sábado, 1 de diciembre de 2012

Todo por Una mentada Por: Miguel Ángel Mata Mata


Miguel Ángel Mata Mata

Palacio Legislativo, Chilpancingo. Sus compañeros se fueron con el gobernador. Él se quedó en la sala de plenos. Esperó paciente el debate de “mentadas”, descalificaciones y precisiones entre panistas y perredistas. Es Héctor Astudillo Flores. Optó por la opción de la tribuna. Despreció la de la comida, el vino y el agasajo con el jefe del otro poder, el Ejecutivo. Se quedó  solo… pero digno.
La sesión del jueves en el Congreso Local de Guerrero fue de dos actas de sesiones anteriores aprobadas; de ocho comunicados enviados a las comisiones de Presupuesto y Cuenta Pública, Recursos naturales de asuntos políticos y de conocimiento de la legislatura. Entre esos comunicados el enviado por Fermín Gerardo Alvarado Arroyo quien solicita se emita decreto de ratificación tácita e inamovilidad de magistrado numerario del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Guerrero.
Enviaron a las comisiones de Desarrollo Económico, Justicia y  Derechos Humanos las propuestas de iniciativas de Rodolfo Escobar Ávila y Luisa Ayala Mondragón. El de Acapulco propone instaurar como el día del trabajador gastronómico el 8 de octubre de cada año y la de Huamuxtitlán propuso reformas a las leyes de derechos humanos para evitar la discriminación y violencia contra las mujeres.
De cinco propuestas de leyes, decretos y acuerdos, los diputados aprobaron el de Valentín Rafaela Solís, para fortalecer las acciones en contra del dengue hemorrágico, sobre todo en el ayuntamiento de Cuautepec y enviaron a comisiones el resto.
TODO POR UNA MENTADA
Esto comenzó a las doce del día con 34 minutos. A las dos de la tarde con 19  casi concluían. Llegó el tema de las Intervenciones y fue ahí cuando vinieron las “mentadas”, las aclaraciones, las posturas, la evidencia de un Héctor Astudillo sin el resto de sus compañeros de fracción que se fueron sin explicación. En el pleno el  tema fue el viejo y nuevo gobierno federal.
Germán Farías, del PRD, subió a tribuna con una morrala llena de adjetivos:
--- “El de Calderón es el ocaso del peor gobierno de México; inventó una guerra estúpida; judicializó la político peor que lo peor del autoritarismo; deja mas de cien mil muertos; él es el Hitler mexicano; lo mínimo que merece Caderón es… ¡una mentada de madre!”, rubricó con singular énfasis.
Algo pasó entre la bancada del PRI. Uno a uno salieron. Héctor Astudillo se paseaba. Platicaba. Urgía a acelerar el orden del día. La mesa directiva no le escuchaba. El tema del gobierno de Felipe Calderón fue la ola. La batahola fue la mentada de Germán.
Marcos Efrén Parra, del PAN, subió obligado por los adjetivos de Farías a replicar: “Yo si hablaré con respeto en ésta tribuna y responderé a las descalificaciones con argumentos; no se dice que en los doce años de gobiernos del PAN se superó la mas grave crisis económica que ha vivido el país; tampoco que llevamos trece semestres de crecimiento; es irresponsable achacar al gobierno tantas muertes”.
Y los priístas, en inexplicable huida,  salían. Julieta Fernández, la última de los fugados, habló con Astudillo. Éste dijo no. Ella se marchó y dijo adiós.
Allá va Abelina López para rechazar y condenar el pacto político nacional entre partidos y preguntar a los panistas: “¿Cómo le explicamos a las familias de las víctimas de la violencia que falló la política de seguridad pública?”
Ya faltas quince minutos antes de las tres de la tarde. El solitario Astudillo urge a la mesa directiva: “respetemos el orden del día; hablan de un mismo tema”, dijo. Del PRI nomas quedaron el jefe de prensa de la fracción y el jefe de prensa personal de Don Héctor, quienes sostuvieron: “no se fueron, están allá adentro en reunión privada de la fracción”. Ya estaban en el DF. 
Jorge Camacho, del PAN, ofreció cifras para demostrar que los gobiernos panistas fueron eficientes, y respondió elegante a las acusaciones: “hay quienes pegan con la izquierda pero cobran con la derecha; ¿qué harían ustedes en la lucha contra el narco, replegarse, ser omisos, negociar o enfrentar al crimen?  
Al fin dejaron subir a Héctor Astudillo. Ofreció buenos deseos a los gobiernos del PRD en el DF; a los del PAN, como Guanajuato y a todos los gobiernos del país; pidió a las oposiciones ser mejores; pidió no hacer el ridículo ni demostrar la ignorancia en argumentos fatuos; reconoció que en el gobierno del PAN hubo aciertos como la economía o errores como la seguridad”.
Ya son las tres de la tarde con trece minutos. Astudillo mejor aquí se quedó. No alcanzó a sus compañeros que a esa hora seguro degustaban el postre con el gobernador. Ellos, sus pares, ya estaban en el Disatrito Federal frente a una copa de vino y buena comida. El anfitrión el gobernador del estado.
Aquí escuchamos aun a la panista Delfina Concepción quien a manera de consigna rubricó: “Hemos cumplido”. También la participación del diputado del Partido del Trabajo quien calificó al gobierno presidencial panista como “la docena trágica”.
Se terminó a las tres con veinte. Astudillo se quedó solo. El debate tuvo su origen en una mentada. ¿La mentada de Farías?