martes, 13 de noviembre de 2018

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos


CUATRO UNIVERSIDADES, DE LAS CIEN que tiene proyectadas el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se habrán de construir en Guerrero. Claro, una vez que tome protesta como presidente de nuestro país. Al menos es lo que dicen los de su partido, Morena, aunque hay que decir que prometer no cuesta.

Sin embargo, qué bueno que el Peje pretenda construir cien nuevas universidades en el país; qué bueno que quien tardó más de 10 años en concluir una Licenciatura, le apueste a la educación. Eso, sin duda, hay que reconocérselo, y cuando las construya y entren en operación, hay que aplaudírselo.

Porque, quién puede estar en contra de que en el país se construyan nuevas universidades? Quién puede estar en contra de que en Guerrero se construyan cuatro de esas cien? Quién jijos puede estar en contra de quién le apuesta a la educación?

Yo al menos, no, dado que la educación es el único camino que tienen los pueblos para salir de la ignorancia y aspirar al progreso.

Es decir, está muy bien que AMLO, López Obrador, o el Peje, tenga en mente construir, durante su mandato, que esperemos no pase de los seis años que contempla la Constitución, cien universidades en el país.  Y está bien que en Guerrero, de esas cien se vayan a construir al menos cuatro.

Sí. Está muy bien que el Presidente electo tenga pensado construir esas cien universidades. Muy bien, pero…

Pero si tanto le interesa al Peje la educación superior, como para construir cien universidades en el país, por qué no empieza por fortalecer, con mayores recursos, con recursos suficientes a la universidades ya existentes?

Por qué no rescatar, en primer término, a las universidades públicas del país que enfrentan problemas financieros? Por qué no asignarles un mayor presupuesto, no solo para que paguen a los maestros y al resto de la plantilla laboral, sino también para que realicen trabajos de investigación y de vinculación social?

Sí. Hay que crear más universidades, pero también hay que fortalecer a las ya existentes; hay que asignarles mayor presupuesto, pues de nada sirve que se funden más centros educativos si  éstos carecen de los recursos suficientes para operar y rendir resultados de excelencia.

Claro que hay que fiscalizar los recursos públicos que manejan las universidades, pues si bien es cierto que la mayoría de ellas gozan de autonomía, eso no significa que no se les fiscalice. Por supuesto que debe conocerse en qué se gastan las universidades el presupuesto, y más cuando es insuficiente como el que tiene asignado la Universidad Autónoma de Guerrero.

Y es que no es posible que mientras la UAGro entre en un plan de austeridad, que implica incluso la reducción del 50por ciento de actividades culturales, como una forma de ahorrar recursos, dado la carencia de éstos, por otra parte se pretenda crear nuevas universidades.

Hay que decirlo. Si bien es plausible la creación de nuevas instituciones de educación pública, es también plausible fortalecer financieramente a las ya existentes para que éstas no le anden cobrando a los estudiantes hasta por hacer uso de los sanitarios, con el fin de hacerse recursos para su mantenimiento. De nada servirá crear cien nuevas universidades en el país, si éstas carecen de lo necesario para tener el servicio de sanitarios.

Hace poco, diversas universidades públicas del país pararon labores, precisamente por la falta de recursos que enfrentan. Están en crisis financiera, como consecuencia del reducido presupuesto que tienen asignado. La UAGro es una de ellas, aunque sus autoridades tienen la fortuna de que el gobernador en turno, Héctor Astudillo Flores, una y otra vez les resuelve sus problemas financieros.

En fin que indudablemente es plausible la propuesta del todavía presidente electo de construir cien universidades cuando sea Presidente de la República, aunque no es muy alentador si es como la que fundó en la hoy Ciudad de México, cuando la gobernó hace algunos años, toda vez que adolece de calidad académica. Pero también sería plausible que desde la Presidencia apoyara con recursos suficientes a las universidades públicas existentes que pasan por una grave crisis financiera.

No hacerlo, sería una acción incongruente.

Comentarios: julio651220@hotmail.com