domingo, 8 de septiembre de 2013

Rogelio Martínez Faz/INVASIÓN PASIVA E INDEPENDENCIA /Cartas desde Chicago

Rogelio Martínez Faz
Rogelio Martínez Faz/ “Los inmigrantes necesitamos que nos den todas las facilidades para adaptarnos a este país. Oportunidades para desarrollarnos en labores del campo y el comercio. Además, excepciones en el pago de impuestos hasta que nos estabilicemos económicamente. A cambio, nos comprometemos a traer progreso, respetar las leyes y aprender el idioma. ¡Si se puede! ¡Yes, we can!

“Una vez que nos arraiguemos y seamos mayoría, las tierras las hacemos nuestras, y si nos quieren cobrar los impuestos nos revelamos, hacemos nuestro propio comercio así sea por medio del contrabando, y seguiremos hablando nuestro idioma les guste o no. Después acorralamos a los que se dicen nativos de aquí y les pondremos una frontera, y si quieren quedarse deberán aprender nuestro idioma y jurar lealtad al país que será nuestro”.

No, no es broma ni exageración, es en serio. Y no por los paisas que estamos actualmente en Estados Unidos. Los que salieron con este rollo fueron los gabachos sureños cuando se establecieron en territorio Mexicano. Hechos que se dieron a partir de 1819 con el Tratado Adams-Onís. Posteriormente vendría la invasión pasiva con la autorización de México con la promesa de que cumplirían con las condiciones que nunca respetaron, después se daría la invasión armada, 1846-48.

Aprovecharon muy bien la oportunidad que daba el débil gobierno mexicano. Por lo que surgen los primeros polleros de América, Stephen Austin, siguiendo los pasos de su padre Moses Austin, que se empeñaron en llevar el mayor número de norteamericanos al Texas mexicano con el señuelo de traer prosperidad, aprovechando la generosidad o debilidad primero de la Nueva España y después el incipiente México “independiente”. Que dicho sea de paso el norte era territorio abandonado a su suerte por parte de españoles y mexicanos. El documento limítrofe que heredó México de España con respecto al norte era el Tratado Adams-Onís. Pero una vez que España perdió potestad sobre esas tierras, los anglosajones dijeron ahora es cuando.

No paró ahí, después de apoderase de la república Tejana, que ya era supuestamente independiente, fue causa de reclamo por parte de México, pero se invirtieron los papeles. La invasión pasiva se convirtió en agresiva, además de Texas, con la ayuda del torpe y convenenciero Antonio López de Santa Anna (Tratado de Velasco). Después se tomaron otras 800 000 millas cuadradas (55% del territorio mexicano) por costos de guerra –con lo que se cumplía el destino manifiesto- que incluía la Alta California y Nuevo México (Tratado de Guadalupe Hidalgo), los cuales comprenden 9 estados actuales entre los que destaca la generosa Arizona.

En la actualidad es probable que la migración mexicana hacia EU y la que ya estaba establecida por esos lares en aquellos entonces, no será la realeza europea, pero tampoco lo eran los bandoleros y esclavistas confederados del sur que la ocuparon con una invasión pasiva para después pasar a las armas, que irónicamente contaban con el apoyo de los demócratas que mantenían la esclavitud en territorio mexicano donde ya se había abolido. Los republicanos en su mayoría se oponían a estas acciones belicosas y a la misma esclavitud.

Durante la independencia de Texas el contagio también se dio en otros estados mexicanos: Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, Yucatán y Tabasco. Como en Centroamérica donde después acabaron guerreando entre ellos.

En el caso de México, preservó el concepto de “La Patria es Primero” de Vicente Guerreo, y el inicio del México de hoy ¿Independiente?

Aun con todo lo anterior no nos engañemos. Si esos territorios al sur de EU hubieran seguido siendo propiedad de México no serían lo que son hoy –sin justificar la acción-, no nos hubiéramos beneficiado tantos mexicanos que con categoría de ciudadanos de medio pelo en tierra “ajena” y sin papeles, busca el “sueño americano”. ¡Qué sátira! Esta semana los mexicanos festejamos en EU la independencia de México. Emancipación que inicio con el "Cry of Dolores" de Miguel Hidalgo jurando lealtad al rey Fernando VII de España y a la Virgen de Guadalupe. ¿Independencia?  

Festejo con desfiles patriótico-político-comerciales, donde autoridades norteamericanas saludan a la multitud jubilosa y orgullosa de su pasado; a esa invasión pasiva (la mayoría acarreada por polleros modernos) que solo pedimos nos dejen trabajar con papeles, nuestra única arma. ¡Porque aquí estamos y no nos vamos (?)! ¡Yes, we can! ¡Y QUE VIVA MÉXICO!

rogeliofaz@yahoo.com