No podemos regocijarnos por
la aprehensión de los cuatro maestros de la CETEG trasladados de inmediato a
penales e Veracruz y Nayarit ni sentirnos contristados, porque tuvieron tiempo
suficiente para recapacitar sus actos.
En contraparte, tampoco
podemos aplaudir la 'decisión' del Gobierno del Estado para ordenar la captura
sólo de cuatro de los implicados en las 39 órdenes de aprehensión que se tienen
contra los beligerantes de la educación desde semanas anteriores, porque es
obligación del estado proteger los derechos de los ciudadanos cuando estos son
atacados, vulnerados, y anteponer el paternalismo para verdaderos actos de
injusticias que de esos casos están llenos los archivos de la Procuraduría
General de (in)Justicia del Estado. Los cetegistas han causado mucho daño a
Guerrero, al patrimonio de muchas familias, a los derechos civiles y
constitucionales de los guerrerenses; pero sobretodo, han vituperado,
pulverizado la autoridad del Poder Ejecutivo de Guerrero.
Apenas si se estaban
tardando las autoridades en comenzar con la 'cacería' de estos forjadores de la
educación que obligan a padres de familia a pagarles cuotas para que sus hijos
tengan derecho a una educación que por ley es gratuita; y no conformes con eso,
someten a niños y jóvenes a exámenes rigurosos para poder aprobar sus materias
con el objetivo de corromper la educación, porque de todos es sabido que tras
de un examen reprobado viene la coacción, el chantaje económico. Por eso justo
que ellos también acepten ser evaluados para que sus alumnos no salgan de las
aulas a tomar las calles, los palos, tubos y piedras para quemar y romper
edificios para rebelarse a un examen que sirve a todos: a ellos mismos, a sus
alumnos, al progreso social de Guerrero.
Cuando el gobernador del
estado haya cumplido con su obligación de hacer respetar el estado de derecho
de Guerrero y con su obligación de proteger los derechos de sus gobernados,
antes de sentir lástima por unos cuantos vándalos escudados en la máscara de
maestros para que nadie los toque, que no dude Ángel Aguirre que sólo entonces
'casi' todo el pueblo, incluidos sus adversarios, le aplaudirán de pie.
Sin daños a terceros.
Ángel Blanco.
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