JULIO AYALA CARLOS |
CIERTO. NADIE DIJO QUE
recomponer el estado sería fácil, y más cuando todo es un desorden, y no solo —hay que ser honestos— por los
desastrosos diez años del PRD en el gobierno, sino desde mucho atrás, cuando
gobernó el PRI y también desde el poder, cometió excesos.
No decirlo, sería
mezquino, como dice un senador de la República que le encanta la palabreja.
Decir que el desastre en el gobierno, y por consiguiente en el estado, empezó
con el PRD, no sería justo, pues como tú bien sabes, la catástrofe que tenemos
viene desde mucho atrás, también por malos gobiernos, como el que encabezó, por
solo citar un ejemplo, Ángel Aguirre Rivero, bajo las siglas del PRI, y luego por el partido amarillo.
No es pues fácil que
entregues resultados. Eso se entiende, y más cuando apenas han pasado algunos
días desde que tomaste en tus manos las riendas del estado. Así que, en mi
opinión, resulta también mezquino culparte de que, por ejemplo, la violencia no
ha disminuido.
No es mi intención quedar
bien contigo, y mucho menos justificarte. Digo, no es mi estilo, además de que
hay quienes lo hacen como una forma de vida. Sin embargo, sin ser mezquinos, yo
creo que hay que darte tiempo para que se sienta en Guerrero el “orden y paz”
que prometiste.
Por supuesto, hay que entender
a quienes exigen resultados inmediatos, pues no solo son 10 años de malos
gobiernos, y en consecuencia, de desatención de los grandes problemas del
estado. Si bien la acentuación de la violencia tiene pocos años, la marginación
y la pobreza que originan aquella, es prácticamente histórica, pese a los
millonarios recursos que han llegado a las autoridades.
¿Quién no quiere
resultados inmediatos en seguridad pública? ¿Quién no quiere que a la voz de ya
se acabe con la violencia y los muertos que ocurren a diario? ¿Quién no
quisiera hoy, o mañana mismo, que todos tuvieran empleo, y mejor aún, bien
pagados? ¿Quién no anhela salir de pobre y tener mejores condiciones de vida?
¿Quién no quiere, a la voz de ya, mejores escuelas, mejor atención médica, y apoyos
inmediatos para los hombres del campo? ¿Quién? ¿Quién?
¡Por supuesto que todos!
Sin embargo, acabar con la marginación y reducir la pobreza, madre de todos los
males, entre ellos la violencia, no es un asunto fácil ni mucho menos de
deseos, sino de un trabajo coordinado entre los tres órdenes de gobierno, de
políticas públicas definidas que ataquen directamente las causas que originan
el atraso en que vive la mayoría de los guerrerenses.
Y por supuesto, es
menester que en todo este proceso participe directamente la población, pues un
gobierno, por más recursos que tenga y por más comprometido que esté con el
combate de los problemas existentes, difícilmente podrá hacer mucho, si no toma
en cuenta el sentir de los guerrerenses.
Urgen resultados, es cierto,
pero también hay que darte tiempo. Por supuesto que la complejidad de la
problemática que existe en Guerrero tampoco puede ser pretexto para no hacerlo,
y en ese sentido, creo que la llegada de más policías y efectivos militares
para reforzar la seguridad pública, es un buen mensaje de que muy pronto habrá
resultados en este renglón, como también en el de salud pública, con la puesta
en marcha de la campaña intensiva de combate y prevención de la chikongunya,
sumado al relanzamiento del Plan Nuevo Guerrero, con el fin de continuar con la
reconstrucción del estado.
Es cierto. No estamos para
esperar más, y más cuando los gobernantes que hemos tenido, una y otra vez han
jugado con la confianza de los guerrerenses, pero creo que en este caso, sí
estás trabajando para cumplir tus promesas y acabar con los grandes problemas
de la entidad. Yo al menos creo que pronto habrá resultados tangibles, y que
solo es cuestión de tiempo.
EN OTRO ASUNTO, todo
indica que se viene un buen pleito entre la administración municipal actual de
Acapulco, que encabeza el alcalde Evodio Velázquez Aguirre, y el anterior que
encabezó, en los primeros dos tercios del trienio, Luis Walton Aburto, y luego
Luis Uruñuela, a raíz de los adeudos que tiene el Ayuntamiento porteño.
El gobierno que encabeza
Evodio Velázquez dio conocer este fin de semana que encontró deudas por más de
2 mil 200 millones de pesos, es decir, mil 200 millones pesos más que las que
encontró Luis Walton de la administración municipal de Manuel Añorve Baños, a
quien se señala como quien saqueó al gobierno de Acapulco.
Hay que decir que en su
momento Luis Walton denunció a Manuel Añorve, por las deudas encontradas en el
Ayuntamiento porteño, y hoy parece que no le gusta que se diga de los pasivos
también heredados al gobierno municipal que encabeza Evodio Velázquez. Yo creo
que, si bien parece que será un buen pleito, ni siquiera tiene razón de ser,
pues si las deudas son legales, son también institucionales y en consecuencia
no hay nada qué temer.
A menos, claro, que haya
en ellas, como siempre sucede cuando son recursos públicos, actos de
corrupción. Quien nada debe, nada teme, dice el dicho.
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