Moisés Sánchez Limón |
En
los días recientes, las ganas de demostrar que cada cual es el grupo
parlamentario más propositivo, tolerante, demócrata, incluyente y hasta crítico
para no ser confundido como colaboracionista, llevaron a los legisladores federales
a una algarabía que sólo alcanza para demostrar protagonismos y buenos deseos.
Vísperas
de celebrarse la apertura del segundo periodo ordinario de sesiones de la LXII
Legislatura federal, senadores y diputados de las principales fuerzas políticas
representadas en el Congreso de la Unión realizan sendas reuniones plenarias en
las que, en privado, pretenden acordar la agenda que desahogarán en un promedio
de 24 sesiones.
Diputados
y senadores suelen recetarse una especie de retiro fuera del tráfago de la
capital del país y, como los senadores capitaneados por Emilio Gamboa Patrón,
optan por sitios de playa.
Otros
hacen proselitismo, como los diputados federales del PAN que se fueron a
Tijuana, Baja California, donde casualmente habrá elección de gobernador este
año y ocuparon su tiempo en publicitar que son los más chipocludos y, desde que
se hicieron del poder en esa entidad, con Ernesto Ruffo Appel, allá por 1989,
han gobernado dizque positivamente.
A
partir de este lunes los senadores perredistas celebran su plenaria en el
Distrito Federal; los diputados federales del PRD se van a Ixtapan de la Sal,
en el Estado de México, seguramente para alejarse del bullicio y de la falsa
sociedad, con el fin de que nadie ose contaminar sus discusiones.
Los
diputados federales priistas, con Manlio Fabio Beltrones Rivera a la cabeza, se
encerrarán durante martes y miércoles en el Hotel Camino Real para concretar la
ambiciosa agenda legislativa que, dicho sea de paso, se apega a los
lineamientos de sus compañeros de partido en el Senado, dizque para no
desentonar en objetivos. El presidente Enrique Peña Nieto, ¡faltaba más!, los
acompañará al arranque y al cierre de la plenaria.
¿Y
qué de los diputados de Movimiento Ciudadano, del Partido Nueva Alianza y del
Partido del Trabajo? Bueno, ya se sabrá de sus expectativas que suelen reñir en
afinidades con las del PRD y del PAN o del PRI, según soplen los vientos porque,
en lo que concierne al PVEM nadie duda es sucursal del tricolor.
Pero,
bueno, se entiende que todos, diputados federales y senadores, fueron elegidos
para cumplir con una tarea fundamental en aras del beneficio general y dejarse
de baladronadas o discusiones barrocas para llegar a los consensos en reformas
torales como la energética y la fiscal que han sido factor de desencuentros
llevados a la arena electoral. No es mucho pedir que simple y llanamente
cumplan con su trabajo por el que cobran bastante bien y sigan por ese camino
de los acuerdos. Eso abona en la recuperación de su prestigio perdido. Digo.