Cuando
el presidente Enrique Peña Nieto presentó a la nación su iniciativa energética
donde se propone reformar los artículos 27 y 28 co9nstitucionales, tomo como
bandera la figura del general Lázaro Cárdenas del Río, quien hace 75 años
expropio la industria petrolera.
Sin embargo, la utilización del recurso
discursivo del general Cárdenas donde expuso los motivos que lo impulsaron a
tomar la decisión expropiatoria, dejó
plenamente asentado que los recursos provenientes del petróleo serían
exclusivamente para beneficio de los mexicanos y por lo tanto, sería el
gobierno federal el gaante de su exploración, extracción y comercialización.
Dejó asentado que la iniciativa privada nacional solo podría suscribir
contratos para prestación de servicios y nada más.
Esta
filosofía patriótica y nacionalista del gobierno cardenista fue norma respetada
por los gobiernos que le precedieron a la vez que fue enriquecida con candados
constitucionales para evitar que etanto empresarios nacionales como extranjeros
se convirtieran en beneficlarios de la llamada renta petrolera.
No
olvidemos que a pesar de todo lo que se diga la renta petrolera ha servido al
paso de las décadas para detonar el desarrollo nacional, fortalecer la economía
y promover el bienestar de las clases menesterosas del país.
Gobernantes
de diferentes grupos sociales y filosóficos provenientes del PRI—inluído el
presidente Salinas de Gortari—se opusieron determinantemente a aprobar
cualquier modificación constitucional que allanara el camino para la
participación de la iniciativa ´privada extranjera en el sector
energético..petróleo, gas y electricidad—por lo que ahora sorprende a propios y
extraños la forma como el presidente Peña Nieto trata de nulificar lo que por
décadas los mexicanos hemos conservado como patrimonio nacional.
Para
nadie fue una novedad que el Partido de Acción Nacional haya presentado ante el
Congreso de la Unión su iniciativa privatizadora en donde abre de par en par
las puertas para la participación de extranjeros en áreas de exploración y
explotación del recurso petrolero.
La
diferencia con la del PRI es que la única novedad sea que en lugar de otorgar
el gobierno federal a los extranjeros contratos por producción lo haga vía
contrato por utilidad compartida, lo cual no deja de ser una forma de entrega de
parte sustancial de la renta petrolera que bien podría ahorrarse la nación si
se pone en práctica la reforma propuesta por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a
través del Partido de la Revolución Democrática.
La
verdad sea dicha.
El
discurso del Presidente Peña Nieto ha resultado fallido, como fallido ha sido
la forma de confundir a los mexicanos con la puesta en escena de la figura del
general Cárdenas a quien se pretende vender hoy como un gobernante
privatizador, cuando su postura fue clara en cuanto a reservar los
hidrocarburos para beneficio de México.
Este
lunes, el presidente de la República enviará desde Los Pinos su mensaje con
motivo de su primer año de labores. En esta ocasión, seguramente hablará sobre
los puntos mas sobresalientes de su gestión gubernamental y las diferencias que
ha logrado identificar con su antecesor Felipe Cálderón Hinojosa, pero siendo
también un momento propio para insistir en su propuesta legislativa para
reformar la constitución y ofertar a empresarios y extranjeros su participación
en la exploración y explotación del petróleo, utilizando como argumento
principal el que los mexicanos no contamos con tenología de punta que nos
facilite la extracción del petróleo que hoy se encuentra en aguas profundas.
Sin
embargo, el ingeniero Cárdenas ha insistido de que no es necesario reformar la
constitución apra lograr los objetivos planteados y de que los mexicanos bien
podríamos sacar de aguas profundas el recurso sin otorgar parte de la renta
petrolera a la iniciativa privada.
Las
tres propuestas presentadas por el PAN, PRI y PRD están ahora en la cancha de
los legisladores y particularmente en la c+amara de senadores, donde se
debatirá a fondo y se votará en consecuencia.
Veremos
ahora de que están hecho los legisladores y si puede más su inter´pes
particular o partidista que el interés nacional. Por lo tanto, todos debemos
estar atentos para proceder en consecuencia y de alguna forma hacerles ver a
los representantes populares que de no actuar con visión de altura estaremos
entregando parte de nuestro patrimonio a los nunca saciables señores del dinero
nación al y trasnacional.
Periodista/Analista
Político*