del mapa político en otras entidades del país, pero en Guerrero el tricolor sigue vivo, a tal grado que gobierna en 22 municipios, mientras que el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador gobierna en 16.
Y de los 16 municipios que gobierna Morena, hay que decirlo, no todos son cien por ciento lopezobradoristas, sino del grupo del ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, mismos que regresarán al redil o la casa política al que pertenecen.
El gran problema de Morena es su desorganización y en depositar sus esperanzas en un mesías para ganar elecciones.
En 2018, no olvidemos, varios personajillos postulados como candidatos de Morena se beneficiaron con el triunfo de AMLO. Y por eso ahora cobran como senadores, diputados y presidentes municipales.
Para las elecciones de 2021 tendrán que hacer campaña por su propia cuenta. Algunos siguen envalentonados y muy seguramente querrán reelegirse o competir por otro cargo.
Las encuestas no mienten. Morena va en caída libre. Y lo mismo pasa con la popularidad de López Obrador.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio, Luis Octavio Arias, director de la casa encuestadora Arias Consultores, dio a conocer que Morena tenía una aceptación del 50 por ciento en las pasadas elecciones presidenciales, pero hoy “es el 38 por ciento”.
Perder 12 puntos no es una buena señal para Morena, pero es entendible que un importante sector que votó por dicho instituto político esté decepcionado por la forma en que López Obrador gobierna al país.
En Guerrero también se percibe la molestia de algunos sectores que apoyaron a Morena, especialmente, la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) y cientos de trabajadores federales que han sido despedidos por el gobierno de la “Cuarta Transformación”.
Mientras Morena sigue con sus pleitos internos y en lento aprendizaje para gobernar en algunos municipios, el PRI se mueve y fortalece su estructura para las elecciones que vienen.
Incluso, en el Congreso local, en donde sin tener mayoría ha dado la batalla desde la tribuna y a la hora de votar importantes propuestas.
Y la dirigencia estatal de Morena sigue acéfala. No tiene un dirigente formal. El secretario general, Marcial Rodríguez Saldaña, no acepta a Nora Vázquez, a quien pretenden imponer desde el centro del país.
La elección de 2021 se pondrá interesante en Guerrero, ya que mientras otros se pelean por cargos partidistas, otros se organizan para mantener el poder.

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