jueves, 5 de septiembre de 2013

LA NETA DEL PLANETA Karmelynda Valverde ¡PELLIZQUESHION!

Karmelynda Valverde
El Bello Nido es un pueblo ‘’cuetero’’ y tratándose del  mes patrio ese afán de estar tronando cohetes o ‘’cuetes’’ como coloquialmente les llamamos aquí en Ometepierdes, se eleva como a la décima potencia. Y pue’que hasta más.

Pues bueno, la mega tronada del cueterío comenzó desde anoche, y a nadie pareció sorprenderle, sabida como está la cuatitud ometepequense que las mayordomas de los San Nico (el uno penitente y el otro Tolentino) gustan de quemar ociosamente un chiflotonal de billullo en esta onerosa tradición de reventar toritos tronadores y cantidades industriales de ‘’cuetes’’ y bombas desde 9 días antes del festejo. Pero hoy esa dichosa tronata se siguió de largo y esta palomita sin nido, desvelada como estaba por la mala noche que me hizo pasar el nervio ciático que corre por la pierna izquierda, salí a hacer mi acostumbrado recorrido en busca de alguna buena nota ya bastante tardecito, como a eso de la una y media de la tarde.
He de comentarles que las calles del Bello Nido –sobre todo las que rodean el zócalo- están intransitables porque al presidente Municipal, el Profe None, -luego de meses de estar meditando en la inmortalidad del ostión, se le ocurre, precisamente  en el mes de septiembre ponerse a arreglar el cochinero de calles ¡y ahorita están ‘’pior!. Así, que tuve que tomar el caminito más corto, pasando por la casa del Góber Aguirre Rivero, donde afuera su cocinero de cabecera, Tito Cuache saboreaba un postrecito mientras observaba a dos trabajadores que colocaban medallones con la imagen de algunos de nuestros héroes en la fachada de la vivienda.

Luego de sortear las máquinas, los cerros de escombros y mucho lodazal, me apersoné en el edificio del Ayuntamiento, percatándome de que en la Plaza Cívica había varias camionetas blancas estacionadas…y hombre con facha de guaruras. La Plaza del Taco se encontraba rodeada por barandales con los que impedía el paso vehicular y peatonal. Una vez dentro del Palacio Municipal, un señor me impide el paso a la parte superior del mismo. Cuando le pregunto el porqué, dice de forma escueta ‘’Son instrucciones por la visita del Gobernador.

¡Ah jijo! Tardé como 5 minutos en procesar la información. ¿El Gober…viene hoy?.....Ah chintehua…¿y sería por eso tanto cuete y que los diablos del Barrio de la Ermita se sorrajarran bailando desde las 8 de la mañanita?...mmmm ¿ y porqué nadie dijo nada?.


Seguramente porque como habían estado diciendo desde hace dos semanas que venía a colocar la primera piedra de la remodelación del Mercado Municipal…¡y luego que siempre no!. Y una semana después, vuelta más el run rún de que ‘’Vien e Layo, mañana llega!  Y ‘’chisme te engañé’’ pensé que tal vez por eso esta vez todo fue más como que a la sorda. Caray, Caray, pero ni la Matahari, que tooodo lo sabe, se olió esta sorpresiva visita. Ajajá, entonces me pude percatar del movimiento. Chincuales por aquí y por aca. 

En el pasillo de la planta baja, unas chavas corrían huipilote en mano. Genchi, (así es ampliamente conocido quien fuera chofer y guarura del Profe None y ahora coordinador de edecanes de los eventos municipales, por lo que ví) daba indicaciones a unas secres habilitadas como edecanes de que fueran a medirse los huipiles que iban consiguiendo las asistentes. Ya para esas horas la Matahari ya se había enterado que la cuatitud edilicia del bello nido y municipios circunvecinos, estaba esperando al Góber y que este ba a subir a sepa Judas qué al Palacio Municipal. 

Pero que también la Rosarito Robles iba pelo suelto y carretera rumbo a Vista Hermosa, Municipio de Ometepequi. Así que unos iban a ganar para esa comunidad y otros, encabezados por el Profe None, esperarían a papá Layo ahí en el Ayuntamiento. De pronto, baja el susodicho enfundado en una camisita rosada, hecho la reverenda raya y a unos pasitos atrás, lo seguía su inseparable Griselda, su itinerante y personalizada secre y una comitiva de mequenques y huele moles. Se treparon a una camioneta blanca de doble cabina y el chofer metió clochazo, segundón, volantazo y ¡agarraron monte!.  

Una de las secres de las varias oficinas municipales aseguró con actitud de ‘’me las se de todas todas’’ que el convoy que salió disparado iba a encontrar al Góber que ya estaba en el mercado. Diez minutos después, hizo su aparición el presidente municipal de Marquelia, Javier Adame Montalván, recorrió el pasillo hasta cerca de las oficinas del DIF, saludando amablemente a todo mundo y con la misma salió saludó, palmeó espaldas, apretó manos y abrazó a un policía municipal que se encontraba afuera de la Escuela de Enfermería. ‘’Ya no tarda’’ ‘’Ya avisaron que del mercado se viene para acá’’ comentaban en voz alta unos señores con playeras de colores y escudito de ‘’Guerrero Cumple’’. 

Pero Layo, no llegó. La gente que lo esperaba en la Plaza Cívica, comenzó a dispersarse, pero no para regresar a sus domicilios, no, ¡Qué va! Fueron a apersonarse a la casa del Góber. Por ahí de las 5 de la tarde, los trabajadores municipales comenzaron a quitar las vallas, y con ello llegó completito el desencanto. ‘’Puro chisme, eso de que venía Layo hoy’’. ¡Pellizcashion!. Pero oh sorprais, el Góber efectivamente no se apareció esta tarde en la Plaza Cívica ni en el Ayuntamiento. ¡Pero sí en su casita de la calle de Juan García Jiménez!. 

Al menos ahí  están apelotadas varias decenas de paisanos que buscan hablar con él o entregarle alguna solicitud. Aunque la Mata Hari, siempre metiochona, jura y perjura que don Layo Aguirre esta noche pernocta en su rancho El Pantano. Quiera papá Dios que no, porque las pellizcashions nocturnas como que son más sentidas, sobre todo cuando son lluviosas como esta nochecita. Que pena que le haya tocado ‘’jallar’’ las calles de su bello nido del alma en tan fiero estado. Pozudas y lodosas. Pero que bueno que está aquí, en su tierra y con la paisanada que le tiene tanta querencia. Pellizcashions aparte.