Mejora su calidad de vida y permite modificar la función anormal que genera temblor constante y rigidez de las extremidades
Con un procedimiento de mínima invasión, que consiste en implantar
electrodos en la profundidad de la estructura cerebral, especialistas del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brindan mejor calidad de vida a pacientes con
Mal de Parkinson, al reducir los signos característicos de la enfermedad, como
temblor, movimiento constante y rigidez en las extremidades.
Con motivo del Día Mundial de Parkinson, el neurocirujano
del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, Ramiro Pérez de la Torre, explicó que mediante la técnica conocida como estereotáctica,
se colocan en el cerebro pequeños dispositivos electromecánicos, cuya función
es modificar la salida de impulsos eléctricos del núcleo afectado con los que
se controlan los síntomas.
Estos implantes, conectados directamente a
los núcleos intracraneales, detalló, tienen como objetivo suprimir una función
anormal --que genera el cuadro típico del padecimiento-- mediante la
neuroestimulación, terapia que se caracteriza por ser reversible, no lesiona el
cerebro y puede modificar de manera casi permanente la situación del paciente
afectado.
El especialista del Servicio de Neurocirugía
del CMN Siglo XXI afirmó que este procedimiento es considerado un método eficaz
de control de los síntomas, con resultados notables en los enfermos, quienes
pueden gozar de mejor calidad de vida al recuperar sus actividades cotidianas.
Abundó que un comité de neurocirujanos y
neurólogos del IMSS selecciona entre los enfermos de Mal de Parkinson a los
candidatos idóneos, quienes reúnen, entre otros factores, la edad (de preferencia
menor de 65 años), que tengan confirmado el diagnóstico por el Servicio de
Neurología y que no presenten otra enfermedad que dificulte la colocación de
los electrodos.
Pérez de la Torre precisó que por tratarse de
una terapia costosa, el comité institucional busca optimizar los recursos para garantizar
los mejores resultados.
Destacó que para ser candidato a la cirugía,
el paciente debe cumplir con ciertos requisitos como acreditar su derechohabiencia,
pasar una serie de pruebas neurosicológicas en las cuales se excluye cualquier
enfermedad psiquiátrica y completar diversos estudios para ubicar la categoría
o grado de la enfermedad.
El neurocirujano destacó que durante la
intervención quirúrgica el paciente permanece consciente mientras se colocan los
electrodos. Al día siguiente de la cirugía, el derechohabiente comienza a recibir
los primeros estímulos de los núcleos cerebrales para reducir los signos
propios del Mal de Parkinson.