REFORMA
Ciudad de México (24 octubre 2012).- Investigadores de la UNAM y del Instituto Nacional de Salud Pública señalaron que la autorregulación que empresas realizan sobre la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a niños no ha logrado detener el daño que están generando a su salud, por lo que es necesaria una regulación del Estado.
"Es urgente e inaplazable que el Estado desarrolle una regulación que vele por los derechos de la infancia, de la salud y la alimentación adecuada", dijo Florence Theodore, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública en conferencia de prensa.
Señaló que el Código de Autorregulación de Publicidad de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas (Código PABI) no cumple con la protección de prácticas publicitarias de protección a menores de 12 años.
"Se evidencia que los términos establecidos del Código se distancia de las recomendaciones internacionales y no protegen al público infantil del impacto de la publicidad, por eso se requiere desarrollar desde el Estado una regulación sobre esas prácticas", afirmó.
Por su parte, Carola García Calderón, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, señaló que es innegable que con el atractivo de los mensajes publicitarios y los altos volúmenes que se destinan a promover estos alimentos, el crecimiento de su consumo está repercutiendo en la dieta de mexicanos.
Señaló que el problema de la obesidad no puede atribuirse únicamente a la publicidad, pero sí en parte importante, pues la política en materia publicitaria nunca limitó el ejercicio de esa actividad.