Dos son los
pecados capitales del H. Ayuntamiento de Acapulco: uno la obesidad de la nómina
y el segundo, el saqueo, tal cual epidemias o mejor dicho “endemias” que azotan
además, al resto de los 81 municipios de la entidad, que aparte del paradisiaco
puerto y playa, el resto de los municipios se encuentran y siempre se han
encontrado en la inopia financiera y dentro de la barbarie e ineficiencia
administrativa pública.
Luis Walton
Aburto a tomado como empresario que es, el tema de la obesidad administrativa
que padece el H. Ayuntamiento de Acapulco, con más de 8,400 (ocho mil cuatrocientos) empleados, en una creciente que el propio edil
acapulqueño se ha propuesto detener, no solo eso, sino contener, ponerle un
“hasta aquí” y disminuir lo más posible la nómina, que se “traga” cerca del 55
por ciento del presupuesto anual, al rebasar los más de un mil doscientos
millones de pesos que se pagan en nómina.!!!, por lo que como lo expresará él
síndico administrativo, Armando Tapia, “es urgente cortar la nómina “hasta en
un 50 por ciento”.
Cuando y expresado por él mismo Alcalde
acapulqueño, el H. Ayuntamiento de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, su nómina
no rebasa los cinco mil trabajadores, y con un presupuesto diez veces mayor que
el de Acapulco.
El caso de
Acapulco es el resultado de la perversidad política, resultado de los
compromisos políticos, de uno y otro partido que han tenido en sus manos la
administración municipal de Acapulco, pues la historia no nos dejará mentir,
así al final de la primera administración como edil suplente de Juan Salgado
Tenorio, allá por el año de 1997-2000, Manuel Añorve Baños, dejó un
Ayuntamiento con cerca de 4,600 empleados, lo que fueron aumentando paulatinamente en las
administraciones municipales de Zeferino Torreblanca Galindo, a cerca de 5,
400. Con Alberto López Rosas, la curva siguió ascendiendo hasta cerca de los
6,200, y con quien tuvo su mayor desorden fue con Félix Salgado Macedonio, quien
no se detuvo e inflo la nómina hasta la estratosfera, hasta llegar a superar
los 7,500 empleos.
La rudeza
con que se señala el aumento de personal en la administración del ex alcalde
Manuel Añorve Baños, tiene que ver más con el “desfalco administrativo”, con
los grandes “faltantes”, que en algún lugar tiene que estar, pues si bien la
curva ascendió hasta los 8, 400 trabajadores, por las plazas entregadas al
final de su administración, fue el quebranto ocasionado por la exalcadeza
suplente Verónica Escobar Romo, “exonerada por Luis Walton” , la responsable
directa, de la pérdida de control de las finanzas, amén del desaguisado lapso
de José Luis Ávila Sánchez, que igual se sirvió con la “cuchara grande”.
¿Revisar una
por una las bases entregadas?, apuradamente señaló el secretario general del
SUSPEG, David Guzmán Sagredo, después de la reunión con el edil acapulqueño,
Luis Walton Aburto, escapándose de sus
responsabilidad, cuando son ellos los secretarios generales de las secciones
19, (Saneamiento Básico) que dirige, Fernando Vásquez Bustos: 24, Fernando
Castrejón de la Mora; de la 35, José Cabrera Montufar, y la 56, Fidel Miramón
Ortiz, los más interesados en aumentar su
capital humano-sindical, pues en
ello radica su fuerza. O si no por qué la sección de Saneamiento Básico cuenta
con más de 1,600 sindicalizados, de los cuales están día con día activos, no
más de ochocientos?
Y se lava
las manos al expresar que, “No es culpa de la organización sindical, nosotros
únicamente velamos por el derecho de los trabajadores que están sindicalizados,
que están afiliados a nosotros”, y agregó, de los despidos indicó que se pueden
dar “pero, que no se toquen los intereses de los trabajadores que están con
nosotros”. Y así hasta el infinito. Pero de acuerdo al edil chilpancingueño,
Mario Moreno Arcos , él, como el propio Luis Walton revisaran las bases que se
entregaron y en los casos que se pueda dar marcha atrás, se hará, porque la
nómina del Ayuntamiento es obesa y necesita disminuirse para poder hacer obra
pública.
El propio
Sindico Administrativo, Armando Tapia, aseguro, que “no es posible soportar la
carga de esa nómina, que agrede los sentidos de la más elemental administración
pública”, que lleva al caos esta administración por lo que la misma se debe de
adelgazar cerca del 50 por ciento, para trabajar holgadamente, y aún así el
daño social tardara mucho en sanar.
Del resto de los municipios, como
Chilpancingo, Igualapa, Zihuatanejo.
Taxco, Ayutla, Zirándaro, Tlapa, Ometepec, Chilapa, Teloloapan, Petatlán, etc.
etc. con graves problemas que no son en su mayoría rumores como pretende
justificar el propio Guzmán Sagredo, cuando la Auditoría Superior del Estado,
cuenta con los recursos de prueba suficientes de cada Ayuntamiento para
deslindar responsabilidades administrativas y en su caso hasta penales.