martes, 28 de octubre de 2014

7 ACTITUDES QUE PODRÍAN ALEJAR A LAS PERSONAS DE TI


¿Te has preguntado qué piensan las personas sobre ti? ¿Será que tus relaciones interpersonales se encuentran en buen estado? A continuación, te presentamos algunos factores que podrían explicar el hecho de que las personas no te llamen, se les olvide invitarte a las reuniones con los amigos, o simplemente que tus colegas del trabajo te ignoren. ¿Podría estar sucediendo esto contigo? Estos son algunos comportamientos que debes vigilar para evitar que tus amigos se alejen.
1 – Deja de hablar mal de todo el mundo.
¿Has conocido a una persona que vive señalando los defectos ajenos? La verdad es que a nadie le gusta quedarse demasiado tiempo al dado de un individuo así – incluso porque siempre terminas con la duda: “¿Hablará también así de mal sobre mí?”. Es innegable: las personas terminan poniendo distancia a los chismosos compulsivos. Si eres así, ¿qué te parece si te empiezas a guardar tus comentarios?
2 – Aprende a comportarte mejor.
Por más cuestionables que sean algunas normas de etiqueta, y por mucho que no te parezcan, vale la pena recordar que tener buenos modales no hace daño a nadie. Puedes ser una persona más libre cuando estés con tus amigos, por su puesto, pero cuando estamos hablando de un convivio con colegas del trabajo, no cuesta nada, por ejemplo, comer con la boca cerrada.
3 – No seas el bromista inoportuno.
Resulta lógico que la risa es agradable, y todo el mundo adora una broma una vez. El asunto es que algunos individuos parecer no tener la más mínima noción de límite. Si no sabes distinguir una broma de una grosería, lo único que tienes que hacer es evitar los comentarios que te parezcan elocuentes y divertidos, pero que en el fondo no pasan de ser meros prejuicios, machismos, sexismos, racismo y cosas afines. Ante la duda, piensa si aquello que deseas expresar realmente es gracioso o si sólo se trata de un humor ordinario y vulgar.
4 – Aprende a trabajar en equipo.
Es evidente: ¿te gustaría estar cerca una persona que valora a los demás o de una persona que se aparta del grupo? La verdad es que resulta necesario trabajar en equipo, ser comunicativo, reconocer el trabajo de los demás, aprender a elogiar y elaborar críticas constructivas.
5 – Comienza a dividir las cuentas.
No seas gorrón. No porqué tu amigo se ofreció a pagar la cuenta una vez significa que nunca te va a tocar dividir o invitar a ti. Los “gorrones”, que dicen el famoso “paga por mí que después te regreso el dinero”, dejan, obviamente, de ser invitados a algunos eventos. Si hay escasez de dinero, simplemente no salgas o elige la opción más barata.
6 – ¡Deja de hablar, por el amor de Jesucristo!
Si eres de ese tipo de persona que disfruta de desbaratarse en intensas discusiones para demostrar que tiene la razón, y pese a saber que no está en lo correcto sigue argumentando como si así fuera, sólo para no perder en la discusión, te tengo una mala noticia: estás en la categoría de persona más aburrida del mundo y resulta obvio que tus amigos dejarán de hacerte invitaciones.
Si una persona tiene la intención de escuchar a otra hablar durante horas sin parar, se va a una maldita conferencia. La mesa del bar no es un lugar para hacer un discurso sobre tus convicciones – por más brillantes que creas que estas sean, a algunas personas simplemente no les importa un demonio lo que piensas sobre determinado asunto. Entonces, no insistas en ser aburrido, por tu propio bien.
7 – Comienza a escuchar.
Este tema tiene mucha relación con el anterior, pues quien habla hasta por los codos nunca resulta un buen oyente – anota. El problema de las personas que hablan demás es que hacen a un lado el discurso del pobre bastardo que intenta interrumpir su monólogo.
A nadie le gusta ser interrumpido por la persona verbosa y egocéntrica de la mesa. Si hablas sin parar, ya es molesto; ahora, si hablas sin parar y no dejas que nadie más hable, eres prácticamente insoportable.

No todos somos psicólogos para estar escuchándote y atendiéndote, por favor, entiende que el equilibro en los diálogos es fundamental – y relativamente simple: las conversaciones están compuestas de palabras y silencios. Si ninguno de los dos prevalece sobre el otro, todo está muy bien.