Carlos Reyes Romero |
“Mantener viva en el
espíritu de los pueblos la memoria de los hombres a quienes deben su libertad
es un deber de patriotismo y de gratitud para los ciudadanos y una necesidad
política para los gobiernos.”
Ignacio Manuel
Altamirano
La
LXII Legislatura de la Cámara de Diputados se ha rehusado a declarar “al año 2013 como
"Año del Bicentenario del Congreso de Anáhuac y de la Proclamación de los
“Sentimientos de la Nación”, como le solicitó el Senado de la República desde el 26 de abril de
2012, y a pesar de las excitativas que al respecto le han hecho tanto el
Congreso de Guerrero como el propio Senado.
En vez de ello, el
pasado 6 de febrero, a iniciativa de su Junta de Coordinación Política, la
Cámara de Diputados contrapropuso al Senado un “decreto
para que 2013 se declare como Año de la Libertad y la República, conmemorativo
del centenario de las muertes del presidente Francisco I. Madero, del
vicepresidente José María Pino Suárez, del senador Belisario Domínguez Palencia
y de los diputados Serapio Rendón, Gustavo A. Madero y Adolfo C. Gurrión
quienes, con miles de mexicanos más, ofrendaron la vida por los ideales de una
república libre, justa, democrática y constitucional”
Se
trata de una maniobra tramposa y leguleya, para contraponer dos conmemoraciones
igualmente legítimas, e impedir que el Bicentenario del Primer Congreso de Anáhuac,
los Sentimientos de la Nación y la Declaración de Independencia de la América
Septentrional” alcance la conmemoración y el ceremonial que dignamente merece.
Poco
ha importado a los promotores de tal infausta propuesta, el que las peticiones
del Congreso del Estado de Guerrero y de destacados Senadores de la LXI
Legislatura, estén respaldada por diversas asociaciones culturales y civiles y
por el gobierno del estado de Guerrero; más bien parece que esto es lo que les incomoda.
No
se puede explicar de otra manera el que contrapropongan una iniciativa de
representaciones políticas a una de origen popular. Menos ahora cuando tanto urge
reafirmar los valores patrios de soberanía y libre autodeterminación.
Lástima que quienes conforman la Junta de Coordinación
Política de la Cámara de Diputados hayan caído en la trampa del ahora diputado
Manlio Fabio Beltrones, quien fuera el principal impulsor en la Cámara de
Senadores de la minuta que ahora se pretende nulificar.
Mucho ha contribuido a este perverso desdeño a los
insurgentes que dieron lustre y grandeza al Sur de la Patria y a la República, el
vicecoordinador de la bancada de PRI y presidente de la Comisión Especial para
la Conmemoración del Bicentenario del
Congreso de Anáhuac y de los Sentimientos de la Nación, el diputado Manuel Añorve Baños, cuyo reiterado rechazo
a la minuta del Senado es harto conocido.
Agravia y lastima también a
la dignidad suriana, el que de similar manera se haya rechazado incluir en
la Ley Sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, como fecha
conmemorativa la del 13
de septiembre: “Congreso de Anáhuac de 1813, Primer
Constituyente de la Nación Mexicana”, tal y
como hizo la
Cámara de Diputados el pasado 14 de marzo en el dictamen sobre la minuta sobre esta
materia que igualmente le envió el Senado el 26 de abril de 2012.
Cuánta
razón le asistía a Don Ignacio Manuel Altamirano, el ilustre guerrerense y
héroe del Cimatario en el sitio de Querétaro, al afirmar en la cita que hemos
transcrito al inicio, pronunciada en 1884 durante la batalla que en aquel
entonces daba para restaurar la memoria histórica de los acontecimientos y
varones que hicieron posible la independencia y la libertad de México.
Y
cuánta más razón le asiste, al señalar enseguida que: “La historia de los
hechos heroicos y de los grandes varones que los ejecutaron mantiene
vigoroso el sentimiento de nacionalidad y robustece en el ánimo popular la
resolución de conservar incólume el tesoro de la independencia, a tanta
costa conseguido, y legado por los héroes con el sacrificio de sus vidas.[1]
Verdad
irrefutable la de Don Ignacio Manuel Altamirano. Máxime ahora que todo parece
indicar que este mismo año está en riesgo de naufragar ˗si no ocurre antes un
milagro˗ el afán independentista del país, si se concede a las grandes
trasnacionales el acceso a la renta petrolera del país y se continúa
permitiendo el saqueo de nuestros recursos minerales no renovables, del oro, la
plata y el cobre, negándonos año tras año a cobrarles a las mineras los impuestos
y las “regalías provenientes de fondos y explotaciones mineras” que también año
tras año prevé la Ley de Ingresos de la Federación.
Ojalá
el Senado de la República tenga el valor y el patriotismo de remontar y echar
atrás tamañas infamias.
28
de abril de 2013
[1] Ignacio Manuel Altamirano.
Biografía de Don Miguel Hidalgo y Costilla, Primer Caudillo de la
Independencia. En Morelos y otras historias con notas y ensayo de Julio Moguel.
Juan Pablos, editor, México 2013