SALOMÓN GARCÍA GÁLVEZ |
El
gobierno de Guerrero que encabeza Ángel Aguirre Rivero, NO tiene ninguna
responsabilidad en los ataques perpetrados contra los normalistas de
Ayotzinapa, ni contra futbolistas en Iguala, donde murieron seis personas, 17
heridos y luego “desaparecieron” 43 estudiantes, cuyos cuerpos, se supone -en
parte-, pertenecen a los 28 encontrados hasta ahora en narco fosas.
Ni policías
ministeriales ni estatales dispararon contra normalistas ni contra los
futbolistas. Fueron policías municipales en coordinación con el crimen
organizado los que dispararon y luego desaparecieron a los 43 normalistas de
Ayoztinapa. Las autoridades competentes así lo confirmaron.
Lo
que procede ahora, es que la autoridad federal investigue y mande citar al
Comité Estudiantil “Ricardo Flores Magón” de la normal de Ayotzinapa, para que
expliquen por qué fueron enviados a Iguala brigadas de estudiantes del primero
y segundo grado a “botear”, secuestrar autobuses y enfrentarse con la policía
municipal, a sabiendas de que esa plaza estaba caliente, y también indagar si
el estudiante desollado tenía ciertos vínculos con delincuentes.
Resulta
irresponsable vociferar y distorsionar los hechos; incluso, hablar, sin bases
ni nada, sobre una remota “desaparición de poderes” en Guerrero. El gobernador
Ángel Aguirre Rivero, sí es responsable… pero de ser muy tolerante con los
vándalos normalistas de Ayotzinapa; de
dotarles de apoyos oportunos, computadoras, techo comida y sustento, pero nunca
mandarlos reprimir.
Quizás,
ese fue el “grave” error de Aguirre Rivero: no reprimir a los vándalos
ayotzinapos, como siempre lo ha clamado la ciudadanía; también no mandar cerrar
esa normal que es foco de inestabilidad social, madriguera y escuela
delincuencial. De eso, sí pueden acusarlo.
Ángel,
NO tiene las manos manchadas de sangre; NO
fue “su” policía la que victimó a los normalistas ni a los deportistas. Fue
una combinación de policías municipales con sicarios del crimen. Y la vez
pasada que fueron asesinados dos normalistas –Alexis Herrera Pino y Gabriel
Echeverría de Jesús- en Chilpancingo (12-12-11), fue la Policía Federal
Preventiva (PFP), la que intervino en aquellos sucesos.
Empero,
sin análisis, ni investigación de por medio, sin resultados definitivos de los
trágicos hechos ocurridos la noche del pasado 26 de septiembre y la madrugada
del 27, ya existen voces de rapiña, quienes exigen la “renuncia” del gobernador
Aguirre Rivero; o que pida licencia, o
hasta la “desaparición de poderes en Guerrero”. Se frotan las manos los
ambiciosos, voraces y nostálgicos del poder.
Los
hechos de Iguala -está más que claro-: NO FUE UN ACTO DE REPRESIÓN DEL GOBIERNO
DE GUERRERO, sino ataques de la delincuencia organizada en combinación con la
policía municipal, con apoyo de halcones. Más claro, ni el agua.
Por
todo ello, es necesario que se sepa TODA LA VERDAD DE CÓMO OCURRIERON LOS
HECHOS, y que la Normal de Ayotzinapa no esté exenta de ser investigada hasta
sus últimas consecuencias, si tiene algún grado de responsabilidad, o si envió
a los estudiantes al matadero.
“ZOPILOTEAN”,
CASA GUERRERO.
Verdaderos
Judas –Iscariote- ya muestran las garras, ambición desmedida y el golpe traidor
en contra de (Ángel Aguirre Rivero), quien los ungió en buenos huesos y los
sacó de la pobreza y mediocridad. Ya quieren exclamar: “¡Muera el Rey, viva el
Rey!”. Se van a quedar con las ganas.
Da
pena ajena cómo la titular de una Secretaría de primer nivel enloqueció al
saber que la incluyeron en una terna de “los posibles” para el interinato.
¿Dónde está la lealtad?
Pero
más pena debería darles a senadores, cierto diputado federal y algunos acelerados,
quienes, sin contar con amplia carrera política ni base social, ni nada, sueñan
despiertos: se andan calentando y apuntando para el relevo en el Poder
Ejecutivo. Qué lamentable.
Lo
que deben pensar esos adelantados y remedos de Judas Icariote, es que Aguirre
Rivero, NO tiene las manos manchadas de sangre ni se irá del Poder Ejecutivo
como asesino ni vulgar delincuente, como
lo desearían sus enemigos, adversarios gratuitos y quienes ya andan
zopiloteando Casa Guerrero.
Ángel,
es gobernador por voluntad mayoritaria de los guerrerenses; ganó por 650 mil
votos en las urnas. Un récord. Y cuando deje la gubernatura, será como entró:
Por la PUERTA GRANDE.
IGUALA-AYOTZINAPA:
PREGUNTAS Y REFLEXIONES:
1.-
¿Quién mandó a los ayotzinapos a Iguala como carne de cañón? La PGR, debe
seguir esto como línea de investigación. Es un clamor popular.
2.-
La atracción del caso Iguala-Ayotzinapa es producto de un trabajo eficiente de
la Procuraduría de Justicia estatal, que acreditó el delito como delincuencia
organizada; no es concesión del gobierno federal, o para suplir el trabajo de
la PGJE. Así de fácil y sencillo.
3.-
¿De qué instancia es competencia combatir la delincuencia organizada? ¿A qué
instancia le corresponde prevenir, castigar y sancionar los siguientes
delitos?:
--Bloqueos
a carreteras, toma de casetas de peaje, robo de autobuses del servicio federal,
combate al narcomenudeo, a la piratería, cobro de piso y combate al uso
exclusivo de armas de Sedena y La Marina.
4.-
Se habla de una institución débil. La pregunta es obligada: ¿Quién o quiénes se
benefician o pretenden beneficiarse con la desgracia del caso Iguala-Ayotzinapa?
5.-
Resulta muy fácil acusar al gobernador Ángel Aguirre Rivero, como responsable
de los trágicos hechos de Iguala, donde murieron normalistas. Lo más difícil es
encontrar la verdad de los hechos. Y mucho más difícil, hallar a los responsables
intelectuales de esos actos aberrantes. Se insiste: los ayotzinapos fueron
enviados como carne de cañón, en medio de un enfrentamiento entre bandas del
crimen organizado.
6.-
Resulta muy fácil alimentar el fuego, el odio y el rencor. Lo más difícil es
actuar con sensatez y prudencia. Se trata de poner a cada quien en su sitio,
con la responsabilidad que le corresponde. Este es el punto medular… Punto.