jueves, 26 de marzo de 2015

EXPOSICIÓN FRECUENTE AL RUIDO PUEDE PROVOCAR PÉRDIDA DE AUDICIÓN: ESPECIALISTA DEL IMSS


Los sonidos de alta intensidad, a partir de 85 decibeles, ya provocan un daño auditivo
Durante 2015, atendió el Instituto poco más de 170 casos de pacientes con alguna enfermedad auditiva
A cualquier edad, es posible sufrir un daño en la audición a consecuencia de una alta y frecuente exposición al ruido, generándose incluso un daño irreversible, indicaron especialistas en Audiología del Hospital General Regional (HGR) N° 1 Vicente Guerrero del IMSS en Acapulco.
La especialista del Seguro Social, Eréndira Maravilla Merino, explicó que el sector juvenil es el más afectado con este tipo de daños, principalmente por el uso desmedido de bocinas o audífonos, mismos que son utilizados por periodos largos durante el día.
En tanto, el coordinador de Información y Análisis Estratégico delegacional, Ángel Bustos Estrada, informó que en 2014, el Instituto atendió un total de 172 pacientes con algún tipo de daño auditivo, siendo el grupo de hombres los más afectados.
La especialista en Audiología del HGR N° 1, Maravilla Merino, comentó que los sonidos de alta intensidad, a partir de 85 decibeles, ya provocan un daño auditivo, al cual va haciéndose progresivo, es decir, se van muriendo las células del oído interno y esto ocasiona pérdida auditiva de forma irreversible.
De acuerdo a las medidas de los especialistas, lo máximo que puede una persona escuchar música, en forma estridente, son 100 decibeles, es decir, una hora, de lo contrario, empiezan los daños al oído interno.
Agregó que los pacientes que son atendidos, la mayoría jóvenes, aseguran que utilizan los audífonos con música elevada como una medida de concentración para sus tareas diarias o como una simple forma de distracción, sin entender que severo daño que a mediano plazo les ocasionará.
La especialista consideró que el daño auditivo inducido por ruido se ha convertido en un problema de salud pública que debe ser atendido de forma personal, midiendo la intensidad de la música para no provocar daños.
Maravilla Merino explicó que entre los síntomas que generan estos daños son: zumbidos; primero leves, posteriormente se van intensificando, así como cambios en la percepción del sonido.

Resaltó que en caso de presentar molestias como alteración en la audición, zumbido o dolor de oídos, el derechohabiente deberá acudir a consulta médica para que el especialista determine si presenta alguna lesión y se le brinde la atención adecuada.