- Los menores expondrán junto con sus padres, algún ejemplo de alimentos y bebidas saludables
Educar a los menores de edad en qué consiste una alimentación saludable y cómo reconocer la llamada comida chatarra es fundamental para obtener una vida con buena salud, por lo que el Instituto Mexicano lleva a cabo el Taller de Alimentación Saludable.
Niños de cinco a 16 años de edad, que participan en el Curso Vacacional Recreativo 2014, que se imparte en el Centro de Seguridad Social (CSS) Acapulco, se han integrado a esta actividad, la cual requerirá también la participación de padres de familia, quienes se unirán a exposiciones de una buena alimentación.
La responsable del Taller, Estrella Bello Navarrete explicó que la orientación alimenticia es aceptada por los niños y jóvenes, pues distinguen cuáles son los alimentos que los afectan y que pueden generarles problemas para su salud.
“Orientarlos a qué comer, la importancia de alimentarse saludablemente tiene que ver precisamente con que sea feliz, porque no está uno enfermo, esta parte es muy importante, hacer esta conciencia, ellos conocen qué es la comida chatarra, pero también tiene que ver con que yo me la como, entonces porque la sigo comiendo, me gusta, por qué tengo que dejarla de comer”, expresó.
Explicó que en el curso-taller, “alimentación saludable” enmarca la estrategia institucional para prevenir y atender enfermedades como el sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, hipercolesterolemia (altos niveles de colesterol), hipertrigliceridemia (altos niveles de triglicéridos), entre otras.
Indicó que es desde la infancia cuando se les debe explicar a los niños y adolescentes todas estas enfermedades, qué comprendan los daños a la salud y sobretodo que adopten las medidas preventivas como un hábito en su vida diaria.
Detalló que dentro del año, se les explica sobre las tres sustancias elementales en nuestra alimentación. “Estamos hablando de sustancias energéticas, grasas y carbohidratos; las estructuradoras que son aminoácidos y proteínas; y las integradoras que son las vitaminas y minerales. Hacer conciencia, y si uno le habla así, los jóvenes lo entienden, es sorprendente porque manejan un entendimiento, un vocabulario a este nivel”.
Indicó que es importante que los padres de familia no se intimiden y crean que los niños y jóvenes no van a entender sobre la comida chatarra, ya que, consideró, que están conscientes y tienen información clara al respecto.
Destacó que son más de 300 niños y adolescentes, quienes participan en este taller, y se han comprometido en reproducirlo cuando regresen a clases, así como con el resto de sus familiares.