¿Quién determinó archivar y no
divulgar públicamente el informe final de la Comisión Especial para Revisar el
Proceso de Licitación, Emisión del Fallo y su Cancelación, para la Construcción
del Tren México–Querétaro, conocido como Tren de Alta Velocidad (TAV)?
¿Será porque el informe del grupo
plural de diputados federales que integró a dicha comisión especial no favorece
a los intereses de quienes descarrilaron al TAV? ¿Tal vez porque no golpea al
presidente Enrique Peña Nieto? ¿Quizá porque da la razón a los argumentos
esgrimidos en tiempo y forma por Gerardo Ruiz Esparza, secretario de
Comunicaciones y Transportes, en torno de este asunto al que se salpicó con
supuestos intereses del Grupo Higa?
Vaya usted a saber cuál fue la razón
o razones por las que, una vez desaparecida dicha comisión especial, ninguno de
sus integrantes tuvo la iniciativa de divulgar el informe final. Y conste que
en este grupo hay importantes personajes del todo o nada.
Y es que, el informe final, entre
las conclusiones torales indica que el proceso de licitación para la
construcción del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro fue transparente,
legal y procedente desde el punto de vista jurídico. ¿Quién o quiénes ansiaban
que la conclusión fuera negativa?
Veamos. La Comisión Especial creada
por acuerdo de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de
Diputados el 3 de diciembre del año pasado, debía desaparecer el día último de
este mes de marzo. Pero…
Hace 20 días, en aras de la
austeridad presupuestal, la Jucopo determinó finiquitar a 17 de las 37
comisiones especiales creadas desde el inicio de la actual LXII Legislatura. Lo
cierto es que varias de ellas fueron de relumbrón o para dar chamba a algún
legislador ya por amistad o por motivos políticos para catapultarse rumbo a un
cargo de elección popular o en el sector público.
Estas comisiones no son
dictaminadoras, es decir, no pueden analizar y dictaminar iniciativas de
reformas, pero sí que hacen escándalo cuando conviene a los interesados en
crearlas, incluso con vida muy breve dizque para analizar asuntos específicos.
Son como la cabeza de playa de intereses que buscan evidenciar presuntas
irregularidades en el sector público, aunque incurren en dualidad de funciones.
En fin.
Así, resulta que entre esas
comisiones que desaparecieron y varios de cuyos presidentes e integrantes
hicieron mutis y no presentaron informe alguno como marca la Ley Orgánica del
Congreso de la Unión, se fue al archivo muerto la Comisión Especial para
Revisar el Proceso de Licitación, Emisión del Fallo y su Cancelación, para la
Construcción del Tren México–Querétaro.
El presidente de esta comisión
especial fue el diputado priista Fernando Alfredo Maldonado Hernández y la
integraron la priista Cristina González Cruz del PRI, el panista Rafael Acosta
Croda, el perredista y enjundioso defensor de Marcelo Ebrard Casaubón, Roberto
Carlos Reyes Gámiz del PRD; la aguerrida petista Lilia Aguilar Gil; también el
neoaliancista y hoy candidato del Nueva Alianza al gobierno de Campeche, José
Angelino Caamal Mena del PANAL, además del verde Antonio Cuéllar Steffan del
PVEM, y el emeceísta segundo de a bordo de Ricardo Monreal Ávila, Ricardo Mejía
Berdeja.
Llama la atención que, por lo menos
Reyes Gámiz, Aguilar Gil y Mejía Berdeja no hayan hecho escándalo ni se desgarraran
las vestimentas por no haberse divulgado el informe final de la Comisión del
Tren México-Querétaro, conocido como el Tren de Alta Velocidad (TAV) y que fue
supinamente cuestionado por estos personajes que, sospechosamente, defendieron
a Marcelo Ebrard por el caso de la Línea 12, su obra estrella al frente de la
administración en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, que está
salpicada de actos de corrupción, como se ha demostrado documentalmente.
En su momento, el diputado Maldonado
Hernández enfatizó con carácter de “magno proyecto” al del TAV y refirió que
los diputados se abocarían a clarificar este proceso y estarían en condiciones
de pedir a la SCT toda la información correspondiente y sin reserva, e incluso
organizarían mesas de trabajo con las autoridades del ramo.
Iban en serio. Tanto que Mejía
Berdeja pidió que esta comisión especial también indagara acerca de todas las
operaciones en la que exista relación con la empresa del Grupo Higa y los
contratos otorgados por el gobierno federal, a partir de la presente
administración federal, y que se recabaran todos los datos sobre el tema, es
decir, la licitación, el proceso adjudicatario y las razones formales para la
cancelación, en suma: pedir toda la información a la SCT y hasta a la Secretaría
de la Función Pública de la operación”.
Y, bueno, el perredista Carlos Reyes
Gamiz estimó que para nadie era ajeno a que el tema se dio en el marco de un
escándalo en donde se encuentra involucrado el Ejecutivo federal y aseguró que
para el PRD era importante dilucidar una posible complicidad entre el poder
político y el económico, evaluar en torno al caso, emitir opiniones y
conclusiones para rendir mejores resultados a favor de la ciudadanía.
Pero, hace 20 días fue finiquitada
la comisión de marras y nadie, pero especialmente los diputados críticos y
defensores de la honestidad, alzaron la voz para informar de las conclusiones
de esa instancia legislativa. ¿Le tuvieron miedo a decir la verdad?
Porque el informe existe y está
firmado por todos los integrantes de dicha comisión especial. Y concluye que,
el proceso de licitación para la construcción del TAV México-Querétaro fue transparente, legal y procedente desde el
punto de vista jurídico.
Los diputados de esa extinta
comisión tienen el Informe de Resultados
de la investigación relacionada con la licitación pública internacional
abierta número LO-009000988-I55-2014 para el otorgamiento de un contrato mixto
de obra pública.
Con base en el análisis de
documentos y testimonios públicos, el Informe de los diputados aclara las dudas
sobre la pertinencia de dejar sin efecto el primer fallo y reponer el
procedimiento y señala que la SCT actuó con estricto apego a la normativa
aplicable y su decisión de no firmar el contrato para la construcción, suministro,
puesta en marcha, operación y mantenimiento de una vía férrea; material
rodante; equipos, sistemas y demás componentes del tren de alta velocidad
México- Querétaro redujo el riesgo que pudo traer consigo proseguir con el
proyecto.
¿A quién o quiénes conviene ocultar
el informe? Digo.
MIÉRCOLES. Buenas cuentas ha rendido
Claudia Ruiz Massieu en esta tarea de reactivar a la industria turística
mexicana. Ello se lo reconocieron el presidente Enrique Peña Nieto y los
prestadores y desarrolladores de servicios turísticos, durante la apertura de
la edición número 40 del Tianguis Turístico que, desde el lunes, retornó a su
cuna: Acapulco. Conste.
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