SALOMÓN GARCÍA GÁLVEZ |
Más del 60 por ciento de la población de Guerrero,
NO desea que el gobernador Ángel Aguirre Rivero deje el cargo. Quienes sí
quieren que “renuncie”, son los grupos políticos siniestros; los anárquicos y
profesionales de la violencia que han venido a Guerrero a provocar
ingobernabilidad, pero esto no lo ve el Senado de la República. El Senado -por
ahora- es ciego y sordo.
A Guerrero, lo han venido a incendiar foráneos y
profesionales de la violencia. El verdadero pueblo de Guerrero, NO pide la
dimisión del mandatario Aguirre Rivero; la población repudia la violencia y
métodos terroristas que utiliza la CNTE-Ceteg, cuyos “maestros” e infiltrados –vándalos-
incendiaron ayer las instalaciones del PRD estatal, provocando pánico entre el
vecindario. El PRD, apoya a Aguirre. Por eso el ataque a la sede perredista.
Por ahora, la Ceteg no incendió las instalaciones
del PRI, porque este partido pide la desaparición de poderes para Guerrero. O
sea, la Ceteg radical y sus violentos compinches ya son “aliados” de priistas,
y le hacen el trabajo sucio al tricolor.
Recientemente incendiaron instalaciones del PRI estatal. ¿Ya lo olvidaron?
Paralelamente, el senador por el PRI, Arturo Zamora
Jiménez, en complicidad con los carroñeros del PAN, demandó que el gobernador
Aguirre Rivero, “presente su renuncia a cargo, “para restablecer la paz social
en Guerrero”. ¿Existe guerra? No la ve nadie.
Ese senador y sus secuaces panistas, se orinan
fuera de la bacinica. En Guerrero, hay paz social; la guerra, la vinieron a
declarar los anárquicos y embozados grupos políticos que tiran la piedra y
esconden la mano, para sacar raja política.
Zamora Jiménez, en tribuna, manifestó una sarta de
estupideces. Dijo que en Guerrero “hay ingobernabilidad”, “vacío de poder”,
“omisiones irresponsables”, y que mientras Aguirre continúe en el cargo, “no
hay posibilidad de avanzar en la solución”. Este legislador no vive en
Guerrero, pues no ve lo que ocurre aquí. Habla de lejos, y a lo pendejo.
Sin embargo, pareciera que –ahora sí- le quieren
ajustar cuentas al gobernador Aguirre Rivero, principalmente los duros del PRI
como Jesús Murillo Karam, ex secretario general del tricolor nacional quien
hace más de tres años impuso a Manuel Añorve, como candidato a la gubernatura
con la complicidad de: Beatriz Paredes, Rubén Figueroa, René Juárez, Manlio
Fabio Beltrones, Zeferino Torreblanca y los sectores más rancios y caciquiles.
Los duros que aun mandan en el PRI, no le perdonan
a Aguirre Rivero que les haya ganado la gubernatura de Guerrero con la
coalición PRD-PT-Convergencia; y que la mayoría de la población guerrerense lo
quiere, respeta y apoya. Les da tirria y diarrea cerebral. Les provoca prurito,
un político exitoso, como Aguirre Rivero. Por eso le quieren ajustar cuentas.
Ahora, pretenden quitarlo de la gubernatura,
exhibirlo como delincuente y asesino. Los asesinos y delincuentes son los
policías de Iguala que, en combinación con sicarios, detuvieron y secuestraron
a los 43 normalistas de Ayotzinapa, mataron a seis personas, y dejaron casi una
veintena de heridos. ¡No se equivoquen!
NO BUSCAN A LOS 43; PREFIEREN VIOLENCIA.
En vez de estar “weboneando” y provocando actos
vandálicos e incendiando edificios públicos -del PRD, por ejemplo-, los
ayotzinapos, y los familiares de los 43 normalistas desaparecidos, junto con
los violentos anárquicos debieran ir
buscar a esos muchachos no sólo a la zona norte de Guerrero sino a otros
sitios dentro y fuera de esta entidad. Pero no: prefieren vandalizar y provocar
daños a terceros. Les encanta.
Desde que ocurrió la detención y desaparición de
los 43 normalistas, tanto sus familiares como la radical Ceteg, ayotzinapos y
anárquicos foráneos, NO BUSCAN a los plagiados por la delincuencia. Como que
existe algo turbio en eso. ¿No estarán ocultos en algún lado, los ayotzinapos? Ojalá
así fuera.
Ni siquiera denuncian y menos acusan a los
siniestros jefes de Ayotzinapa, quienes enviaron a Iguala a los jívenes
normalistas -al matadero y como carne de cañón-. La PGR, debe investigar quién
o quiénes enviaron a los normalistas a Iguala, la noche del 26 de septiembre,
con los sangrientos y fatídicos resultados conocidos por todos.
DR. PABLO ZAPIÉN, SRIO. DE SALUD.
Por su positiva trayectoria como eficiente servidor
público en distintos niveles de gobierno, el Médico Pablo Zapién Cortés, fue
nombrado como nuevo Secretario de Salud en Guerrero. Su nombramiento lo recibió
de manos del gobernador Ángel Aguirre
Rivero.
El Doctor Zapién Cortés, tiene amplia trayectoria
dentro del sector salud que supera las tres décadas, por lo cual su
nombramiento ha sido recibo con beneplácito por la plantilla de trabajadores de
la Secretaría de Salud, y hará un buen binomio con el Subsecretario de Finanzas
y Administración, Arturo Sánchez Torres.
El nuevo titular de la Secretaría de Salud, se
desempeñaba como Subsecretario de Planeación por su amplio conocimiento de esa
dependencia.
La planta de trabajadores de la dependencia así
como agremiados sindicales, consideran positivo el nombramiento de Zapién
Cortés, quien es un servidor público afable, eficiente y le hace honor a su
segundo apellido: es cortés con toda la gente, que hasta los grupos indígenas
de la Baja Montaña (Chilapa) lo idolatran, a pesar de que es un hombre alto,
blanco, barbado y de ojos verdes…Punto.