El presidente oriundo
del Estado de México, perteneciente a la republica mexicana y en donde nació la
cultura del que “hace obra algo le sobra” y “político pobre, pobre político” y
de las nupcias entre empresarios políticos y políticos empresarios.
Una vez medio superada
la prueba de los monederos monex, y la obediencia fiel de los órganos
encargados de arbitrar una elección, el ocupante de los Pinos (así le llaman a
la residencia oficial) no ha tenido el éxito deseado y apuntalado por su
cohorte de adivinos, espagiristas, miembros de “la cofradía de la mano caída”, (Loret
de Mola dixit) y empresarios ligados a
sus correligionarios y cuates.
En lo que lleva de
mandato se han cometido 57, 410 asesinatos dolosos. La violencia crece al mismo
ritmo que la pobreza avanza. El desplome de las reformas estructurales y el
rompimiento del Pacto por México. Pese a que un partido llamado de izquierda
(PRD) de esa republica del continente Americano, continua haciéndole la chamba
al partido oficial de esa nación ensangrentada y pobre a pesar de ser
inmensamente rica.
El presidente de esa
nación se mantiene gracias a los medios de comunicación con apenas un nivel de
aceptación de 3 de cada diez mexicanos. Lo que equivale a que 7 mexicanos
desaprueban su mandado. Sobrevuela el suelo raso en su enorme avión, el más
caro del mundo, con un 34 por ciento de aprobación en la espalda. Se aferra
hasta con los dientes y la sonrisa fresca a mantener una nación en los más
altos índices en violación a los derecho humanos. Y para acabarla de amolar, se
multiplican las reyertas internas dentro de su gabinete; la SEDENA contra la
Secretaría de gobernación o ministerio del interior.
Y en la Secretaría de
Educación de esa misma demarcación, se enfrenta y trata de negociar, no sólo
con los maestros, sino con los empresarios que pretenden subrogar la educación
de los mexicanos a escuelas privadas, ante la oposición fulgurante de algunos
grupos de maestros reunidos en la CENTE provenientes de una región al sur de
esa republica, y otras expresiones más radicales. Y no contento con este
panorama, la economía que sigue y seguirá a la baja todo el 2016, y obligará al
gobierno a apretarle el cinturón a los más pobres.
Y la magia mayor; la
corrupción que sigue cuesta arriba, igual que el descrédito de todo su
gobierno, no sólo por los lamentables hechos acaecidos en una provincia de Iguala
localizada en otro estado sureño, Guerrero, que colocaron en el mapa global el
impacto de la violencia de estado. Una acción que no sólo agravió a las
familias de los asesinados, al país y al mundo entero. Y lo más grave colocó a
EPN, ante un abismo que lo ha ido engullendo lenta y rápidamente. ¿Los
causantes de esta masacre, sabían bien lo que acontecería y en especial que
quebraría el proyecto del presidente totalmente Atlacomulca. Con el debido Copy Righ a Lorenzo Córdova Vianello. Y
en esos vaivenes de sangre, casas Blancas, conflicto de intereses y demás
modismos y frases cuyo lugar común es ya intolerante en los espacios
informativos y declarativos de ese país y que en el pasado fue una nación donde
floreció la astronomía, la agricultura, la plumería y la flor y el canto. Y hoy
prosperan los actos en los que se ven envueltos funcionarios de todos los
niveles, pese a que el presidente hizo alusión a todo esto sin especificar
cuales son conflictos de interés y cuales son verdaderos actos de corrupción.
Y la copa que derramó
el vaso fue la fuga anunciada y armada del famoso capo global, Joaquín
Archivaldo Guzmán Loera, de mero Sinaloa, mejor conocido en el mundo como el “Chapo”
Guzmán. El señor Guzmán salió de la cárcel de máxima seguridad por un túnel
moderno y donde asegunes declarantes de la procuraduría, encontraron en mil
quinientos metros un par de huellas dactilares, “churros” de mota a medio
esnifar y un mensaje críptico escrito por los topos especializados al mando de
los amigos del Chapo. Esta acción y proeza tecnológica, empujó a EPN (tan bien
portado y que neta me cae bien el tío por
juvenil y risueño) a otro abismo de credibilidad en ese país llamado México
donde tengo mi corazón y una casita en los Cabos, territorio que ya es de la
Unión Americana desde la guerra de Tejas y que hace cuatro décadas se les ha
cedido a los yanquis con mexicana alegría por políticos de ese país extraño
llamado México.
En esta brevísima
relación de moches y remarques el Atlacomulca
ha perdido el rumbo del barco, la brújula y el sextante del avión presidencial
con todo su equipo digital y el confort de sus mullidos asientos y bar a bordo
que incluye acompañante enviadas como regalo por un ejecutivo de televisa que
les ha prometido convertirlas en “Güilotas” telenoveleras si se portan bien con
los marineros del avión presidencial.
Y sintetizar en mil
caracteres los avances y retrocesos del actual gobierno de esa republica
bananera, es casi imposible, los remito a un diario en línea de ese pueblo; SIN
EMBARGO, donde un grupo de reporteros y periodistas, hacen un cálculo de los
compromisos firmados por el actual presidente durante su campaña en el 2012, y
según cómputos en tres años ha cumplido solo el 10.52%. “En resumen: para poderle cumplir a los
mexicanos la totalidad de los 266 compromisos de campaña, a un ritmo de 28 cada
tres años, el Presidente necesitaría 28.5 años más o, lo que es lo mismo, 4.75
sexenios adicionales. O sea, que es imposible cumplirle a mexicanos y
mexicanas.
Para cerrar las páginas de este sueño y parafraseando
a Lorenzo Córdova Vianello, no a su contlapache, José María Córdoba Montoya. El
sueño Atlacomulca, no llegó ni si
quiera a sueño “chichimeca”.