lunes, 6 de octubre de 2014

FORO POLITICO. Por Salomón García Gálvez. NI LICENCIA, NI DESAPARICIÓN DE PODERES.

SALOMÓN GARCÍA GÁLVEZ
El gobierno de Guerrero que encabeza Ángel Aguirre Rivero, NO tiene ninguna responsabilidad en los ataques perpetrados contra los normalistas de Ayotzinapa, ni contra futbolistas en Iguala, donde murieron seis personas, 17 heridos y luego “desaparecieron” 43 estudiantes, cuyos cuerpos, se supone -en parte-, pertenecen a los 28 encontrados hasta ahora en narco fosas.
Ni policías ministeriales ni estatales dispararon contra normalistas ni contra los futbolistas. Fueron policías municipales en coordinación con el crimen organizado los que dispararon y luego desaparecieron a los 43 normalistas de Ayoztinapa. Las autoridades competentes así lo confirmaron.
Lo que procede ahora, es que la autoridad federal investigue y mande citar al Comité Estudiantil “Ricardo Flores Magón” de la normal de Ayotzinapa, para que expliquen por qué fueron enviados a Iguala brigadas de estudiantes del primero y segundo grado a “botear”, secuestrar autobuses y enfrentarse con la policía municipal, a sabiendas de que esa plaza estaba caliente, y también indagar si el estudiante desollado tenía ciertos vínculos con delincuentes.
Resulta irresponsable vociferar y distorsionar los hechos; incluso, hablar, sin bases ni nada, sobre una remota “desaparición de poderes” en Guerrero. El gobernador Ángel Aguirre Rivero, sí es responsable… pero de ser muy tolerante con los vándalos  normalistas de Ayotzinapa; de dotarles de apoyos oportunos, computadoras, techo comida y sustento, pero nunca mandarlos reprimir.
Quizás, ese fue el “grave” error de Aguirre Rivero: no reprimir a los vándalos ayotzinapos, como siempre lo ha clamado la ciudadanía; también no mandar cerrar esa normal que es foco de inestabilidad social, madriguera y escuela delincuencial. De eso, sí pueden acusarlo.
Ángel, NO tiene las manos manchadas de sangre; NO  fue “su” policía la que victimó a los normalistas ni a los deportistas. Fue una combinación de policías municipales con sicarios del crimen. Y la vez pasada que fueron asesinados dos normalistas –Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús- en Chilpancingo (12-12-11), fue la Policía Federal Preventiva (PFP), la que intervino en aquellos sucesos.
Empero, sin análisis, ni investigación de por medio, sin resultados definitivos de los trágicos hechos ocurridos la noche del pasado 26 de septiembre y la madrugada del 27, ya existen voces de rapiña, quienes exigen la “renuncia” del gobernador Aguirre Rivero; o que pida  licencia, o hasta la “desaparición de poderes en Guerrero”. Se frotan las manos los ambiciosos, voraces y nostálgicos del poder.
Los hechos de Iguala -está más que claro-: NO FUE UN ACTO DE REPRESIÓN DEL GOBIERNO DE GUERRERO, sino ataques de la delincuencia organizada en combinación con la policía municipal, con apoyo de halcones. Más claro, ni el agua.
Por todo ello, es necesario que se sepa TODA LA VERDAD DE CÓMO OCURRIERON LOS HECHOS, y que la Normal de Ayotzinapa no esté exenta de ser investigada hasta sus últimas consecuencias, si tiene algún grado de responsabilidad, o si envió a los estudiantes al matadero.
“ZOPILOTEAN”, CASA GUERRERO.
Verdaderos Judas –Iscariote- ya muestran las garras, ambición desmedida y el golpe traidor en contra de (Ángel Aguirre Rivero), quien los ungió en buenos huesos y los sacó de la pobreza y mediocridad. Ya quieren exclamar: “¡Muera el Rey, viva el Rey!”. Se van a quedar con las ganas.
Da pena ajena cómo la titular de una Secretaría de primer nivel enloqueció al saber que la incluyeron en una terna de “los posibles” para el interinato. ¿Dónde está la lealtad?
Pero más pena debería darles a senadores, cierto diputado federal y algunos acelerados, quienes, sin contar con amplia carrera política ni base social, ni nada, sueñan despiertos: se andan calentando y apuntando para el relevo en el Poder Ejecutivo. Qué lamentable.
Lo que deben pensar esos adelantados y remedos de Judas Icariote, es que Aguirre Rivero, NO tiene las manos manchadas de sangre ni se irá del Poder Ejecutivo como  asesino ni vulgar delincuente, como lo desearían sus enemigos, adversarios gratuitos y quienes ya andan zopiloteando Casa Guerrero.
Ángel, es gobernador por voluntad mayoritaria de los guerrerenses; ganó por 650 mil votos en las urnas. Un récord. Y cuando deje la gubernatura, será como entró: Por la PUERTA GRANDE.
IGUALA-AYOTZINAPA: PREGUNTAS Y REFLEXIONES:
1.- ¿Quién mandó a los ayotzinapos a Iguala como carne de cañón? La PGR, debe seguir esto como línea de investigación. Es un clamor popular.
2.- La atracción del caso Iguala-Ayotzinapa es producto de un trabajo eficiente de la Procuraduría de Justicia estatal, que acreditó el delito como delincuencia organizada; no es concesión del gobierno federal, o para suplir el trabajo de la PGJE. Así de fácil y sencillo.
3.- ¿De qué instancia es competencia combatir la delincuencia organizada? ¿A qué instancia le corresponde prevenir, castigar y sancionar los siguientes delitos?:
--Bloqueos a carreteras, toma de casetas de peaje, robo de autobuses del servicio federal, combate al narcomenudeo, a la piratería, cobro de piso y combate al uso exclusivo de armas de Sedena y La Marina.
4.- Se habla de una institución débil. La pregunta es obligada: ¿Quién o quiénes se benefician o pretenden beneficiarse con la desgracia del caso Iguala-Ayotzinapa?
5.- Resulta muy fácil acusar al gobernador Ángel Aguirre Rivero, como responsable de los trágicos hechos de Iguala, donde murieron normalistas. Lo más difícil es encontrar la verdad de los hechos. Y mucho más difícil, hallar a los responsables intelectuales de esos actos aberrantes. Se insiste: los ayotzinapos fueron enviados como carne de cañón, en medio de un enfrentamiento entre bandas del crimen organizado.
6.- Resulta muy fácil alimentar el fuego, el odio y el rencor. Lo más difícil es actuar con sensatez y prudencia. Se trata de poner a cada quien en su sitio, con la responsabilidad que le corresponde. Este es el punto medular… Punto.