Rogelio Martínez Faz |
En 1886 el presidente de los
Estados Unidos, Grover Cleveland, no consideró el 1 de mayo como día feriado
para reconocer el “Labor Day” o Día del Trabajo, pues sería una oportunidad
para darle alas al movimiento socialista en EU, tras los acontecimientos
violentos en la Revuelta de Haymarket en Chicago. Una huelga que iniciaba el
primero de mayo y exigía ocho horas de trabajo por día, no hasta 18 a las que
eran obligados, en particular en los ferrocarriles.
Por lo tanto, Cleveland dio su
respaldo a los “Knights of Labor” de Nueva York, que era la organización de
trabajadores más aceptable por el gobierno, que no estaba influenciada por la
Internacional Socialista con tendencia comunista encabezada por anarquistas.
Por lo que se establece el primer lunes de septiembre como el “Labor Day”.
Hoy día las demandas
laborales de antaño en EU siguen inspirando las luchas laborales con sus
variantes. Por ejemplo, ahora se piden más horas de trabajo y no menos como
antes, mejores salarios entre otros derechos laborales que no existían antes.
Demanda que se viene extendiendo por el resto del país. Que ya no son
ferrocarrileros, su lugar lo ocupan las minorías e inmigrantes que trabajan en
grandes corporaciones de comida rápida como en tiendas de departamentos.
Para la “International
Workers' Day” (May Day) es la celebración internacional de un movimiento
laboral que la mayor parte del mundo reconoce como Día del Trabajo.
Por supuesto las
circunstancias cambian y el trabajador actual tiene derechos que conseguir y
debe de luchar por ellos. Por eso, en estos días se llama a huelga contra las
corporaciones de comida chatarra y rápida: Mc Donald’s, Burger King, Wendy’s,
Subway, Dunkin’ Donuts, a la que se han sumado los empleados de tiendas
departamentales como Nordstrom, Nike y Sears entre otras.
Su movimiento es promovido
principalmente por el sindicato SEIU, que representa a los empleados de
servicios, exigiendo un aumento salarial de 15 dólares por hora (en Illinois el
salario mínimo es de $8.25 dls.), mas beneficios.
El reto está en que estas
posiciones de trabajo no requieren de conocimientos o destrezas especiales.
Trabajos que por lo regular son temporales donde muchos estudiantes tienen la
oportunidad de adquirir experiencia laboral, a la vez que se ayudan con sus
estudios.
Pero también se han
convertido en una fuente de trabajo para minorías donde hay muchos inmigrantes,
incluidos indocumentados, con pocas posibilidades de acomodarse en empleos
formales que requieren de cierta capacitación.
Para estas familias esos
trabajos pasaron a ser su fuente principal de ingresos, pero dicen no les
alcanza. Para las compañías multinacionales es de provecho que el trabajador no
tenga protección laboral, pues al empleado se le llama cuando se le necesita y
no acumula horas de trabajo para obtener derechos laborales.
Para los sindicatos sería
una fuente de ingresos si logra sindicalizar a estos empleados que no
discrimina; tengan o no documentos siempre y cuando paguen su cuota. Y para eso
se recurre a las movilizaciones y huelgas. La exigencia es titánica pues casi
se está pidiendo el doble de salario. Y uno de sus argumentos consiste en
machacar sobre los bajos salarios de los ‘medios empleos’ en contraste con las
enormes ganancias de las corporaciones.
Muy seguro será que en estas
huelgas no haya mártires que paguen con su vida como sucedió con los Mártires
de Chicago, ni dependa de un presidente si se reconoce su “día festivo”, el
reto será dar trabajo a todos de tiempo completo con salarios regulares cuando
no se tienen destrezas más que la voluntad de cumplir con el trabajo.