LOS
ASPIRANTES PARA LA ALCALDIA DE ATOYAC, ENTRE HOMBRES, MUJERES Y UN MARICA.
Por Jorge Luis Falcón Arévalo
La competencia es de
personalidades de características algunas peculiares y típicas; otras, rayan en
lo absurdo e incoherente. Pero hay una que se debate entre lo bocón y lo
marica. No soy homofóbico; pero es repugnante que un hombre presente
características de damisela y pretenda parecer hombre; ya no en el sentido
estricto de la palabra, sino en su forma y fondo.
Tanto del PRI, como PRD,
PAN, Panal, Movimiento Ciudadano y el escaso verde ecologista (partido que le
cuesta mucho dinero a la sociedad mexicana y que es patrimonio de una familia
de sabandijas como son los González Torres y González Martínez. Organismo que
deberá desaparecer en un país que le agobia la pobreza y el hambre, ante lo
desnaturalizado de estos engendros. Y la sociedad que lo permite.
Lo cierto es que en la
comarca cafetalera, solo el PRD y el PRI, buscan solucionar el enredo para
encontrar cada fracción política su candidato. Aunque hay unos que se nombran “Aguirristas”,
que ni son priistas, ni perredistas, sino unos híbridos, advenedizos, forasteros
y tal vez, cuatreros de la política; pues no está inscrito en ningún lado del
IFE, una organización con ese término. Son solo una especie en el “limbo” en
espera de mejor ocasión. Son como una especie de comodines de afeminación; pues
el perfil psicológico de estos ni los hace de un color amarillo, menos
tricolores y se mueven de acuerdo a sus conveniencias, a sus provechos y
beneficios.
Los panistas, esperan la
señal. La misma de hace años. Panal y Movimiento Ciudadano, solo son
franquicias para endosarlas a quien va en alianzas. Esa es la puerqueza de un
sistema que no sabe del arte de la estrategia, como parte de una ciencia que ha
muerto; para convertirse en un jaloneo de intereses y/o utilidades.
Pablo César Solís Nava, Juan
Carlos Pérez González y Agustín Sotelo Aguilar, Edilberto Tavares Cisneros, combaten
de frente, buscan, se enfrentan y arremeten con su verborrea ante el irresoluto
e indeciso electorado, buscando con esas frases y oraciones muy propias de la
grilla, escarbar dentro del alma de cada ciudadano, el voto. Instruidos si,
exitosos en sus áreas profesionales.
Hombres fraguados en sus
áreas específicas de su quehacer laboral. Denotan esfuerzos, demuestran sus
capacidades, para lograr su meta. Avasallan con sus místicas y sus propios
destinos, el camino que los lleva a darse a “querer” dentro del que emite y
sufraga en las boletas y se cuenta ese signo en las urnas.
Tal vez con esfuerzos lo haga Isaías Eduardo
Gómez Ozuna, aunque su perfil siempre es el de estar a la espera de la caza de
lo que “ocurra” primero. Se agazapa y atisba; pero su lucha es escasa. Prefiere
seguir la instrucción del “sí señor”. Juan Méndez Nogueda, se placea del brazo
de sus “palancas”, pues ni caso en una persona así. No hay ejercicio de la
praxis política. Busca el clásico “dedazo” ¿Conviene a la sociedad atoyaquense
un tipo con esas señas? ¿El voto, pa’ dónde?
Cada quien con su dios y
cada quien con sus terrenales poderes, para allanar caminos o disciplina, si la
voz del mandato se los pide o exige. Sus influencias, valen.
Rocío Mesino Mesino, líder aguerrida,
admirada por su valor entre hombres y mujeres del campo. La sierra del Sur, su
bastión de lucha. También, hace su parte en la prosapia de una familia de
luchadores sociales; y, se enfrenta a diario en busca de ser apuntalada en sus
aspiraciones. La única fémina que se avienta al ruedo. Y es una característica de
ella, ser de temple, de brío, de “garra”.
José Castro Castillo, de no
muy gratos recuerdos por las calles donde reside, pues es dado los fines de
semana a “empedar” musicalmente a los vecinos con sus notas melodiosos que violan
los decibeles permitidos para el ser humano y que rayan más allá de un castigo
monetario, sino carcelario, pues aún sin el poder que le brindaría ser
representante popular, se da las ínfulas de un gran señor de horca y cuchillo,
cuando solo llega a ser un demandante defensor de “enternecidos” cerdos; léase
cuches. Pero que además pierde el caso en legendaria historia que lo perseguirá
toda su vida. Bueno parte de lo que le queda. Un hombre que violenta la
tranquilidad de los demás, solo merece el voto… ¡del destierro!
Corral Falso, presenta al
héroe desconocido; al hombre que solo recibe indicaciones e instrucciones de un
tipo torvo y gandalla como lo es el legislador Faustino Soto.
Encasillado y nombrado como “el
loco del pueblo”, por sus típicas actuaciones ante la población; deja mucho a
la imaginación y a la historia de un pueblo que es dado a tejer las más chistosas
leyendas. Tony Radilla, un personajero entre la risa y la carcajada por sus
frases incongruentes acerca de la polaca y sus ideas inoportunas acerca de lo
que es un proyecto de gobierno. Si éste es aspirante a la silla municipal
atoyaquense Javier Galeana Cadena, es hombre. . . ¡de principios!
El ex beodo, resulta que
tiene tras sí una historia de melodrama, tragedia e infelicidad. Después de
haberse pasoteado por todos los organismos políticos, no quiere hacer fila;
pretende ser temerario; pero es miedoso y pusilánime… bueno cobardón.
Resulta que ha buscado a
toda la familia de parte de su hermano Pepe Téllez, aquel del trio de dueños -antes
diecisiete- del Diario que le dio nombre al periódico; y, que además que tiene el
en misterio de la demanda a más de 18 familias en la desesperanza de no
haberles pagado liquidación alguna. Vacaciones, tiempo extra y demás prestación
que la ley demanda. Entre ellos al pasquinero de chilapa Pablo Alonso -¿Para qué sirve un sindicato?-, hoy naturalizado atoyaquense.
Pepe, otro inhumano empresario, que se olvida de niños y ancianos si habrán de
comer o la esperanza de que les sea finiquitado el salario ya devengado, en esta navidad. ¡Servido Nacho y Francisco Javier! Busca
al fraterno con el anhelo de “salvarlo y
protegerlo” por sentirse “perseguido” por la prensa que habla de sus pillerías,
de sus bribonadas, de todo un vividor profesional. ¿Quién no ha sufrido las
consecuencias de sus trastadas de que le organicen recepciones -comelitonas y
bebidas gratis- en sus visitas domiciliarias? Cuando como todo bribón, señala
que “él hace campaña sin un centavo” Así es. Lo hace a costillas de los demás. Esquilmando
incautos. Que lo desengañen el trío de pelmazos que le acompañan, que le han
puesto autos y dinero, para que se desplace éste desviado, que como todo
marica, busca auxilio y apoyo. Para esto expuso ante la vergüenza a toda su
parentela, como él, faltos de inteligencia y buenos modos. Algunos, como le
conocen, lo obvian; otros, se lamentan que tengan un familiar tan amanerado,
teatral y falso, que solo ande como el Tony, por la región cafetalera, rumiando
su desventura.
Sus quejas en una reunión
seria, para tratar asuntos de la política entre los perredistas, solo demostró,
Javiercito, su escasa hombría. Sorprendió su queja, lamento y sollozo a los
presentes. “Solo le faltó lloriquear”, dijo uno de los concurrentes, pues ni
caso su lamentación, en esa reunión. Otro de los presentes en una reunión donde
se quejó éste remedo, uso otro epíteto impublicable.
El haber modificado,
transformado y retocado un texto periodístico -que la monumental mediocre de su
mujer, en mal momento para este granuja- le puso la soga en el cuello, pues
violó la ley. Y eso tiene nombre: ¡Te puso chinqueque, ante la justicia! Los barcos
cuando se les abre un boquete, se hunden. Cierra la boca, pues entre más la
agranda, le entra agua y se hunde. . . Ha dejado Javiercito huellas de su ignominia
e infamia, y sabe bien en donde y por dónde. . .