martes, 5 de marzo de 2013

LA LUDOPATÍA, MAL “INVISIBLE” AL ALZA

Un mal invisible: La ludopatía, problema de salud pública
Soledad, insatisfacción e intolerancia a la frustración favorecen su desarrollo
Es un tonto que va a regalar su dinero, es la percepción social que se tiene del jugador, destaca el experto Carlos del Moral
Sin embargo, no es así
      
Un jugador patológico afecta de 15 a 20 personas a su alrededor, a las que debe dinero, les sigue pidiendo prestado y al final se vuelve una carga muy pesada que nadie quiere llevar. Las imágenes de esta página y la siguiente fueron captadas en Las VegasFoto Fabrizio León Diez
La Jornada
Soledad, insatisfacción con la vida, poco control de impulsos e intolerancia a la frustración son algunos de los factores que favorecen el desarrollo de la ludopatia, afición por los juegos de azar que, a pesar de ser invisible, es creciente y ya es un problema de salud pública en el país.
Recientemente el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-V), incluyó la ludopatía entre las adicciones por sus similitudes en la expresión clínica, origen, comorbilidad física y tratamiento con el resto de adicciones al alcohol, tabaco y drogas ilegales.
Las razones del incremento del juego patológico pueden ser distintas, pero una fundamental ha sido el aumento de los centros de juegos y apuestas, mejor conocidos como casinos, afirma Carlos del Moral, director del Centro de Atención de Ludopatía y Crecimiento Integral.
Con más de 10 años de experiencia en el tema, Del Moral asegura que si la ludopatía se ha mantenido invisible es más bien porque nadie la quiere ver, pues hay muchos intereses. Existe la percepción social de que el jugador es un tonto que va a regalar su dinero. Pero no es así, aseguró.
Enfermedad que puede ser grave
La ludopatía es una enfermedad y puede alcanzar niveles de gravedad extrema, incluso letales. Un jugador patológico afecta de 15 a 20 personas a su alrededor: a las que les debe, les sigue pidiendo prestado y al final se vuelve una carga muy pesada que nadie quiere llevar.
No se habla de eso ni de que al menos 60 por ciento de las utilidades de los casinos proviene de los ludópatas, en su mayoría mujeres, que son los que van a diario, calladitos, a gastar su dinero, a jugar y perder y perder, insiste el experto con formación en sicología, en particular en logoterapia.
Hasta septiembre de 2012, la Dirección de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación tenía un registro de 359 establecimientos en operación y 679 más ya con permiso del organismo y a la espera de autorización de apertura por parte de los municipios.
Además, están los cien negocios que fueron aprobados apenas unos minutos antes de que terminara el gobierno de Felipe Calderón.
No existen estadísticas oficiales, pero las autoridades del sector salud estiman que de 1 a 3.4 por ciento de la población tiene problemas con su forma de jugar. Sólo en Nuevo León, entidad con la mayor cantidad de casinos, 39 oficialmente, existe un registro de 173 personas que cumplen con los criterios clínicos de la ludopatía, señala el documento Consideraciones generales hacia la prevención y la atención del juego patológico en México.
El libro, presentado en noviembre pasado, es el primer esfuerzo institucional en el que se reconoce la existencia del problema y se plantean las alternativas de prevención y atención. Fue elaborado por la Secretaría de Salud (Ssa), por medio del Consejo Nacional contra las Adicciones y la Secretaría de Gobernación, luego del atentado en el casino Royale de Monterrey, donde murieron más de 50 personas, de las que 35 eran mujeres, pero hasta ahora todo se ha quedado en el papel, afirmó Del Moral.
Nada se ha hecho
Salvo distribuir el libro a los Centros Nueva Vida, no se ha hecho nada a pesar del compromiso de los funcionarios por impulsar campañas con carteles, folletos y formación de especialistas en el manejo de la ludopatía, señaló.
En entrevista, Del Moral explica que para el jugador patológico no hay límites. Nunca es suficiente. Si ganan quieren más y más. Viven en una situación de inconsciencia y su enfermedad va de la mano con el pensamiento suicida. La razón: llegan a tener deudas tan grandes que su única opción es quitarse la vida. El especialista recuerda a uno de sus pacientes, que acumuló pérdidas por 10 millones de pesos en tres años. ¿Cómo lo iba a resolver?
Para ser ludópata se necesitan ciertas características, algunas como las ya mencionadas y, particularmente, ser obsesivo compulsivo, porque algunos van, pierden 200 pesos y dicen en mi vida vuelvo. Me cuesta mucho trabajo ganar el dinero para ir a tirarlo a un casino.
Para los jugadores patológicos, en cambio, su vida gira en torno al juego, el cual se vuelve más importante que la familia, el trabajo, el sexo y cualquier otra cosa. Generalmente los familiares se percatan de la enfermedad porque el paciente se vuelve mentiroso, anda de mal humor, duerme mucho o no lo hace, come en exceso o casi nada.
Del Moral explica que, al igual que las adicciones a sustancias legales o ilegales, el juego engaña a la mente con un placer inmediato y cuando pasa viene el síndrome de abstinencia y una serie de enfermedades sicosomáticas.
El Centro de Atención de Ludopatía y Crecimiento Integral proporciona atención especializada para el control del padecimiento. Mayores informes en los teléfonos 5571 0723 y 044 55 1629 6553 o en la página de Internet ludopatia y crecimiento integral.