jueves, 2 de mayo de 2013

O ¿APLAUDIR O GEMIR? Por Ángel Blanco



No podemos regocijarnos por la aprehensión de los cuatro maestros de la CETEG trasladados de inmediato a penales e Veracruz y Nayarit ni sentirnos contristados, porque tuvieron tiempo suficiente para recapacitar sus actos.

En contraparte, tampoco podemos aplaudir la 'decisión' del Gobierno del Estado para ordenar la captura sólo de cuatro de los implicados en las 39 órdenes de aprehensión que se tienen contra los beligerantes de la educación desde semanas anteriores, porque es obligación del estado proteger los derechos de los ciudadanos cuando estos son atacados, vulnerados, y anteponer el paternalismo para verdaderos actos de injusticias que de esos casos están llenos los archivos de la Procuraduría General de (in)Justicia del Estado. Los cetegistas han causado mucho daño a Guerrero, al patrimonio de muchas familias, a los derechos civiles y constitucionales de los guerrerenses; pero sobretodo, han vituperado, pulverizado la autoridad del Poder Ejecutivo de Guerrero.

Apenas si se estaban tardando las autoridades en comenzar con la 'cacería' de estos forjadores de la educación que obligan a padres de familia a pagarles cuotas para que sus hijos tengan derecho a una educación que por ley es gratuita; y no conformes con eso, someten a niños y jóvenes a exámenes rigurosos para poder aprobar sus materias con el objetivo de corromper la educación, porque de todos es sabido que tras de un examen reprobado viene la coacción, el chantaje económico. Por eso justo que ellos también acepten ser evaluados para que sus alumnos no salgan de las aulas a tomar las calles, los palos, tubos y piedras para quemar y romper edificios para rebelarse a un examen que sirve a todos: a ellos mismos, a sus alumnos, al progreso social de Guerrero.

Cuando el gobernador del estado haya cumplido con su obligación de hacer respetar el estado de derecho de Guerrero y con su obligación de proteger los derechos de sus gobernados, antes de sentir lástima por unos cuantos vándalos escudados en la máscara de maestros para que nadie los toque, que no dude Ángel Aguirre que sólo entonces 'casi' todo el pueblo, incluidos sus adversarios, le aplaudirán de pie.
Sin daños a terceros.

Ángel Blanco.
wwww.efectoespejo.com