OSCAR MEMIJE FRANCO |
En las últimas décadas, el crecimiento urbano en municipio
de Acapulco se ha caracterizado por el desorden urbano y la extensión de la
ciudad hacia las zonas periféricas, y a la vez por una disminución de la
concentración poblacional y la densificación en sus zonas centrales.
Se entiende al espacio público como el lugar de
encuentro se caracteriza por ser un ámbito abierto por y para el ejercicio de
la vida en sociedad. Representa el lugar idóneo para el desarrollo de
actividades deportivas, recreativas, artístico-culturales, de esparcimiento, y
en general para el uso y disfrute de la comunidad las 24 horas del día.
Es necesaria la implementación de políticas
públicas con enfoque territorial que contribuyan a configurar una ciudad
más densas, compacta y habitable, con más y mejores espacios públicos, que
permitan elevar la calidad de vida de las familias, brindar opciones para la
movilidad urbana sustentable; permite satisfacer las necesidades actuales sin
comprometer las posibilidades de las generaciones futuras, así
como detonar la productividad potencial, entre otras estrategias de
gobierno.
Una ciudad más compacta implica, entre otras
características, tener un tejido social integrado que permita la cohesión
social y el desarrollo pleno de las familias; en ella, debe avivar la creación
de contextos idóneos a fin de que sus habitantes sitúen de más tiempo para
compartir con su familia y con la comunidad en lugares públicos con
accesibilidad universal, seguros y de mejor calidad; de igual
forma, generar e implementar acciones que contribuyan a la prevención
social del delito, la violencia y las adicciones. Con estas acciones se
facilita la intervención gubernamental para la dotación de los servicios
públicos, el mejoramiento de la vivienda y su entorno, se crean opciones
para reducir los asentamientos humanos en zonas de riesgo, entre otros
beneficios.
Estos espacios públicos deben convertirse en
lugares que propicien la activación física, ya que somos un país con más de
1,400 millones de habitantes viven con sobrepeso, de acuerdo con la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO,
por sus siglas en inglés).
En los espacios públicos que tenemos en la ciudad,
se deben generar acciones de recuperación ambiental para mejorar la calidad de
vida de los habitantes, para eso es pertinente implementar un programa de
“Adopta un Árbol” esas campaña de reforestación permitirán generar pulmones
ecológicos en ciertos cuadrantes del puerto y despertar un sentido de
responsabilidad con el ecosistema y nuestra sociedad.
Es más interesante que esos árboles frutales sean autóctonos,
para que nuestra gente pueda deleitar su paladar, ya que ellos están adaptados
a las condiciones climáticas de la zona, aumentando las probabilidades de
éxito.
Si se logra
esta inversión para el futuro, será aprovechar un espacio de dimensiones
considerables, el proyecto puede evolucionar hacia un “Bosque Frutal Temático”
que tendrá la funcionalidad de constituir un paseo de consumo y conocimiento
pleno del proceso natural del árbol, constituyendo un núcleo de enseñanza de
todo lo relacionado a la producción de árboles frutales.
Recordemos que los árboles brindan no sólo oxígeno
y madera, también una importante fuente de energía sanadora que interactúa
entre sí.
Recuerde; sembrar y regar un árbol, es una
inversión sustentable para ustedes y sus seres queridos.