PGR indaga abusos de tortura
contra normalistas
Ignacio Alzaga
La
dependencia informó que la investigación se podría complicar porque las
autoridades estatales supuestamente no realizaron correctamente los protocolos.
Chilpancingo
de los Bravo • Los peritajes que realiza la Procuraduría General de la
República (PGR) para esclarecer el caso de los dos estudiantes normalistas
asesinados cuando bloqueaban la Autopista del Sol podrían complicarse porque
autoridades de Guerrero no aplicaron de manera correcta los protocolos de
investigación.
Luego
de que la dependencia atrajera el caso, también se indagan supuestos abusos y
tortura de policías locales contra alumnos de la Escuela Normal Rural “Raúl
Isidro Burgos” de Ayotzinapa.
Funcionarios
de la dependencia destacaron entre las presuntas irregularidades que no se
realizaran de manera inmediata pruebas de radizonato de sodio a policías
federales, municipales y estatales para determinar quien o quienes dispararon
contra las víctimas el lunes pasado.
Señalaron
que los rastros de pólvora pueden ser eliminados con diversas sustancias y
pueden desaparecer a las 48 horas de haber accionado un arma de fuego.
Tampoco
pusieron a disposición del Ministerio Público las armas que portaban ese día
los policías de las diferentes corporaciones que participaron en el operativo
desplegado tras el bloqueo de un tramo de la carretera Chilpancingo-Acapulco,
en la caseta Palo Blanco.
Además
la Comisión de Derechos Humanos del estado de Guerrero recibió denuncias de que
policías ministeriales detuvieron a más jóvenes normalistas, quienes no fueron
presentados ante el Ministerio Público ni se encuentran entre los 24 que fueron
liberados por falta de pruebas.
Daniel
“N”, uno de los normalistas detenidos, declaró: “Fuimos torturados de manera
física y psicológica por los policías ministeriales y estatales de Guerrero.
Nos golpearon cuando nos detuvieron, al tiempo que nos amagaban con sus armas.
En
un auditorio del Gobierno del estado, nos obligaron a quitarnos la ropa y bajo
amenazas y golpes, nos tuvieron tirados boca abajo con las manos a la nuca por
más de cinco horas".