Confrontación
y Comisión de la Verdad
Cosas
Veredes
Por
Rodrigo Huerta Pegueros*
El ex gobernador Rubén
Figueroa Alcocer, este hombre que se le reconoce como bravucón y autoritario
además de violento, salió a terciar en la confrontación entre el gobernador
Ángel Aguirre Rivero y el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo. Los
exhortó a que en privado discutan y debatan los problemas que tienen y no lo
hagan a través de los medios de comunicación. Dijo Figueroa que el espectáculo
no le conviene a nadie y solo afecta la imagen de ambos y de Guerrero.
Lo cierto es que don Rubén
se quedó en el pasado, cuando las cosas públicas se discutían como si fueran
privadas y que no le incumbía a la ciudadanía enterarse de cómo se manejaban
los recursos públicos.
Lo que hizo Aguirre Rivero
es normal en cualquier lugar donde se ejerza la democracia y en donde la
transparencia sea una constante y no algo circunstancial. El deber de cualquier
administración pública es enterar a la ciudadanía de cómo se recibió y cual es
el estado de cada dependencia. Así, con dicha información, la sociedad
entenderá los porqués del funcionamiento de la administración. No hay nada malo
en eso, si es que los datos e información que se proporciona a los ciudadanos
está sustentada y se está procediendo en consecuencia.
Por lo que hace al ex
gobernador Torreblanca Galindo, éste tiene todo el derecho de reconvenir a
quienes han estado señalando e informando sobre la situación en que dejó la
administración que le tocó dirigir durante seis años. Si él cree que se le
están levantando imputaciones fuera de lugar o sin sustento alguno, puede
mostrar o demostrar que solo son denostaciones que tiene un fin perverso o
político. No hay nada malo en ello. Esto solo puede llevarnos a que se pongan
las cosas en su justa dimensión y que las imputaciones o descalificaciones solo
queden como meras anécdotas al final de la travesía.
Por lo tanto, el ex
gobernador Figueroa debe acostumbrarse a los nuevos usos de la política y
olvidarse que en Huitzuco no hace aire.
COMISION
DE LA VERDAD
Por cierto que a don Rubén
no le quita el sueño que el actual régimen aguirrista esté impulsando la
creación de la Comisión de la Verdad, pues afirma que el caso de Aguas Blancas
está más que investigado y con sendas sentencias que lo excluyen de cualquier
delito. Por ello ha externado que dicha Comisión de la Verdad debería de tener
la facultad de investigar todo lo que crean que sea necesario y no imponerle un
periodo específico como parece ser la consigna.
Ciertamente, a Figueroa
Alcocer no solo le quitaron la gubernatura del estado sino que le abrieron
sendas investigaciones que involucró a los poderes judiciales de México y a nivel internacional. Los resolutivos
fueron dados a conocer en su momento y han pasado ya muchos años sin que se
hablara del asunto sino hasta que llegó al gobierno estatal Ángel Aguirre
Rivero, arropado por los partidos de izquierda en donde figuran como militantes
ex guerrilleros y familiares de los afectados por la represión y el
autoritarismo de los gobiernos priistas de la época.
Por lo tanto, habría que
preguntarnos si la Comisión de la Verdad será un instrumento que desee hacer
justicia o busque solo venganza, sobre todo, cuando se ha hecho caso omiso a la
propuesta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Guerrero en el sentido
de que la Comisión de la Verdad, para ser justa, deberá integrarse con personas
que no sean parte del problema como son los ex guerrilleros o familiares de los
afectados, pues éstos serían la materia prima de la investigación si es que se
quiere saber lo que verdaderamente pasó durante la guerra sucia y los demás
casos de desaparición o represión a grupos armados o sociales.
Y es que el tema no solo nos
lleva a recordar los eventos que sucedieron después de los años setentas y
ochentas sino también los que se realizaron en los años noventas y hasta principios
del año dos mil, cuando varios grupos de expertos y académicos levantaron
investigaciones sobre la guerra sucia e incluso se creó una fiscalía
especializada durante el régimen de Vicente Fox la cual concluyó su tarea pero
lo que nunca se hizo fue consignar ante autoridad alguna los hechos que se
lograron comprobar pues los involucrados y culpables habían muerto.
Por lo tanto, la creación de
la Comisión de la Verdad será más que nada una forma de darle vía libre a los
que la integren para que tengan un trabajo a realizar sin que se les exija en
ningún momento que deban cumplir con resolver los casos para justificar cuando
menos la erogación que se tendrá que hacer y que posiblemente tenga que
cuantificar el Congreso del estado e incluirlo en el presupuesto de egresos
para el próximo año.
Y así como Rubén Figueroa
Alcocer ha dicho no temer por lo que hagan o dejen de hacer los integrantes de
la Comisión de la Verdad, el propio gobernador Ángel Aguirre Rivero ha
expresado que él no tiene inconveniente que dicha comisión investigue los casos
que crea conveniente. Esto es, que saben los dos, que las tareas que realizaron
en su tiempo los expertos llegaron a la conclusión de que no tienen culpa
directa en los sucesos que se originaron en cada caso.
Así que la pregunta es, ¿se
necesita en realidad una Comisión de la Verdad en Guerrero?
Periodista y Analista
Político