Cuestión de los
tiempos, los días más difíciles del gobierno de Enrique Peña Nieto –como asume
el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong---, azuzados por el
peligroso mecanismo promotor de la desinformación, las redes sociales en manos
criminales y el parloteo de jóvenes que se dicen universitarios pero olvidan la
cantaleta e irresponsablemente acusan al gobierno de asesinar estudiantes y
urgen atención del ciudadano común y lo llaman a protestar. Pero…
De pronto, alguien
riega la especie de que Ángel Heladio Aguirre Rivero llegó a Los Pinos, al
final del encuentro, el miércoles pasado, del Presidente con padres y madres de
los normalistas levantados en Iguala, pese a que era rechazada su presencia.
Mentira.
Y por el twitter
aseguran que a los familiares de los normalistas los maltrataron en Los Pinos.
Mentira.
También por esa vía, se
esparce la versión de que los normalistas estarían infiltrados e incluso serían
cómplices de Los Rojos, dueños y amos de zonas que corren por los rumbos de La
Montaña de Guerrero, de Tixtla y hasta los linderos con Puebla, enemigos
jurados de los Guerreros Unidos. ¿A quién y por qué conviene criminalizar a los
normalistas?
¿Para descalificar el
encuentro con Peña Nieto y el trabajo de inteligencia para dar con el paradero
de estos 43 muchachos?
Además, las columnas de
estudiantes que protestan en Chilpancingo, Oaxaca, Morelia y el Distrito
Federal, son infiltradas por sujetos con el modus operandi desplegado desde el
1 de diciembre de 2012, en torno del Palacio Legislativo de San Lázaro, justo a
la hora en que Enrique Peña Nieto juraba como Presidente Constitucional de los
Estados Unidos Mexicanos.
Esos individuos, entre
ellos algunas mujeres, sedicentes anarquistas, proceden con el mismo modus
operandi: encapuchados y violentos, con un discurso atado a la guerrilla de
finales de los años 60 y mediados de los 70. Elemento que, en 1996, reconoció
Ángel Heladio Aguirre Rivero en el mensaje del EPR en Aguas Blancas.
Y ninguno está detenido
ni sujeto a proceso penal, aunque saquean, agreden a la fuerza pública, se
victimizan y se llaman reprimidos después de asaltar comercios y a transeúntes
y agredir a reporteros. ¿Quiénes son; quiénes los financian?
Y luego, el miércoles
29 de octubre, asesinan a Francisco Tlamanalco Bernal, dirigente de la CNC en
Acapulco; Menos de un mes antes, el 23 de septiembre, al diputado federal
priista por Jalisco, Gabriel Gómez Michel. Y cinco días después, el 28 de
septiembre, ultiman a balazos a Braulio Zaragoza, secretario general del PAN en
Guerrero.
Y la recurrente postura
del lopezobradorismo de demandar la renuncia del Presidente de la República.
O la pueril postura de
75 diputados federales que, perdida ante la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, su demanda de validar la consulta popular que revoca a la Reforma
Energética, en una acción que los pinta oportunistas y fundamentalistas, piden
que la ministra Olga Sánchez Cordero devuelva la Medalla al Mérito Cívico
“Eduardo Neri, Legisladores de 1913” que hace unos días le entregó el pleno de
la Cámara de Diputados.
¿Qué habrían hecho los
lopezobradoristas Ricardo Mejía Berdeja, Gerardo Villanueva Albarrán y, por
ejemplo, el panista Fernando Rodríguez Doval, si la ministra Sánchez Cordero
hubiese avalado la procedencia de la consulta popular contra la Reforma
Energética y el incremento del salario mínimo? Sin duda, la ministra sería
santa de su devoción y candidata a la inmortalidad democrática.
Estas acciones,
descalificaciones, campañas de desinformación, linchamiento mediático, defensas
a ultranza como la que arropa los despropósitos de campaña y desmemorias de
Andrés Manuel López Obrador y distinguidos perredistas, sin soslayo de
panistas, priistas, petistas, convergentes (en su momento) emeceístas con alas
para volar a los brazos de Morena, y todo tipo de versiones pueriles, mentiras
bastardas y verdades soterradas, forman parte de ese estilo elemental de los
pescadores que echan sus redes a río revuelto.
Por eso, el alto valor
de la postura asumida por un personaje que ha transitado por esos caminos de la
oposición perredista que, en su momento, cerró carreteras y desplegó marchas y
plantones contra el gobierno, en la intención, obtenida por cierto en el caso
de Michoacán, de tumbar gobernadores. Silvano Aureoles Conejo, presidente de la
Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, acota:
“No. La violencia hay
que rechazarla venga de donde venga. Y por más que yo comprenda la
inconformidad de muchos ciudadanos o de estos grupos radicales, la violencia
genera más violencia, y no puede ser la vía para que México resuelva sus
problemas, la justicia por propia mano”.
Y, ante la gravedad del
momento difícil del país, urge: “Tenemos que fortalecer las instituciones y
tenemos que apegarnos al Estado de Derecho y a las leyes. Cada vez que la
crisis se agudiza, más instituciones sólidas y más Estado de Derecho. Eso es lo
que nos va a salvar”.
Silvano quiere ser
gobernador de Michoacán, donde la intervención del gobierno federal, desde
enero de este año, ha encaminado a la entidad al orden y la legalidad, a
espacios de seguridad pública y de certidumbre de un futuro sin sobresaltos.
Ese no es rollo; sólo quienes han vivido en Michoacán al margen de esa familia
política que se envileció, saben del alcance de los nuevos días que se viven en
la entidad.
De ahí la importancia
de lo que dice Silvano cuando alude a este río revuelto y la ganancia de
pescadores y advierte un status que nadie ha querido tocar, salvo con
eufemismos. A saber.
“En medio de una crisis
aparecen otros intereses que hay que rechazar, porque en la confusión se
cometen atropellos y abusos. Y quienes le apuestan a la violencia como vía de
solución se equivocan, porque esos que se expresan en su supuesta solidaridad
con las víctimas, pero generando más violencia, lo que buscan es desestabilizar
y generar más violencia.
“Por eso –advierte—no
podemos caer en la provocación y se tiene que hacer respetar la ley. Todo lo
que se pueda expresar, bienvenido, pacíficamente. Pero la violencia hay que
rechazarla”. Conste.
VIERNES. ¿Ángel Heladio
tiene el status de indiciado? Hay que leer con atención la entrevista que el
secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, concedió a Joaquín
López-Dóriga en su programa de Radio Fórmula. Búsquela en www.entresemana.mx
Digo.
sanchezlimon@gmail.com
sanchezlimon@entresemana.mx
www.entresemana.mx
@msanchezlimon