Hace dos semanas, en plática off de record, con tres diputados federales por Hidalgo me comentaron parte de los entretelones de la grilla en ese estado y el protagonismo, que en algunos casos raya en la desesperación, han asumido quienes buscan ser el próximo gobernador en sustitución de Francisco Olvera.
Omar Fayad Meneses, David Penchyna y Carolina Viggiano son los tres principales suspirantes a ser candidatos del PRI al gobierno estatal y todos están en busca de apoyos, amarres, señales desde Bucareli o desde Los Pinos que les indiquen que algunos de ellos es el ungido hidalguense.
David Penchyna, de trato hosco y hasta soberbio, comentan políticos hidalguenses, se transformado en un pan, en un paste dulce, asistiendo a todas las inauguraciones, ferias, primeras comuniones, bautizos y quince años al que se le convoque. A favor de él su defensa en el Senado de la Reforma Energética. En contra, no es bien visto en Bucareli.
Carolina Viaggiano viene de un trabajo discreto en la Comisión Nacional de Fomento Educativo (Conafe) pero ya se maneja como virtual candidata, por lo menos en el trato con sus iguales en San Lázaro, en donde aseguran presume su cercanía con el presidente Enrique Peña. Por lo pronto, en redes sociales tiene una ambiciosa campaña de cara al proceso interno en el PRI.
Omar Fayad, senador, ex alcalde de Pachuca, anda desesperado, dicen los tricolores hidalguenses. “O me apoyas a mí desde ahora o después asumes las consecuencias”, señalan que es una frase usual que utiliza cuando pide apoyo para asistir a mítines, giras o eventos que realiza cada fin de semana en Hidalgo.
Muchos legisladores y dirigentes del partido, de sectores, funcionarios estatales y federales e incluso empresarios se han negado a asistir a dichos bajo el argumento que esperarán alguna señal desde Bucareli o desde Los Pinos que indique quién será el candidato.
En esas andaba Don Omar Fayad cuando alguien le vendió el tema o se le ocurrió impulsar una reforma para castigar los llamados ciber-delitos hace una semana. Especialistas, la Red de Derechos Digitales y usuarios de las redes sociales, de inmediato descalificaron y criticaron el proyecto al que acusan de impulsar la “ciber-mordaza”.
Aseguran que la reforma que propone la posibilidad de castigar con prisión a personas que arroben al Presidente de la República en Twitter o a usuarios que publiquen en internet memes, tuits, videos, audios y mensajes que difundan información privada “sin autorización” o “indebidamente”.
Es evidente la desesperación del senador del PRI. Se embarcó en un tema delicado, ya sea por quedar bien y ganar puntos en la carrera por la sucesión hidalguense, alguien le puso un cuatro o simplemente se le quemaron los “pastes” en busca de la gubernatura con la llamada #LeyFayad.