martes, 2 de abril de 2013

EN 50 AÑOS, URBES CON VEHÍCULOS QUE CIRCULEN SIN PILOTOS

Raúl Rojas, en una imagen tomada del sitio de Internet de Autonomos Labs, de la Universidad Libre de Berlín
La Jornada
El auto MadeInGermany, creación del mexicano, ya fue probado con éxito en Berlín y el DF
Coches autómatas, una realidad dentro de 50 años: Raúl Rojas
La tecnología ya está lista, ahora hay que bajar el costo, dice el experto en inteligencia artificial de la FU
Reconoce que la industria automotriz no tiene interés en reducir el volumen de autos    
Ciudades sin atascos y menos contaminadas, por las que sólo circulen automóviles que se conduzcan solos: para muchos suena a ciencia ficción, pero para el mexicano Raúl Rojas, creador de uno de los coches autónomos más famosos del mundo, es una realidad que tardará apenas 50 años en imponerse.
La tecnología ya está lista. Los coches autónomos podrían imponerse hoy por decreto. Ahora el problema es la transición desde el modelo actual, explica en la Universidad Libre de Berlín (FU), donde, como profesor de matemáticas e informática, llevó adelante sus proyectos pioneros en el mundo.
Para el experto en inteligencia artificial y redes neuronales artificiales, nacido en México en 1955, un coche autónomo es un taxi en el que el taxista es una computadora. Basta con llamarlo, indicarle el destino y abandonarlo al llegar para el próximo cliente.
Así se puede cubrir una ciudad entera sin autos privados. Ciudades como el Distrito Federal están desbordadas. La única forma de resolver el problema es reducir el volumen de automóviles. Además habría menos contaminación, menos atascos y menos coches estacionados.
Su coche MadeInGermany se ubica en la ciudad por GPS y reacciona al entorno por medio de cámaras y sensores. Ya fue probado con éxito en diversas ciudades, incluidas Berlín y el Distrito Federal. Según el proyecto Autonomos Labs, de la FU, el coche demostró queconduce mejor que los humanos.
Rojas asegura que es algo que va a suceder. Tal vez en 50 años. Ahora hay que bajar el costo e ir generando aceptación social, que es muy importante. Además, la industria automotriz no tiene mucho interés en reducir el volumen de autos.
El mexicano considera que las muchas pruebas de conducción superadas porMadeInGermany lo convierten en el modelo más conocido de Europa por delante de otros similares en Francia o Italia. La referencia sigue siendo el fabricado por Google en Estados Unidos.
El nuestro hace lo mismo, pero es más barato, se jacta.
Conducir con la mente
El coche autónomo no es el primer éxito de su laboratorio. En 2011, Rojas logró que un estudiante condujera un coche con el pensamiento. Una computadora leyó correctamente las ondas cerebrales del piloto a través de sensores e interpretó sus instrucciones.
Lo hicimos para mostrar que se podía. En rigor, no tiene sentido, porque los coches se manejan mejor a sí mismos. Pero sí podría aplicarse en sillas de ruedas o prótesis, explica.
El reconocimiento mediático internacional llegó a Rojas cuando sus robots –los FU Fighters–ganaron el campeonato mundial de futbol para robots en 2004 y 2005.
Habíamos estado en la final cuatro años consecutivos, explica el único mexicano que sabe lo que es celebrar dos mundiales de futbol. Era muy emocionante, como ver un partido real, cuenta entusiasmado.
Cuando se le pregunta si cambiaría sus títulos por dos mundiales para la selección mexicana, sonríe apremiado: Tal vez uno de los dos… La pasión por los robots, sin embargo, no impide a Rojas admirar la máquina más compleja jamás creada: el ser humano. Más bien lo contrario.
Es posible que las computadoras superen a los humanos en muchas actividades. Por ejemplo son mejores calculando, conduciendo, jugando al ajedrez o tomando fotos con gran precisión. Pero es muy difícil que alguna vez puedan reconocer caras o identificar y manipular objetos, reconoce.
Ese tipo de facultades humanas no se pueden programar en seco. Para aprenderlas se necesita interacción con el mundo. Por eso ahora se está trabajando en modelos de aprendizaje como redes neuronales artificiales, sistemas para aprender a leer o reconocer lenguaje.
Rojas asegura tener mucho respeto por lo biológico. La gente de informática lo imagina más fácil de lo que es y habla de prótesis cerebrales, pegar un aparato que me va a aumentar la capacidad de memoria o descargar pensamientos en un disco. Son fantasías que probablemente no ocurran nunca, añade.
“Es sorprendente mucho de lo que hemos logrado. Pero para mí también es sorprendente lo que no hemos conseguido. Desde hace 50 o 60 años se intenta crear una computadora que reconozca objetos, pero actualmente no hay ninguna que lo haga. ¿Cuál es el ingrediente que nos falta? Es lo que no sabemos.
No soy fanático, añade Rojas. Hay cosas que los robots no deberían hacer. No sólo es una cuestión técnica, sino también ética. Por ejemplo, no se debería crear robots enfermeros para cuidar ancianos, como intentan en Japón.
El experto, que complementó sus estudios en física y matemática con una maestría en economía, explica que siempre le interesaron los problemas sociales y la conexión entre ciencia y sociedad. Antes de automatizar un proceso pienso no sólo si es posible, sino también si tiene sentido. Hay que dosificar, reflexiona.
Incluso en producción y servicios, no todo lo que es maquinizable debe ser maquinizado. Si lo hacemos muy rápido se pueden perder muchísimos empleos.