miércoles, 30 de julio de 2014

Clase política vende Patria Por Gaby Carmona Astudillo

La clase política mexicana sigue llevando acabo las viejas practicas de sus antepasados, cuando los mexicas al enterarse de la llegada de los españoles y que ingenuamente creían que era el Dios Quetzalcóatl quien había amenazado con regresar triunfante para vengarse, estos los recibieron con enormes ofrendas de oro,  lo que llevó a los españoles a creer que en México había una enorme riqueza y empezó el saqueo, el cual está vigente hasta nuestros días.
Sin el derramamiento de sangre de esa época, hoy en día, el gobierno de México en complicidad con su clase política, le han dado la espalda al pueblo que los eligió y  han puesto en bandeja de plata,  con las nuevas reformas aprobadas,  las riquezas naturales que tiene nuestro país, especialmente los yacimientos petroleros esos  que el mismo gobierno de todos los tiempos, nos hizo creer que era propiedad de todos los mexicanos.
La historia de México está llena de traiciones y sumisión al poder del dinero, así lo dicen los libros o por lo menos así lo plantea la historia narrada por los españoles, casi en su mayoría. La historia que nos toca vivir está inmersa en el temor, el miedo, las traiciones, las deslealtades y los intereses económicos, que nos importa que no coman en la casa de enfrente si en la mía hay comida para varias generaciones de hijos y nietos, ese parece ser el principal interés de los políticos de hoy en día.
De esas reformar aprobadas, en donde el gobierno de México le está entregando a los extranjero toda la riqueza que hay en nuestro país, de todo lo que se dice y se hace en el Senado de la República, la Cámara de Diputados y los respectivos Congresos Locales, ¿cuantos de esos representantes populares realizaron consulta alguna con sus representados?,¿ a cuantos de ellos les informaron el sentir del voto que emitirían?, estoy segura que nadie hizo eso, porque primero está el interés personal económico de ellos y después ellos y a lo último ellos.
Los votos emitidos de los representantes populares han estado desde siempre al servicio del poder y del dinero, porque es mejor llevarse un dinero a sus cuentas personales, que en emitir un voto en contra que le de la confianza de sus electores y estos le reconozcan para futuros cargos.
Pero si a la actitud asumida por los senadores y diputados, se le agrega, la actitud complaciente, omisa y agachona de los mexicanos (no de los políticos) por defender nuestras riquezas y nuestra identidad, está claro que el miedo se ha apoderada de los ciudadanos por perder, no solo la vida sino lo poco o mucho que ha hecho en su vida. Enfrentarse con el poder es más fuerte , sin duda alguna.
 El miedo se apodera de los mexicanos por protestar, por exigir,  “marchan los rijosos, los que no tiene nada que hacer, los que buscan algo” me dicen con frecuencia cuando les pregunto. Los mexicanos somos hijos de la mala vida, del ahí se va, del valemadrismo y del sospechosismo.
No esperemos que baje la luz,  no esperemos que baje el gas, y quien diga lo contrario miente, recordemos que ya nos dijeron que la gasolina no bajará ni con ésta reforma ni con nada, que la reforma educativa no es más que una reforma laboral y cuando se empiece a aplicar, entonces los que han dormido el sueño de los justos gritarán en silencio porque no tendrán el valor de salir a las calles para exigir y menos para iniciar una revuelta.
Así como los Mexicas le tuvieron miedo al regreso del Dios Quetzalcóatl y se entregaron de lleno a los españoles, así seguiremos estando los mexicanos, permitiendo que el gobierno de éste país y su clase política terminen de vender lo último que queda: su territorio, del cual ojalá que nunca lleguemos a ser expulsados de nuestro propio terreno ¿A caso sigue siendo nuestro? Veremos que pasa.