¿Si le dijésemos que al pícaro también se le llama pinche, nos creería? No es ninguna broma. Sí, al pícaro también se le dice pinche.
Así le llama la RAE luego de dar una definición clara de lo que es un
pícaro. Según ello un personaje con esa condición es bajo, ruin, doloso,
falto de honra y vergüenza. Es astuto, taimado. Quien implica cierta
intención impúdica tiene una mirada pícara. Es dañoso y malicioso en su
línea. Es una persona de baja condición, astuta, ingeniosa y de mal
vivir, protagonista de un género literario surgido en España y, como se
escribió al inicio de éste artículo, pícaro también es un pinche.
Viene a cuento el caso por la picardía, o pinchadas, con que nuestros políticos nos envuelven. Nos mienten con la verdad. El cinismo con que nos desvelan escandalosos casos de impunidad es tal que nos mueve a creer lo que mi abuelito me confió algún día: “no hay bribón que no sea simpático”.
Ayer por la mañana el secretario de hacienda, Luis Videgaray, anunció que “No habrá rescate de municipios en quiebra”. Dijo que hay casos como los de Acapulco, Cuernavaca y otros municipios que se encuentran en Buró de Crédito por sus deudas. Y asi es, en efecto. Muchos ayuntamientos están quebrados. ¿Porqué lo dice hasta ahora el señor secretario de Hacienda?
La quiebra de casi el 90 por ciento de los casi dos mil 500 ayuntamientos del país era sabida desde hace cuatro años. La historia de tal picardía, según calificadoras internacionales, comenzó en el 2009.
Municipios en quiebra, riesgo social. Publicado el martes, 18 de agosto de 2009 a las 12:22, el estudio de importante consultoría estadunidense alertó de la posibilidad de un estallido social en los ayuntamientos de México. Publicado por CNN y distribuido desde la ciudad de México se publicó entonces que al igual que las empresas lo municipios deben enfrentar la falta de recursos a través de una reestructura profunda que les permita cumplir con sus obligaciones primordiales, según recomendación de “PricewaterhouseCoopers México”, firma de consultoría.
Al menos 1,000 de los 2,439 municipios del país se encuentran en riesgo de quiebra, según la Conferencia Nacional de Municipios de México, debido a que las participaciones federales se han desplomado un 15% en el primer semestre en comparación al mismo periodo de 2008, se dijo.
“El Gobierno federal va tener que apoyar no puede dejar que los municipios pongan en riesgo la paz social”, dijo Luis Vite, socio de servicios de Asesoría Financiera de “PricewaterhouseCoopers”.
Los municipios dependen en un 90% de las participaciones y aportaciones federales, pese a que tienen la posibilidad de aumentar sus ingresos a través de impuestos locales como el predial.
Las participaciones y aportaciones contribuyen al pago de los servicios que los municipios deben ofrecer a la población, como limpia, recolección domiciliaria, mantenimiento urbano, alumbrado, rastro, etc.
La Secretaría de Hacienda dijo en ese 2009 que las participaciones federales han disminuido debido a la menor recaudación tributaria, los ingreso del gobierno federal cayeron 12% real en el primer semestre del año, pero aseguró que se trabaja de forma conjunta con las entidades para atenuar la caída en los ingresos de los gobierno locales.
En opinión de “PricewaterhouseCoppers” los municipios deben tomar medidas de fondo, como aumentar su base de contribuyentes, acelerar la cobranza, aprovechar las potestades fiscales (predial, tenencia, hospedaje, etc), analizar alternativas de financiamiento, instrumentar medidas de ahorro y apoyarse para el corto plazo en medidas como la bursatilización de sus participaciones.
¿Tenemos memoria? ¿Qué sucedía en el 2009 en Acapulco? ¿Acaso una elección de alcalde? Una transición? ¿Los políticos sabían de ese riesgo y desdesplome de las participaciones federales?
Claro que estaban enterados, pero se pasaron por el arco del triunfo las recomendaciones. Por lo contrario, quienes entregaron la administración municipal en 2009 se endeudaron. Lo mismo hicieron quienes les sucedieron en el cargo.
¿Qué simpáticos, verdad? Tuvieron, además, otra pícara ocurrencia: ocultaron el tamaño del monstruo que tenían entre las manos y, contrario al sentido común, le dieron de comer hasta convertirlo en algo fuera de control. Hoy le ha estallado a Luis Walton la crisis.
Luis Videgaray, a quien le pidieron ayuda para sacar de la banca rota a uno de los ayuntamientos que mas ha aportado a la federación, vía impuestos turísticos, dice pícaramente que no hay posibilidad de rescate y que se rasquen, pues, con las inexistentes uñas.
Pero Videgaray no puede decir hoy que desconocía el tema, cuya quiebra no es privativa de Acapulco. En algunos municipios muy conocidos por el equipo al que representa se presentaron fenómenos idénticos al de Acapulco.
Se leía en un reporte de El Universal: “En Chicoloapan, estado de México, los bomberos detienen labores para exigir pago de salarios y recursos para gasolina; en El Llano, Aguascalientes, el drenaje tendrá que esperar; en Jiutepec, Morelos, en siete colonias falta agua porque no hay dinero para pagar la electricidad con la que distribuyen el líquido (11/VIII/09).
Parecería la descripción de un futuro imaginado por escritores de ciencia y política ficción, sin embargo prefiguraba una realidad. En el municipio de
Ciudad Mier, en Tamaulipas, se decidió en enero de 2009 trabajar sólo con la mitad del personal y establecer un “paro técnico”; en julio de ese mismo año, el gobierno del perredista Zeferino Torreblanca en Guerrero ordenó cerrar las oficinas gubernamentales durante quince días, en “vacaciones forzosas”, por falta de recursos. Almoloya de Juárez se sumó a lista de municipios en quiebra.
¿Qué creen? En Almoloya la ex presidente municipal, Blanca Estela Gómez Carmona, hoy es diputada federal por el PRI y su secretario particular, quien le manejaba las finanzas, Manuel Castrejón, es diputado local. La tesorería municipal de de Almoloya de Juárez está prácticamente en quiebra. Además del adeudo en salarios que mantiene con los empleados, adeuda por lo menos 13 millones de pesos a diferentes proveedores que desde hace más de cinco meses demandan el pago de productos y servicios que la ex alcaldesa empleó en su campaña proselitista. ¿A qué ayuntamiento de las tierras del Sur se parece este caso? Pícaros.
Otros ayuntamientos conocidos por Don Luis Videgaray pasan por similar crisis: Atizapán, Cuernavaca, Naucalpan; 99 de los 125 Municipios de Jalisco; Acapulco que se declara en quiebra con deuda de 162.1 mdd y municipios de San Luis Potosí, Tamaulipas, Mochoacán, Sonora, Sinaloa. De todo el país, pues.
Ante este panorama de ficción convertida pícaramente en realidad, ayer el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, dijo que no van a rescatar a los municipios del país que se han declarado en quiebra, toda vez que hay que poner orden en el tema de las deudas.
“De ninguna manera podemos hacer un rescate, pero como lo dijo el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el 1 de diciembre, tienen que ponerse orden en el tema de la deuda de los estados y los municipios”, dijo.
Pícara postura de uno de los hombres mejor informados del país y que, por elemental sentido común, sabía desde 2009 de la grave crisis municipal. Preguntaríamos a los pícaros: ¿a sabiendas de las quiebras desde hace cuatro años, porqué permitieron a sus alcaldes endeudar aun mas sus arcas municipales?
No pensemos mal ni creamos que, como alguien ha denunciado en Guerrero, esos dineros se usaron para financiar campañas políticas. ¿Campañas? ¿Cuáles campañas?
Podemos concluir. En efecto, algunos pinches nos han metido a un género literario llamado picardía y ellos, cual pícaros, creen que nos hacen reír cuando en realidad lloramos.
Viene a cuento el caso por la picardía, o pinchadas, con que nuestros políticos nos envuelven. Nos mienten con la verdad. El cinismo con que nos desvelan escandalosos casos de impunidad es tal que nos mueve a creer lo que mi abuelito me confió algún día: “no hay bribón que no sea simpático”.
Ayer por la mañana el secretario de hacienda, Luis Videgaray, anunció que “No habrá rescate de municipios en quiebra”. Dijo que hay casos como los de Acapulco, Cuernavaca y otros municipios que se encuentran en Buró de Crédito por sus deudas. Y asi es, en efecto. Muchos ayuntamientos están quebrados. ¿Porqué lo dice hasta ahora el señor secretario de Hacienda?
La quiebra de casi el 90 por ciento de los casi dos mil 500 ayuntamientos del país era sabida desde hace cuatro años. La historia de tal picardía, según calificadoras internacionales, comenzó en el 2009.
Municipios en quiebra, riesgo social. Publicado el martes, 18 de agosto de 2009 a las 12:22, el estudio de importante consultoría estadunidense alertó de la posibilidad de un estallido social en los ayuntamientos de México. Publicado por CNN y distribuido desde la ciudad de México se publicó entonces que al igual que las empresas lo municipios deben enfrentar la falta de recursos a través de una reestructura profunda que les permita cumplir con sus obligaciones primordiales, según recomendación de “PricewaterhouseCoopers México”, firma de consultoría.
Al menos 1,000 de los 2,439 municipios del país se encuentran en riesgo de quiebra, según la Conferencia Nacional de Municipios de México, debido a que las participaciones federales se han desplomado un 15% en el primer semestre en comparación al mismo periodo de 2008, se dijo.
“El Gobierno federal va tener que apoyar no puede dejar que los municipios pongan en riesgo la paz social”, dijo Luis Vite, socio de servicios de Asesoría Financiera de “PricewaterhouseCoopers”.
Los municipios dependen en un 90% de las participaciones y aportaciones federales, pese a que tienen la posibilidad de aumentar sus ingresos a través de impuestos locales como el predial.
Las participaciones y aportaciones contribuyen al pago de los servicios que los municipios deben ofrecer a la población, como limpia, recolección domiciliaria, mantenimiento urbano, alumbrado, rastro, etc.
La Secretaría de Hacienda dijo en ese 2009 que las participaciones federales han disminuido debido a la menor recaudación tributaria, los ingreso del gobierno federal cayeron 12% real en el primer semestre del año, pero aseguró que se trabaja de forma conjunta con las entidades para atenuar la caída en los ingresos de los gobierno locales.
En opinión de “PricewaterhouseCoppers” los municipios deben tomar medidas de fondo, como aumentar su base de contribuyentes, acelerar la cobranza, aprovechar las potestades fiscales (predial, tenencia, hospedaje, etc), analizar alternativas de financiamiento, instrumentar medidas de ahorro y apoyarse para el corto plazo en medidas como la bursatilización de sus participaciones.
¿Tenemos memoria? ¿Qué sucedía en el 2009 en Acapulco? ¿Acaso una elección de alcalde? Una transición? ¿Los políticos sabían de ese riesgo y desdesplome de las participaciones federales?
Claro que estaban enterados, pero se pasaron por el arco del triunfo las recomendaciones. Por lo contrario, quienes entregaron la administración municipal en 2009 se endeudaron. Lo mismo hicieron quienes les sucedieron en el cargo.
¿Qué simpáticos, verdad? Tuvieron, además, otra pícara ocurrencia: ocultaron el tamaño del monstruo que tenían entre las manos y, contrario al sentido común, le dieron de comer hasta convertirlo en algo fuera de control. Hoy le ha estallado a Luis Walton la crisis.
Luis Videgaray, a quien le pidieron ayuda para sacar de la banca rota a uno de los ayuntamientos que mas ha aportado a la federación, vía impuestos turísticos, dice pícaramente que no hay posibilidad de rescate y que se rasquen, pues, con las inexistentes uñas.
Pero Videgaray no puede decir hoy que desconocía el tema, cuya quiebra no es privativa de Acapulco. En algunos municipios muy conocidos por el equipo al que representa se presentaron fenómenos idénticos al de Acapulco.
Se leía en un reporte de El Universal: “En Chicoloapan, estado de México, los bomberos detienen labores para exigir pago de salarios y recursos para gasolina; en El Llano, Aguascalientes, el drenaje tendrá que esperar; en Jiutepec, Morelos, en siete colonias falta agua porque no hay dinero para pagar la electricidad con la que distribuyen el líquido (11/VIII/09).
Parecería la descripción de un futuro imaginado por escritores de ciencia y política ficción, sin embargo prefiguraba una realidad. En el municipio de
Ciudad Mier, en Tamaulipas, se decidió en enero de 2009 trabajar sólo con la mitad del personal y establecer un “paro técnico”; en julio de ese mismo año, el gobierno del perredista Zeferino Torreblanca en Guerrero ordenó cerrar las oficinas gubernamentales durante quince días, en “vacaciones forzosas”, por falta de recursos. Almoloya de Juárez se sumó a lista de municipios en quiebra.
¿Qué creen? En Almoloya la ex presidente municipal, Blanca Estela Gómez Carmona, hoy es diputada federal por el PRI y su secretario particular, quien le manejaba las finanzas, Manuel Castrejón, es diputado local. La tesorería municipal de de Almoloya de Juárez está prácticamente en quiebra. Además del adeudo en salarios que mantiene con los empleados, adeuda por lo menos 13 millones de pesos a diferentes proveedores que desde hace más de cinco meses demandan el pago de productos y servicios que la ex alcaldesa empleó en su campaña proselitista. ¿A qué ayuntamiento de las tierras del Sur se parece este caso? Pícaros.
Otros ayuntamientos conocidos por Don Luis Videgaray pasan por similar crisis: Atizapán, Cuernavaca, Naucalpan; 99 de los 125 Municipios de Jalisco; Acapulco que se declara en quiebra con deuda de 162.1 mdd y municipios de San Luis Potosí, Tamaulipas, Mochoacán, Sonora, Sinaloa. De todo el país, pues.
Ante este panorama de ficción convertida pícaramente en realidad, ayer el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, dijo que no van a rescatar a los municipios del país que se han declarado en quiebra, toda vez que hay que poner orden en el tema de las deudas.
“De ninguna manera podemos hacer un rescate, pero como lo dijo el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el 1 de diciembre, tienen que ponerse orden en el tema de la deuda de los estados y los municipios”, dijo.
Pícara postura de uno de los hombres mejor informados del país y que, por elemental sentido común, sabía desde 2009 de la grave crisis municipal. Preguntaríamos a los pícaros: ¿a sabiendas de las quiebras desde hace cuatro años, porqué permitieron a sus alcaldes endeudar aun mas sus arcas municipales?
No pensemos mal ni creamos que, como alguien ha denunciado en Guerrero, esos dineros se usaron para financiar campañas políticas. ¿Campañas? ¿Cuáles campañas?
Podemos concluir. En efecto, algunos pinches nos han metido a un género literario llamado picardía y ellos, cual pícaros, creen que nos hacen reír cuando en realidad lloramos.